sábado, mayo 31, 2003

MAMÁ, ¿QUE SERÁ LO QUE TIENE EL NEGRO?

Nada, el negro no tiene nada en particular, es un color como todos. Pero hablando acá en albur, el negro tiene ciertas connotaciones de dimensión y durabilidad que en cierto contexto apremian al chiste y despiertan al doble sentido. El doble sentido no ha sido suficientemente explotado, incluso ni en el blog, reconózcanlo. La verdad, los negros me dan asco. No así las negras que me encantan, especialmente si son Modelo y están friísimas (como Halle Berry). En serio, los negros los saco y sólo me como el arroz blanco.

Perdón, trato de retomar este blog y se me ocurren disparates, razonamientos secretos, fobias y retratos infantiles, por eso alego que el doble sentido en México se ha convertido en un lugar común de la impotencia sexual (y textual), la misoginia, la frigidez y otros males, incluso la poesía, que suelen tratar ginecólogos, polleros y tratantes de blancas (negras y amarillas). Pero el doble sentido es un arma mucho más versátil e inexplorada.

En fin, estas alucinaciones son monolitos sin sentido las que me mueven a escribir, por eso creo nunca seré un escritor "serio" y mis lectores tienen que ser concientes de ello, concientes incluso al extremo de convertirse en porra incondicional (como la de Tigres que tiene la pesadilla recurrente de volver a ser campeones), sabedoras de que yo no los conduciré a la verdad absoluta ni a los pasadisos secretos de la modernidad literaria. Es bueno que lo sepan: la modernidad literaria son pasadisos secretos donde se pierden muchos arrogantes.

Hace dos horas y 26 minutos que leí un post de Silvaman en el que advierte que uno no debe curarse en salud sobre sus propias atrofias y eso me pone un poco paranoico. Cuando digo que quizá los voy a aburrir con mis textos y que posiblemente los lleve al pozo profundo del sueño lo digo en serio. Yo por ejemplo, ahorita ya me estoy durmiendo y eso que apenas si me he releído un par de veces. Eso me lleva a concluir que si mis textos no les sirven de hipnotizante es porque no los han releído suficientemente.

Volviendo al doble sentido. Creo que toda la literatura es doble sentido: las novelas, los cuentos, los relatos, las poesías. El doble sentido no necesariamente tiene que ser hilarante. No, por qué habría de serlo. Claro que el doble sentido en México, repito, ha plagiado el ropaje del albur y ahí se ha minado su potencialidad. Es más, el doble sentido es un recurso utilizado casi en exclusiva por los varones (los machos) y ello nos reafirma que somos territorio freudiano por excelencia. Sí, en ese sentido, México es la residencia de la líbido masculina (al menos es más culina que antes) y como sociedad seríamos un excelente candidato al diván de Sigmund. Somos una sociedad de freudianos de closet. No es que compartamos las teorías del doctor, no. Nosotros somos el sujeto de esas teorías. Las mujeres mexicanas son un poco menos explícitas. Nuestra cultura "no les permite decir lo que piensan", por eso adoptan posturas "feministas". Quieren tener la oportunidad de salir del closet y convertirse también en candidatas al diván de Sigmund. Bien, en el consultorio ya hay cola.

Los gringos nos llevan una eternidad en ese sentido (en el doble); nosotros no podemos desapartarnos ni tantito del albur vicioso vinculado a la sexualidad y sus variables. Por eso digo que resultaría provechoso darle la oportunidad al doble sentido de reproducirse sin sexo, es decir, clonándolo o multiplicándolo in vitro o, de plano, gestándolo por generación espontánea.

jueves, mayo 29, 2003


MÚSICA, PASTAS Y LAS BONDADES DEL CRÉDITO

Disculpen la tardanza, pero he andado triturado por la falta de tiempo y no he podido bloguear como quisiera. El lunes me perdí de plano: me fuí al concierto de Serrat, que rebasó mis espectativas porque las últimas veces que lo había visto, dos en Tijuana y una en Mexico City, notaba que su voz ya andaba en las últimas, sin embargo, ahora se ve con más años encima pero recuperado de sus cuerdas vocales y con ciertas novedades que luego postearé como se merece ese anarquista catalán incurable.

Luego, el martes, invitamos a cenar a Luis Ledesma, un barítono que anda por estos lares invitado por la Unison. Viene de Filadelfia y cuenta que la semana entrante se irá a Italia a hacer un cover a Plácido Domingo en la Scala. Llegó hace una semana y está por concluir un curso de clases magistrales sobre perfeccionamiento vocal en la Licenciatura de Canto, escuela que yo visito únicamente porque no hay ningún letrero que indique prohibida la entrada a mayores de 40 años. Hablaré extensamente de Ledesma: es un chingón. El cuate tiene 35 años y es chilango, moreno de mediana estatura, barba de candado y el pelo largo, pareciera un duque enamoradizo del siglo XVI, aunque si yo hiciera una ópera sobre la conquista de Tenochtitlán, seguro le daría el papel de Cuauhtémoc. A estas alturas ha participado en los teatros más importantes de Europa y los EU, se sabe de memoria 27 óperas, y esto lo corroboré porque no hay una sola pieza, aria, canción, dueto o cuarteto que ensayen los chavos de la licenciatura de canto, que el maestro Ledesma no se sepa de memoria.

Como dije, la socia y este empleado de HB invitamos al teacher a cenar para cotorrear con él sobre sus andanzas en el mundo de la lírica y comprobamos qué tan buena gente pueden ser los chilangos cuando se lo proponen. El cuate es bien sencillo y dispuesto a compartir sus conocimientos al primer hervor, igual que los escritores pues; no tiene pelos en la lengua para criticar a alumnos y maestros y siempre está dispuesto a sacar jugo de las voces aprendices. Sabe enseñar. Para no hacer el cuento largo y aprovechando la grave crisis de tenores por la que atraviesa la humanidad entera, que me invitan a participar en el cierre del curso en el famoso cuarteto de Rigoletto (Bella figlia del amore). Yo, pues no soy de esos tipos que tienen que rogarle dos veces de volada dije: "donde firmo". Y pues no había nada que firmar, había nomás que ir a ensayar hasta terminar con la garganta como mofle de dompe y con los oídos como cuando me pegaron un balonazo en la oreja por allá en 1974, el zumbido en la cabeza me duró dos semanas. Y así se ha hecho, a darle y darle. Así que ayer martes llegué por aquí cansado y con algunas copas de cabernet sauvignon californiano cosecha de mil novecientos noventa y algo en la panza y no quise ni voltear a ver el monitor. Han sido días largos.

