domingo, febrero 13, 2011

HABLANDO DEL PRECÁMBRICO Y EL CRITICISMO
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___Dios sabe que si este blog se ha convertido en una suerte de tumba egipcia donde no entrarían ni las arañas panteoneras, no se debe a la falta de voluntad escritural del autor. Se debe sencillamente al hecho de que los seres humanos somos inconstantes por excelencia. Somos el epítome de la inconstancia muy por encima de especies como el aedes egipty o el murciélago peludo del Amazonas.
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___Si un individuo encuentra sentido y satisfacción en una actividad, de pronto se ve compelido a cambiar de aires (so pena de volverse británico). Ya lo dijo Lezama Lima en su momento: "¿es este mi momento?" (La ausencia de acento en la palabra "este" es un desliz recurrente de Lezama ).
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___Quién sabe. Lo cierto es que en una insólita cena celebrada en la ciudad de México en un restaurante especialista en desayunos, un grupo de mujeres involucradas en la telaraña de blogs mexicanos, salió a colación que el autor de este blog guarda nefandos lazos consanguíneos con una bloguera especialista en el mundo de Hollywood.
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___¿Qué significa esto?
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___Nada. Únicamente que ya nadie guarda secretos en el mundo y que el hecho de que Hosni Mubarak haya renunciado a su cargo merece todos nuestros respetos, aún de aquellos que consideren que debe regresar algo de los 70 mil millones de dólares que alegan se robó de las arcas del país de Nefertiti.
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___Aprovecho para señalar algo que removió mis vísceras superiores: un artículo con el que me topé en la Revista Tierra Adentro reciente mientras hacía mis ejercicios matutinos en la caminadora. Se trata de opiniones de mi viejo amigo David Miklos (con quien tengo pendiente una partida de ajedrez hace años). Bien, les diré que en el artículo David hace una radiografía de la crítica literaria en México; su tesis se basa en proponer que la clica crítica literaria nacional (soporten estoicamente tanto adjetivo -mío, no de David-) puede compararse con un bestiario.
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___La comparación no es impertinente, excepto por el hecho de que su clasificación -en tres grupos bien determinados: los anacrónicos, los vanguardistas y los inanes- no se aterriza con nombres propios y corrientes de la exigua crítica. David supone que los lectores sabrán de grillas y rencores, de aspavientos oficiales y periféricos, y que su taxonomía etérea iluminará las veredas de la duda y la suspicacia lectoras.
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___Pediría, a nombre de mis cada vez más escasos lectores, que se chuscase un nombre; cualquiera: Christopher Domínguez, Geney Beltrán (a quien le debo 5 mil pesos todavía), Héctor Enrike Martínez, Martín de las Tinieblas, no sé, alguien o álguienes a quien (es) ensamblar en las piezas del bestibulario que oferta David, a fin de aterrizarlo en este caótico mundo de lo concreto (considerando de todo corazón que eso fuera a servir de algo) a fin de que lo concreto no se torne aguado.
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___Saludo a destiempo a Mergruen, Rax, a mi hija adoptada (y adorada) sinaloense, a SS (of course), desde esta obnubilada ventana de cristal.
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___¿Què dije?
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