Pero déjenme hablarles del restaurant Strómboli. Es pequeño y lo regentean unos descendientes de italianos que lo decoraron rusticón pero con estilo. Hay un menú bastante variado de platillos, pastas y pizzas desde luego, ensaladas chidas y vinos de todos. De estos pues no pedimos de todos, verdad, porque hay unos franceses que cuestan más que las obras completas de Alfonso Reyes (con pasta dura, hablando de pastas). Luego entre los platillos había uno que les encantaría: Penne rústico. Órale, yo no quise ni preguntar de qué estaba hecho, la socia nomás volteaba a ver con una cara, "pídelo si quieres" le dije acá con aires de suficiencia, pero no, no se decidió. Me conformé con una combinación Tratoria: ravioles rellenos de pollo, spaguetti al ajillo y lasagna a la bolognesa. Me gusta padir así, surtido, igual que cuando voy a los tacos de cabeza o a los antojitos mexicanos. Me gusta probar muchos sabores. La socia pidió spaguetti con mariscos, lo que resultó redondo pues siempre se come la mitad y la otra mitad yo la pido para llevar. Ya sabrán. El maestro Ledesma y su pianista anfitrión, mi gran amigo Daniel Villegas, pidieron otras excentricidades que se devoraron como si fuese la última cena sin el Judas. Total que salimos de ahi hablando hasta por los codos sobre este asunto que nos apasiona: la ópera.

Por otro lado, esos vinitos californianos y nacionales que tanto gustan a nuestros bolsillos producen un dolor de cabeza leve y llevadero y no hay de que quejarse, además, la que cargó con todo fue la heróica tarjeta Banamex que demostró estar hecha prueba de caprichos y que en esas ocasiones especiales está ahí con su lisa sonrisa dispuesta a posar su cintura magnética encima del primer voucher que le presenten. Ya llegará la cuenta el mes que entra.

El viernes hay que cantar en el concierto que armó Ledesma, echen porras. Aprovecharé esta aviada para agarrar condición y poder leer los kilométricos postes de HY que ya empecé, pero que están más largos que la lista para el Santoclos de los niños de Calcuta. Por aquí nos veremos.

P.D. ¡Traición!, cuando me levanté buscando las sobras de spaguetti con mariscos sólo encontré el desechable vacío, mi marciano favorito se lo despachó temprano con un vasote de Quick de chocolate. Que combinación.

¿Qué horas son?

domingo, mayo 25, 2003


SIEMPRE EN DOMINGO II

Ayer, a pesar de que mi equipo veterano de futbol (futvet) ganó, yo no jugué. Mejor sería decir: mi equipo veterano de futbol (vetbol) ganó ayer quizá porque yo no jugué. Honestamente no deseo creer que fue por eso que ganamos, pero de cualquier forma la primera oración está mal hecha (enunciado le dicen ahora). Sí, porque pareciera que es condición necesaria que el equipo esté a punto de concretar una victoria para que yo pueda entrar a jugar. Pero no es así. Tampoco es condición necesaria que esté tratando de corregir las anomalías de este texto sobre la marcha para poner sacar a pasear mi capacidad de autocorrección de estilo, pero, siendo domingo, no habría razón para no darme el lujo de sacar a pasear algo. No tiene sentido, digo, porque es un tema aburrido. A la gente no le gusta leer vericuetos sosos de temas ociosos. A los lectores les gusta la acción. Por ejemplo, que platicara aquí sobre el desgarre muscular que sufrí jugando hace un mes en la parte anterior del muslo derecho, lo que seguramente me obligará a retirarme de jugar para siempre. En ese caso quizá ya no disfrutaré tanto las victorias quedándome hasta darles mate a dos cartones de caguamas con las que acostumbramos festejar los rucos después de ganar. Esto afectará también mis ánimos para andar corrigiendo mis reseñas de los partidos. Todo indica que las consecuencias del desgarre muscular sobre el que no deseo hablar se multiplican como por arte de magia.
Veamos las premisas falsas en esto. "Retirarme de jugar para siempre", que frasecita, ¿no? En su ingenuidad disimula la hipótesis, desde luego falsa, de que yo iba a poder jugar "para siempre", lo que implica que el retiro tiene una implicación temporal análoga.
"Ya no disfrutaré tanto", implica que disfruto mucho las victorias de un equipo de la liga más olvidada de todas las que participan en esta ciudad: la de superveteranos, jugadores de más de 40 años que imaginan cuando juegan que se meten a una máquina del tiempo y retroceden 20 o 30 años; y supone que, a pesar de mi inhabilitación, podré continuar "disfrutando" en alguna medida. Todo es falso. A esa edad lo que se disfruta no es el juego en sí, sino la remembranza nostálgica de un tiempo que ya no es, pero que se pretende recusitar a costa de ilusiones.

Dichas estas referencias del autor, les contaré ("les contaré", jajaja) un cuento que pide a gritos ser corregido y disminuído. Si no les gusta, ni modo, ya nada se podrá hacer una vez publicado.

LA SOBERBIA DE LOS PATOS

La providencia obra de muy diversas maneras. Una de sus vocaciones favoritas es la de dar lecciones a la soberbia de los hombres. Ese defecto deplorable arruina por igual al miserable que al pudiente, al varón que a la mujer y, sin distinción de raza, edad o nacionalidad, acosa con desmedida furia al carácter que, por debilidad, suele sucumbir ante la tentación e su influjo haciéndole padecer las consecuencias.

Cuando la soberbia es hija del poder o de la riqueza hasta cierto punto se justifica su injuriosa presencia porque buscamos encontrar un justificante a su arrogancia.
Sin embargo, en pocas ocasiones puede causar tanto mal como en aquellas en que le motivan la ignorancia o el halago desaforado. No por nada se considera a la soberbia madre de todas las faltas de la humanidad, el resquicio por donde metió la cola el diablo, el resguardo de los insensatos.

Dejando de lado este rodeo que, por lo demás, no nos aleja del relato que nos aguarda, es oportuno entrar en materia advirtiendo al lector de dos peligros potenciales de nuestra historia.
El primero, que se esperara de lo aquí narrado una enseñanza moral, lo que sin duda no llegará, en virtud de la corta visión del narrador. El segundo, que se pensara sacar algún provecho para el simple entretenimiento o diversión, lo que tampoco ocurrirá dado la solemnidad del relato.
Librado este preámbulo necesario, a fin de evitar desencantos o decepciones ulteriores, procedo no sin antes reiterar lo impredecible que suele ser la providencia.

Los magníficos campos de Inglaterra cuentan entre sus muchas bellezas la de ser depositaria de la más elevada variedad de aves, no hay otra igual en el planeta.
Cazadores por instinto milenario, los habitantes de esta isla persiguieron a la zorra y al ciervo desde los tiempos en que los troncos genealógicos de los bretones levantaron dólmenes y menhires hasta el auge legendario de la corte del rey Arturo; desde la ocupación normanda hasta los enredos de la realeza de Buckingham en el siglo XX. En el arte de la cetrería hubieron nobles que forjaron historias fantásticas con sus dotes, superando con mucho en ese entretenimiento a las que dieran fama a los árabes. La relación de los nativos con las aves es, pues, milenaria.
Pues bien, ocurrió en medio de las dos guerras mundiales, que un noble de segundo rango, haciéndose acompañar por su sirviente preferido, se internó en el bosque de Ingerwood, famoso por sus lagunas, a fin de cazar algunos patos de los que por ahí abundan durante breves temporadas en el verano, estación en la que estas y otras especies migratorias regresan del invierno mediterráneo.

El sirviente había ganado la confianza absoluta de su noble patrón gracias a la sistemática y reiterativa disposición a adular todo éste hacía o decía. La mas obvia estupidez del noble era mitificada por el adulador que la transformaba lo mismo en hazaña que en elegante ocurrencia. Los deslices lingüísticos y la ausencia de sentido común en las opiniones del de sangre azul eran, a los oídos de su perro guardián, excentricidades propias de su nobilísima estatura que había que festejar.
Tal era, pues, el caso de esta pareja que se atrevía a abandonar los espaciosos fueros de su real mansión sin advertir el peligro inherente a la idiotez simbiótica que les unía.
Ya en el bosque, cuando los primeros rayos del sol se estiraban para salir de su modorra, amo y sirviente, con botas de caucho hasta la ingle –en este caso ingle inglesa-, se aventuraron en las aguas cenagosas de una laguna en total quietud.
Una escopeta de dos cañones de origen germano, con culata de ébano, reclamaba acción. Bajo las descoloridas manos del noble, el arma evocaba un amenazante preludio.
El sirviente, ávido de elogiar al noble, empezó a halagar, sin parar, la estampa de cazador de su patrono.
-Baja la voz o ahuyentarás a los patos- ordenó quedamente nuestro sir.

La súplica fue inútil. El servil individuo, entusiasmado por la experiencia campestre que compartía con el noble, continuó disparando adjetivos y piropos a granel. El noble, al ver pasar los minutos sin divisar ningún pato, comenzó a entrar en calculada desesperación, estado de ánimo por lo común ausente en sus paisanos. Sin dilación, el momento fue aprovechado por el criado para tomar vuelo nuevamente y llenar a su fuente de inspiración con los más rebuscados elogios. Ensimismados, uno en halagar, y el otro en ser halagado, estos personajes no se percataron de que una enorme parvada de los ansiados plumíferos se aproximaba a la laguna en dirección de sus espaldas.
La parvada empezó a descender y al acercarse al charco en rumbo exacto donde los noveles cazadores daban rienda suelta a su singular estilo de convivencia, ya desentendidos de toda realidad.

Por razones que desconozco, pues jamás ha sido de mi interés el estudio del aparato digestivo de ser vivo alguno y entiendo que sólo lo es de ciertos especialistas, las aves que nos ocupan suelen evacuar antes de acuatizar, quizá pendientes de deshacerse de cargas innecesarias que complicaren un futuro despegue.

Y ocurrió lo que es plausible imaginar en casos tan singulares como éste. La parvada hizo lo suyo con exactitud meridiana. Para colmo de mala suerte, los palmípedos fueron entrando en rigurosa línea recta, justo por encima de nuestros desafortunados cazadores que, en su desconcierto colosal, volvieron sus rostros al cielo al presentir la alada presencia.
Aquella necesidad vital que las aves hicieron valer en su costumbre ancestral halló a unas víctimas ingenuas, incapaces de responder a la inusitada e imprevista agresión fecal que vino a echar por tierra todo el edificio de halagos y piropos previo. Bombardeados por la lluvia fétida del volátil guano, el imperturbable sir soltó la escopeta preciosa en la fangosa laguna y seguido por el criado salió tan pronto como lo permitió el ataque aéreo.

Buscando quizá reponerse de la inusitada impresión, el incorregible criado tuvo ocurrencia de señalar que el producto de las aves tenía un color que combinaba perfectamente con los colores de la camisa de franela del noble.
El noble volteó a la laguna, vió un número considerable de patos flotando, giró su rostro y contemplando la cabeza batida de su fiel seguidor le respondió con solemne seriedad:
-Sabes, Charles, tú tampoco desentonas con esta mierda-.
Luego emprendieron el camino de regreso y no hablaron hasta llegar a la mansión. (FIN).

sábado, mayo 24, 2003


REFLEXIONES DE VIERNES POR LA NOCHE (LO QUE HACE EL CANSANCIO)

El matrimonio es muy bonito, incluso a veces la pareja llega a quererse.

El tipo vió a su amigo suicidarse, no quiso evitarlo por temor a perder su amistad.

El camino más largo para entender algo es leyendo este atajo.

Un mapa se perdió en el bosque, ahora el bosque ya sabe donde está ubicado.

La mala noticia: Juárez está muerta. La peor: los escritores ya se dieron cuenta.

De multiplicarse al ritmo que llevan las reuniones de blogueros, el blog podría desaparecer.

Nunca intenten plagiar mis ideas, no son mías.

El peor pecado del escritor original es que siempre crea una escuela. De repetirse el esquema, la originalidad no será sino una modalidad de la costumbre.

Una aspirina al día es recomendable para el corazón. Un corazón al día es recomendable para el escritor. Un escritor al día es recomendable para el infarto. (No le entendí... ¿Será que yo lo hice?).

Anuncio: recomiendo desayunar el cereal y frutas. Eso abre el apetito para ir a los tacos de cabeza.

En la pared del consultorio de un proctólogo cuelga una leyenda: "Surro, luego existo".

La del estribo: El futuro no existe, tampoco el presente. El pasado sí existe y lo voy a demostrar. Tu vas a leer ésto en un futuro, pero ese futuro ahorita no existe. Cuando exista ese momento será presente por un instante, pero para cuando termines de leer ya será pasado. ¡Ves!, el pasado sí existe y garantizo que eso va a ser así ahora y también en un futuro. ("Oye Humphrey, deveras que estás cansado". -Es verdad: buenas noches-).

viernes, mayo 23, 2003

EL REGRESO DEL H

Nos hemos visto un par de veces pero siento una amistad como si fuera de años. Los últimos días anduve preocupado porque no había dado señales de vida (él, porque lo que es yo dondequiera voy dejando rastros de que vivo aún). Buscando que la preocupación pasara a mejor término traté de localizarlo por varios medios, pero no hubo forma. De repente dejó por ahí un mensaje y, bueno, eso me tranquilizó. Ahora volví a ver sus huellas y sí, son sus huellas: se va por los callejones, elude a las multitudes, finge una amistad díscola y atiende asuntos de este mundo como si fueran cortos de una guión de Woody Allen (personajes incluidos), él acá en el papel de un Humphrey Bogart que lo ha perdido todo al final de la película sin desmerecer su sonrisa socarrona que mece un cigarro a punto de morir.

Anduvo por ahí, con alguna mortificación, por ejemplo: vivir. Ahora está de regreso y cuenta que el mundo no ha cambiado, que sigue igual, que la tortura continúa y el final no llega. Me dió risa porque yo también estuve en el Hotel Milán hace muchos años, je, en mi primera luna de miel (y eso porque un excuñado nos disparó el hospedaje). En esa época no había cable, pero ya estaban los escritores (esa modalidad de indispensables) y las presentaciones de libros y Sanborns y la Alvaro Obregón. Pero era la misma Ciudad de México, sólo que con dos terremotos menos. Esta es otra señal.

jueves, mayo 22, 2003

PARTIDA DE AJEDREZ DEEP BLUE CONTRA... PERDÓN TIBURÓN CONTRA HUMPHREY

.......HUMPHREY...........TIBURON
----------------------------------------------
......blancas..................... negras
----------------------------------------------
...1.- d4 ---------------------- d5
...2.- b1c3 -------------------- g8f6
...3.- g1f3---------------------- b8c6
...4.- e3------------------------ c8g4
...5.- f1b5---------------------- a7a6
...6.- b5xc6 jaque---------- b7Xc6
...7.- b3------------------------- e6
...8.- h3------------------------- g4Xf3
---9.- d1Xf3--------------------- f8b4
..10.- c1b2---------------------- f6e4
..11.- f3g4----------------------- d8f6
..12-. f2f3------------------------ e4Xc3
..13.- a2a3---------------------- f6e7
..14.- a3Xb4-------------------- e7Xb4
..15.- b2a3---------------------- b4b5
..16.- e1d2---------------------- b5e2 jaque
..17.- d2Xc3-------------------- e2Xe3
..18.- c3b2---------------------- g7g6
..19.- a3c5----------------------
REUNIÓN DE BLOGUEROS EN MAZATLÁN

Lo dicho, la historia de la blogósfera apenas empieza. Séptimo Sentido me envía un mail diciendo que parte hoy a Mazatlán a una reunión de blogueros (ya es fiebre). No deja de sorprenderme el hecho de que dos o más personas que apenas se conocen decidan viajar desde distintas ciudades simplemente para conocerce y constatar que son una reencarnación de los monitores. Feliz Party mazatlecos e invitados. ¡Salud!

Oigan, por qué no fundan una ONG de puros bloggers y luego piden financiamiento a la ONU para actividades virtuales y ahí se va haciendo un ahorrito para luego reunirnos todos en Acapulco. ("¡Hey Humphrey... Humphrey... HUMPHREYYY... despierta!, estas babeando el teclado.")

Guten nacht (raíz germana de de Güenas nochis).

p.d. siempre tengo problemas con los gentilicios, espero que "mazatlecos" sea un término políticamente correcto y no vaya a repetirse el altercado que tuve con un homo chihuahuensis.

miércoles, mayo 21, 2003


METÁFORAS

Leo con espanto que el Edgar pretende incluirme en la terna de candidatos a una cosa que suena a "blogóscar"
(estaría bien "blogariel", más acá chovinista). Caigo de espaldas y me doy cuenta que hoy no trapearon el piso, así que me levanto rápido y leo de nuevo a Solzimer para cerciorarme de que no fue una alucinación. Edgar, ¿quién demonios sacó semejante idea? Primero comenzaron con ponerle una mascota apropiada a cada blog (si no me dan el de dinosaurio, escojo el inofensivo animalito que aparece multiplicadamente en The dreamcatcher), ahora encienden reflectores y candilejas para premiar a los blogueros más cuélebres (ojo: no estoy diciendo célebres).

Bueno, va la letra de la canción del Cuélebre *, pa los que no la conozcan:

Dicen que el cuélebre tiene la escama de un pez
que vive dentro de un río y que nadie lo ve
la última vez que lo vieron anduvo en el pueblo
en disfraz de gaitero...
iba cargado de espejos
que cuando te miras
lo grande es pequeño:
dicen que el cuélebre tiene
la escama de un pez.

Dicen que el cuélebre tiene la piel del revés
alguien lo vio aparecer arrastrando los pies
con un sayón colorado,
un candil apagado
que asusta a los nenos,
pero se acercan a él
y los más atrevidos pelllizcan sus güevos
dicen que el cuélebre tiene la piel del revés.

Dicen que el cuélebre tiene la escama de un pez.

Bien, ahora que quedó clarito qué es un cuélebre, digo: me da la impresión de que el bloguero es algo así, algo que es y no es. ¿Será?

Sé que es pura cábula del Edgar y no quiero ni imaginar el slogan que dice que me va a confeccionar. Jejeje. Diré luego mi terna (acepto cohechos jugosos).

( * ) La canción, letra y música, es de Víctor Manuel. Pura poesía pura del siglo XX.
TRANSDIARIO

Es 1969. Le comento a mi papá que mi tag se atoró y se me queda viendo extrañado. Luego le digo que ya se va a vencer el recibo del cable y entrecierra los ojos como si yo hablara en turco. Finalmente le propongo que no deje que mi hermano se posesione de la computadora porque tengo un post inconcluso. Nada entiende. Pobre, no sabe que va a morir dentro de cuatro años sin conocer siquiera el fax, ese monstruito antediluviano.

CECILIA BARTOLI

La fama bien habida no es un atributo gratuito. A veces llega luego de décadas de constancia y terquedad. En otras ocasiones aparece demasiado pronto en la vida de algunos personajes y se finca siempre en determinadas características inusuales. Los cantantes carismáticos, cualquiera que sea su género, dejan detrás de sí caudas saturadas de seguidores. Entre ellos, los grandes cantantes de ópera suelen hacer época y son recordados para siempre: Caruso, Callas, Corelli, Gigli, Pavarotti, Tebaldi, son algunos de estos monstruos.

Cecilia Bartoli andará en sus treinta años y tiene en su historial el haber debutado con éxito flagrante en teatros mayúsculos como La Scala y el Metropolitan; su repertorio comprende todo el espectro operístico, la canción preclásica, la litúrgica y otros géneros de la llamada música culta. Estos antecedentes no soslayan el hecho de que se dió a conocer a través de la televisión italiana cantando música profana.

Igual que se bebe la leche materna, Bartoli aprendió de Silvana Bazzoni, su madre, los rudimentos de la tradición italiana belcantista. Su tipo de voz, mezzosoprano coloratura, le ha ganado notoriedad internacional por su potencia y amplio registro. Bartoli es admirada por los propios cantantes de ópera y su meteórica carrera puede superar los logros que alcanzaran en el siglo XX otras voces privilegiadas como Marilyn Horne.

Las actuales reglas del mercado artístico global, desafortunadamente, imponen sus propios usos y costumbres. La música es un negocio soberbio en el que las cdisqueras tienden a distorsionar los alcances de sus protegidos. Acompañando al éxito de determinado cantante, grupo, etc., suele aparecer un alud de destellos mercadotécnicos que iluminan caminos complejos e inversímiles. Sin embargo, estas anomalías aleatorias generalmente no tienen que ver ni con la intención ni con el carácter del protagonista. El caso de la Bartoli no es la excepción. Se trata de vender millones de discos, de llenar teatros y estadios, se trata de dólares. El artista se convierte en la mercancía obligada del negocio, pero no es el inspirador ni el comercializador.

Sin embargo, hay que aprender a distinguir entre el talento y la propaganda. Cecilia Bartoli nació signada por la fortuna, su voz vital le predestina a dejar su autógrafo en las páginas del nuevo siglo. Ah, se me olvidaba decir que está chulísima. (Post dedicado a mi amigo Edgar).

martes, mayo 20, 2003


LA MUSICA LE ROBÓ A LA ARQUITECTURA EL TERMINO IMPOSTAR

Impostar es un término que los maestros de bel canto suelen aplicar a la voz "colocada", es decir, a la voz que se apoya especialmente en los huesos de la cabeza de forma que la emisión del sonido se optimiza. En tal caso, se hace más eficiente la respiración, se mejora el volumen, la brillantez y el vibrato de la voz. "Voz de cabeza", suelen también calificarle los enterados. Es una voz que no ocupa micrófono para escucharse hasta la última butaca de un teatro. Esta técnica comenzó a desarrollarse en Europa desde hace siglos, pero fueron los italianos quienes sistematizaron su estudio y cimentaron a partir del Renacimiento una teoría que hasta hoy ha demostrado ser la más efectiva.

La música toma de la arquitectura el término impostar, que en italiano significa apoyar un arco sobre una columna (en el argot arquitectónico). Y el símil no es gratuito pues se corresponde con el apoyo de la columna de aire, proveniente de los pulmones, que conduce el sonido vocal para expandirse a través del arco que es la cavidad bucofaríngea, desde la faringe, pasando por el velo palatino y el paladar hasta la punta de los dientes incisivos superiores. De ahí el sonido se "transmina" hacia los senos frontales, paranasales y esfenoidales (formaciones porosas que sirven de caja de resonancia o amplificadores) y se proyecta hacia afuera con una calidad y volumen especiales. La voz "corre" en el teatro no sólo por su volumen sino por el vibrato especial que adquiere mediante este ejercicio (técnica italiana). Los cantantes de ópera hacen suyo este principio físico.

EL BLOG, REMEDIO INFALIBLE

Mis tercas excursiones me llevan a descubrir que algunos reticentes vuelven a escribir. Me da gusto.

LA OPERA ES UNA COSA MUY SERIA Y DIVERTIDA

Llamada de última hora: Bedita Moreno, presentó hoy un examen de repertorio (está por terminar la licenciatura de música, opción canto en la Unison). El examen requería la presencia del coro para la famosa aria Habanera de la ópera Carmen de Bizet, así que ahí vamos al rescate.

Su concierto salió muy bien, cantó diversos géneros y fue muy ovacionada. No digo que el coro fuimos una maravilla, pero honestamente lo de Carmen salió muy bien. (Yo se lo dedico a Gustavo Morales (a) el Jazza, que es devoto admirador de Carmen)

Esto quizá fue lo mejor de un día negro, como la mayoría de los lunes. Cantar (como tocar algún instrumento o actuar) frente a un público es algo verdaderamente disfrutable. Especialmente si uno lo hace por el mero gusto de hacerlo. No porque se sienta uno artista-divo (a), sino porque, si se hace bien, se entrega un pedazo de uno mismo a los demás, se entrega algo de la vida cotidiana, del estudio personal que no se queda ahí sino que trasciende al provocar emociones sublimes en el público. (Ahora me dispongo a hacer el paréntesis más largo que he escrito: Me tardé en entender que el término sublime no es de ninguna manera romántico. Es algo que se evoca cuando se piensa en la felicidad de los demás, abandonados los sentimientos hedonistas que no nos dejan de acosar. Es una emoción que despierta cuando uno se pregunta "bueno, ¿qué es lo que me toca poner en esta fiesta?, en la fiesta de la vida. ¿Qué es lo que yo como persona puedo ofrecer a los demás?" Y la respuesta es una respuesta estética. La estética es una catapulta que arrasa con la ética y con el enfado de la costumbre. Federico Schiller dejó de escribir poesía y teatro durante ¡diez años! por su obstinación de concluir su obra Cartas sobre la educación estética del hombre, ¡qué acto más sublime! Esa joya, sumada a otra que los editores intitularon Poesía sentimental, poesía ingenua recomiendo a todos aquellos que asumen la osadía de escribir poemas. La educación estética es una proclamación de la libertad. Lo sublime es el ejercicio del arte en aras de hacer de los hombres -y mujeres diría Fox- mejores individuos. El arte como profanador de la injusticia, como cuña terrible contra la tiranía, como demolición del oprobio. Cierro paréntesis). ¡Oh, Dios, empiezo a desvariar!

Y eso es sin duda lo que despierta especialmente la ópera. En este rubro excluyo de antemano a Wagner (perdón, José), ese nocivo experientalista.

He participado en dos óperas y puedo afirmar con franqueza que reaniman momentos de mi vida personal que no cambiaría por otras experiencias (incluyo aquí las de matar pajaritos con una resortera y robar libros de Sanborn's).

Por eso pienso que haber ayudado a Bedita en su examen, así sea con un pedacito de una ópera, es una de esas oportunidades que no desperdicio. Vivan la vida.

¿Qué hora es?

domingo, mayo 18, 2003

NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA: LA VIDA LOCA

Se me metió la idea de entrar a la uni. Quiero inscribirme en Literaturas Hispánicas (busqué literaturas de África Central o de Mongolia, pero no había), pero hay un par de inconvenientes: Uno, que terminé la prepa hace 28 años y que el certificado es ya un pergamino parecido a los que se encontraron en la tumba de Tutankamón, temo que al presentarlos quieran acusarme de tráfico de documentos históricos. Y, dos, que no tengo quien me mantenga (los candidatos potenciales envíen por favor sus currículumes), pues es evidente que la escuela exige tiempo, dinero y esfuerzo (de estos tres requisitos cuento con el de "esfuerzo").

He estado haciendo un sondeo entre mis amigos, mis enemigos y familiares para tomar una decisión al respecto. Mis amigos son todo optimismo: "¡Claro!, entra a estudiar, nunca es tarde" (sic). Mis enemigos están ahora aliados a mis familiares que ven con recelo esta posibilidad: "¿Y quién va a mantener a tus hijos?"

Oigan si lo único que deseo es inscribirme en la uni y tomar algunas materias, llevármela calmada y ventilar los gastados túneles de la academia. Bueno, viéndolo bien, a ese paso voy a titularme justo cuando esté en edad de jubilarme, lo cual no estoy muy seguro que me llene de júbilo.

Comoquiera, tengo hasta el 6 de junio para inscribirme y hacer examen de admisión, pero no logro disipar el temor de que en mi caso quieran someterme a un examen de carbono 14. En fin, arriesgaré mis últimas cartas en esta jugada (aunque solo tengo un par de dos).

NOTA SOBRE EL NAZISMO

Los arcanos negros de Hitler, Editorial Edivisión (Diana), 1997, Robert Ambelain.
Ambelain, el autor, judío ex prisionero de un campo de concentración nazi se dio a la tarea de documentar en su obra los orígenes filosóficos e ideológicos del nazismo de Adolf Hitler.

Este libro, que podría considerarse políticamente incorrecto, deliberadamente se aparta de las nociones convencionales de Historia del siglo XX y explora los orígenes de la maldad intrínseca de régimen hitleriano; aborda la vocación conspiratoria de Hitler y sus inspiradores y maestros; niega el determinismo histórico y subraya el papel del individuo en definir el curso de la historia.

Cito a Amelain. “Según sus propias declaraciones, el Führer se había propuesto no la conquista de la Europa Aria, sino la del mundo entero” (p. 25).

En varias ocasiones cita la falsedad del panfleto Mein Kampf y describe cómo el “programa para mil años”, sueño confeso de Hitler, encierra los verdaderos propósitos del dictador, inspirado en el teosofismo, el ocultismo y el espiritismo.

ALGUNAS CONSIDERACIONES II

Primero. La autopublicación instantánea elimina al editor, al corrector de estilo y a veces al autor. En ocasiones una segunda lectura de un envío propio aparece ante nosotros como algo inacabado, insuficiente y hasta contradictorio. Por ello es frecuente que corrijamos blogs ya publicados o, de plano, que los eliminemos.

Segundo. El texto que aparece en el blog de inmediato se encuentra sujeto a la crítica de otros lectores-autores (evadiré el término escritores), un asunto efectivamente novedoso en cuestiones de publicación. Ningún texto en papel tiene esa velocidad y alcance tan amplio.

Tercero. Esta condición ofrece la posibilidad de desarrollar un diálogo fluido e inmediato entre blogueros (lectoautores). El diálogo virtual, como cualquier tipo de diálogo, si no se sofoca con dosis de soberbia puede ser fructífero. Polémicas que tardarían semanas o meses en ventilarse, tienden a agotarse aquí en cosa de días y a veces de horas. Las agrias controversias que hemos atestiguado (o en las que particiamos) exhiben, más que la contundencia argumental, nuestra inexperiencia en el manejo del blog. En vez de sacarle jugo a sus posibilidades, tendemos a acotar sus alcances, parapetados en la relativa impunidad que brinda este medio, por ejemplo, hay blogueros que navegan protegidos con cómodos seudónimos. La experiencia nos indica que, por sus propias características, pienso, el bloguear exige ser civilizado especialmente cuando se entra en el territorio minado de las diferencias.

Cuarto. La crítica a textos ajenos generalmente no se ejerce. Quiero pensar que es nuestra propia formación cultural la que nos lleva a inclinamos por una pseudocrítica que resbala rápidamente en los terrenos de la descalificación. Por lo que he visto, es poco factible contraponer puntos de vista (controversias m gusta llamarles), apreciaciones políticas o estéticas, hipótesis filosóficas, etc. sin que aparezca el fantasma de la intolerancia (en varias presentaciones).

Es cierto, muchas de las opiniones que vertimos aquí carecen de sustento; en aras de la velocidad, somos dados a emitir juicios sin fundamento, y muchos de estos juicios no merecen siquiera que les prestemos atención. Pero hay temas que despiertan interés en cierto perfil de blogueros que, desde su punto de vista, merecen cierto seguimiento. Hay temas que desatan pasiones, por ejemplo: la literatura, la Historia, la música, el fútbol y otros hobbies, entre otras. En tales ocasiones, creo, no debe rehuirse el diálogo. Al contrario, hay que abrir nuevas puertas y buscar, independientemente de las propias creencias, caminos que conduzcan a la verdad. Uno no siempre tiene la razón.

Hasta aquí lo dejo por ahora. ¿Qué horas son?

viernes, mayo 16, 2003

ALGUNAS CONSIDERACIONES A LAS CONSIDERACIONES DE ROD NAVARRO SOBRE LA COMUNICACIÓN VIRTUAL

Siempre que leo alguna reflexión sobre los alcances del blog-chat-tag en materia de comunicación me reitera la idea de que en este asunto estamos apenas en la fase experimental. En serio. Hago hincapié en esta cuestión porque han habido nutridas y aburridas peroratas en contra del blog en tanto medio de publicación, especialmente de parte de algunos camaradas del extinto NBF. Las más de las veces, estas argumentaciones han sido una respuesta inmediatista a consideraciones extremistas que pretenden situar al blog como instrínsecamente opuesto a la publicación convencional (libros).

La publicación instantánea (post & publish) que ofrece el weblog es en sí misma revolucionaria, nos guste o no ese hecho incontestable. Ello no significa que tengamos que ser ciegos frente a sus propias limitaciones.

La calidad de los textos nada tiene que ver con las posibilidades del medio como tal. El blog ofrece una serie de innovaciones en materia de comunicación y de promoción de textos (que dividiremos en dos categorías: los textos espontáneos y los textos preescritos). ("Humphrey, cuando hablas de este tema te pones como si fueras teórico de la UAM-Xochimilco". -Estás loco, si me considerara tal, trería un reloj en cada muñeca-).

(Perdón, no me voy, me llevan. Prometo terminar esta elucubración mañana, sorry, ahorita es la pachanga de la boda que les conté. Feliz Cumpleaños Aymée).

LOS BLOGUEROS DE CHIHUAHUA

Se me ha pasado agradecer a mi compa César Silva la amable mención que hace en su blog sobre alguno de mis textos. Aprovecho para decir que a los blogueros chihuahuenses, especialmente a los de Juárez, prefiero tenerlos de cuates que de enemigos. He visto que ya enojados se tiran hasta con el molcajete. (baterías incluídas, diría el Yépez). Yo los leo religiosamente, incluso a los que escriben más tupido que una secretaria del ministerio público.
Hace poco que descubrí el blog del Hijo del Cártel, búsquenlo, ta bueno.
VIERNES DE ABONOS, ARRAS Y ANILLOS

Hoy viernes la socia y yo vamos a ser padrinos de boda. Ya les advertimos a Tito y a Marcela, los novios, que se habían equivocado de elección y que rondan por ahí cientos de parejas con mejores horizontes económicos que los nuestros. "¿En dónde?", dijeron al unísono. Y sí, ya pensándolo bien, es notable que la situación económica hace prohibitivos los padrinazgos. Aún así, viendo nuestra endeble prudencia precautoria, ellos insistieron en la petición y nosotros, afectuosos y querendones que somos, no nos hicimos más del rogar, son grandes amigos y compañeros del coro de la Unison. De todos modos andamos viendo si les juntamos algo, de perdida para que paguen sus peseros unos tres meses.

Así que ya se imaginarán. Estos días la socia ha ido y venido tratando de conseguirse un vestidito presentable para el acontecimiento, tampoco se trata de ir de mezclilla. Luego comenzó una perorata acerca de los "accesorios". Órale, yo le dije que en la refaccionaria Atlantic de mi amigo Rafa Lagarda encuentra desde un tornillo hasta un guardafango de Vochito.

En estas cosas soy muy atolondrado, apenas ayer me enteré de que la misa va a ser en la mismísima catedral de Beautyfulville, así que, de manera obligada, llegué a casa a desempolvar mi trajecito azul marino con botones dorados, uno que compré en la Wal Mart de Mexicali hace años. El saco me tenía reservada una agradable sorpresa: se ha liberado de los botones de la manga derecha. La verdad, se ve simpático. Otro detalle, casi no me cierra, pero bueno, para qué queremos cerrarlo con tanto calor. (En la bolsita interior traía unos Hall's con una envoltura que ya fue descontinuada). Pese a todo, esta en buenas condiciones (yo digo).

En realidad nada de esto significa problema mayor que el necesario proceso de confesión y arrepentimiento al que debemos someternos los padrinos en este trance. La socia es, digamos, más ordenada, yo confieso que hace mucho que no me confieso, y la verdad tengo un arraigado temor de que me vaya a tocar un Padrecito Amaro u otro sacerdote como aquel célebre de Chihuahua al que le gustaba filmarse mientras practicaba con su secretaria algunos movimientos rítmicos que no son precisamente de baile. Comoquiera estoy preparado incluso para una imprevista excomunión si bien guardo la esperanza de que mis pecados capitales (de obra) caigan en oídos indulgentes; en los de pensamiento yo mismo adelanto que no creo merecer perdón porque le he deseado cosas terribles a cierta gente que no viene al caso nombrar; respecto a los pecados de omisión (siempre los imagino como cuando te sorprenden en off side), mejor los omito pues tienen mucho de apreciación subjetiva.

Eso no es todo. También vamos a cantar la misa. Por ciento, se le plantó a la novia que el repertorio litúrgico incluya Regina Coeli, que no es precisamente enchílame otra.

Y nada de esto sería problema de no ser porque estamos en plena quincena y, ustedes saben, los comerciantes que vendemos en abonos andamos en estos días con un instinto como el de los animalitos de Amores Perros (los de cuatro patas).

Espero que quede algo de mí para el sábado, tengo juego a las 5:00 en una cancha que no le envidia nada al Old Trafford (¿así se escribe?). Luego les cuento.

jueves, mayo 15, 2003


LA CRONICA DEPORTIVA, NUTRIENTE ESPIRITUAL POSTMODERNO

Cuando Daniel S. le saca la vuelta a sus laberintos existenciales escribe textos disfrutabilísimos, si no me creen lean su crónica del reciente encuentro Real Madrid-Juventus.

UN CUENTEJO

He dicho en otras ocasiones que mis textos pueden ser un excelente sonmífero; este no es la excepción. Conste que lo advertí.

EL RETRATO ORGÁNICO

Hace algunos años trabajé en una oficina contigua a una sede de Alcohólicos Anónimos. El patrocinador de la oficina de Alcohólicos era un abogado. Aquel abogado, no obstante, era honrado y había en él algo de filantropía. Entre otras cosas, coordinaba la oficina contigua de los AA.
Luego de mucha insistencia, un día, el abogado me convenció de asistir a una reunión de alcohólicos en recuperación. De esa reunión aún no me recupero.

Un grupo de unas veinte personas de ambos sexos, la mayoría jóvenes y maduros caballeros, conversaban antes de declararse en sesión. El humo de los cigarrillos inundaba la habitación. Tras breves palabras de bienvenida del patrocinador, mi anfitrión, varios individuos levantaron su mano en señal de que deseaban dirigirse a la concurrencia. Sus nombres fueron anotados en un pizarrón. No presté atención a los nombres.

Sobre un podio colocado ex profeso, habló primero un sujeto educado, bien vestido y escrupulosamente rasurado. Habló de las bondades que acarrea la sobriedad, especialmente después de haber recorrido los túneles oscuros de la embriaguez, sufrido los más complicados martirios estomacales, y alucinado mundos terribles en horas de posesión etílica. Repasó uno a uno los siete pecados capitales, enumeró una lista inagotable de culpas y proclamó la expiación del pasado por virtud de la regeneración.

Hubo nutridos aplausos.

Lo que ocurrió a continuación, amable lector, es algo que no alcanzo aún a comprender cabalmente. Las imágenes que vi aquella tarde en la oficina contigua me acompañan de forma permanente y por más distracciones que busco, vuelven a mí como un sueño repetitivo y espantoso.

Aún seguía con la mirada al tipo bien vestido que acababa de marearnos con su charla cuando se escuchó una voz potente pero enfermiza desde el estrado. Volteé a mirar al de la voz y casi caigo sobre mis espaldas. ¡Era un hígado! ¡Un hígado enorme parapetado detrás del podio con sus manecitas verdosas y gelatinosas recargadas sobre la superficie del mueble como si fuesen caprichosas terminaciones nerviosas. Nadie parecía inmutarse, excepto yo que ni siquiera podía fijar la vista en aquellos ojos plomizos que parpadeaban sobre la masa informe y sanguínea. Su boca desdentada parecía tragarse las palabras pero su voz resonaba con fuerza en las paredes de la habitación.

Tuve la tentación de salir corriendo, de huir del lugar, pero no pude. Mi humanidad parecía adherirse compulsivamente a la silla metálica donde me encontraba. Traté de ponerme de pie, pero fue inútil. Intentaba voltear a ver a la gente pero había perdido la movilidad de mi cuello. Conforme pasaban los segundos, parecía como si algo o alguien hubiera congelado mi humanidad, en posición de ver únicamente al hígado espantoso sobre el podio.

No pude zafarme de aquel influjo nefasto. Tras intentar infructuosamente abandonar aquella visión, no tuve más opción que permanecer y escuchar a aquel desproporcionado órgano humano. Debajo del hígado espantoso escurría un líquido sanguinoliento que se extendía como una humedad premonitoria sobre la alfombra azul llena de cicatrices de cigarrillos.

Cuando empecé a escribir esta historia pasó por mi cabeza la idea de evitarla, pero recordaba como un martillazo la insistencia del abogado de que mi relato se apegara a los pormenores de aquel episodio; por un momento pensé en inventar una historia amable y suavizar la escena que atestigüé aquella noche, pero la sola idea de mentir sobre el asunto me hacía recordar la advertencia del abogado del peligro que corría mi recuperación.

Los hígados despiden un aroma muy penetrante. El del podio habla pausadamente, su voz quebrada asoma un espasmo agónico; titubea al iniciar su intervención recordando una infancia envidiable coloreada de concordia familiar y desahogo. Nada había de singular en el repaso generacional de el Hígado, al que ahora nos referiremos con mayúscula. Como cualquiera, narraba, llevó una vida sosegada hasta concluir sus estudios profesionales y colocarse como ejecutivo de publicidad en una novedosa marca de artículos deportivos. Antes de cumplir 25 años, el Hígado había contraído nupcias con una mujer alegre de origen guatemalteco. En unos cuantos años, la pareja se convirtió en una familia de cinco y todo parecía sonreírles.
Todo, excepto la noche que cambiaría la historia de aquella familia. Cuando el Hígado comenzó a relatar los sucesos de esa noche hizo una pausa, tomó un pañuelo y enjugó las lágrimas lechosas que se acunaban en sus ojos saltones y grises. Entusiasmado por la lectura fantástica y una botella de vino tinto, aquel órgano vital había estado entretenido con un libro de Julio Verne. Fue después de la medianoche cuando el sueño y el sopor del tinto le vencieron dejándolo recostado sobre el sofá de su estudio.

En este punto de su relato, el Hígado tomó aire, vaciló unos segundos y prosiguió. Como dije antes, mi cuerpo mantenía una rigidez metálica y no podía hacer sino aceptar aquella condición.
Su voz era un terrible lamento, una declaración de culpabilidad que parecía dirigida a mortificar nuestras conciencias, algunas personas abandonaban la sala, pero yo permanecía condenado a escuchar.

No voy a detenerme en los detalles. Aquella noche dos tipos entraron subrepticiamente a la casa y, pensando que estaban solas, violaron a su mujer y a su hija luego de sofocarlas con cloroformo. Robaron joyas y dinero y salieron por la puerta principal al amparo de la oscuridad. El Hígado se percató de todo. Temeroso de ser descubierto, permaneció inmóvil entre dos libreros de la estancia y pasó desapercibido. Sólo hasta estar seguro de que los intrusos se habían marchado, pudo sobreponerse y auxiliar a su familia.

A partir de aquella de esa noche, el Hígado se sumió en una completa depresión. Reforzada su afición por la bebida, pronto dejó de tener voluntad sobre sus actos y bebía con compulsión; el resto de la historia fue un lamento toda, ustedes pueden imaginarla, yo por mi parte no podría narrarla ahora.

Cuando el Hígado terminó de hablar, los asistentes se pusieron de pie para aplaudir en un afán solidario. Yo continuaba inmóvil aún cuando sentí que alguien me abrazó por la espalda. Era el abogado. Quiero que sepas que yo te entiendo, me dijo. Pude al fin levantarme y con mi garganta saturada de una extraña emoción abracé a mi amigo.

Fue en ese momento cuando sentí el más electrizante escalofrío que alguien puede padecer. Recargué mi cabeza sobre su hombro y al momento de abrazarlo noté que mis extremidades eran unas terminaciones acuosas y blandengues. Levanté la vista y pude ver mi rostro gelatinoso reflejado en el cristal de la ventana. Aquí empieza mi historia. FIN.

martes, mayo 13, 2003

UN DIA TAN SIN EMBARGO

Nada ocurrió hoy que valiera la pena, ni siquiera el partido Milán-Inter que resultó un monumento al tedio. Yo me pregunto si es eso futbol. ¿Guardar un marcador para obtener un empate es digno de un equipo que aspira a ser el campeón de clubes de Europa? Qué aburrimiento. Si los italianos hubiesen inventado el futbol habrían hecho las porterías como las de hockey y el balón con un metro de diámetro. Por más que trato, no le encuentro sentido a la idiosincracia futbolera itálica. Que me perdonen Galeano, Cúper y Dino Zoff, pero R. Lemus sería quizá un destacado director técnico en esa península. Las gárgolas cumplieron su cometido. Habrá que esperar que gane el Real Madrid, si no, la final será un simple partido de liga.

Entre tareas de cuarto año y balances contables me pasé una tarde de perros como la que filmó Al Pacino, sólo que yo en el papel del último tramoyista. Ya se hizo tarde y si no me apuro este post saldrá con fecha de mañana.

La arquitecta sigue a esta hora terminando un proyecto en el que se juega la chamba y lo que me temo es que voy a tener que ir a recogerla a deshoras. En fin, atravesaré la ciudad sin tráfico y disfrutaré del formidable clima que ahora tenemos por acá, una combinación del clima de Ensenada en verano y de tardes tibias de Guadalajara.

Mañana será otro día.



ARTISTA Y GENIO

Siempre me ha llamado la atención el carácter de Beethoven, especialmente porque su obra epitomiza al genio que rebasa su propia época. Esta expresión que parece tener el perfil de un lugar común, en su caso se justifica plenamente.

He hablado aquí sobre Fidelio, la única ópera de Beethoven, sobre su gloriosa Novena Sinfonía, y apenas he mencionado obras menos escuchadas como la llamada Variaciones Diabelli, sin embargo ahora quiero referirme al carácter de este hombre. Su visión política confirma que el gran artista no está divorciado de su papel revolucionario y que el arte no puede ser un ejercicio aislado de las formas en que se organiza la sociedad. Siendo la música un ente aparentemente abstracto, pudiera hacernos creer que es incapaz de transmitir ideas políticas. Nada más falso.

De las biografías de Beethoven que conozco, pocas me han impresionado tanto como Vida de Beethoven, de Romain Rolland (premio nóbel de literatura en 1906). Este pequeño documento retrata con toda certeza el carácter del compositor alemán. Revela también el profundo conocimiento de las vocaciones humanas que desarrolló el autor de Juan Cristóbal.

En una de las anécdotas que nos guarda, Rolland relata que Bettina Brentano en una carta al poeta alemán Wolfgang Goethe, poco después de conocer al músico, señalaba:

“Ningún emperador, ningún rey tendría, como él, la conciencia del poder que poseía”. “Cuando lo ví por primera vez, el mundo entero desapareció de mi vista...No creo engañarme si aseguro que este hombre se ha adelantado a la civilización moderna”.

Goethe hizo por conocer a Beethoven -nos dice Rolland-. Se encontraron los dos en los baños de Bohemia en Taepliz -1812-, pero no pudieron entenderse. Beethoven era un apasionado admirador del genio de Goethe; pero su carácter, demasiado independiente y violento, no podía acomodarse al del gran poeta, y terminaría por lastimarlo. Él mismo ha relatado un paseo que dieron juntos, en el que el orgulloso republicano dio una lección de dignidad al consejero áulico del gran duque de Weimar, lección que Goethe jamás le perdonó:

“Los reyes y los príncipes pueden, sin duda, improvisar profesores y consejeros secretos y colmarlos de gracia y de condecoraciones; pero no pueden hacer hombres grandes, almas que están por encima de las miserias del mundo...De modo que, cuando dos hombres como yo y Goethe se juntan, esos señores deben sufrir su pequeñez... De vuelta por la carretera, encontramos ayer a toda la familia imperial. La vimos desde lejos y Goethe dejó mi brazo para ir a ponerse a un lado del camino. Yo le dije todo cuanto pudo ocurrírseme, pero no conseguí que se moviera. Entonces me encasqueté el sombrero, me abroché la levita y me interné, los brazos a la espalda, entre la apiñada multitud. Príncipes y cortesanos se adelantaron a saludarme; el duque Rodolfo me saludó, descubriéndose; la emperatriz se me adelantó al saludo. ¡Qué bien me conocen los grandes! ¡Y con qué regocijo vi desfilar aquella procesión ante Goethe, que seguía al borde del camino, sombrero en mano, en la más profunda de las reverencias! Le volví la espalda, sin hacerle el menor caso...” Goethe no lo olvidó nunca.

Goethe fue un gran artista. Beethoven fue un genio de esos que cada siglo puede parir sólo una vez.

domingo, mayo 11, 2003


PETROLEO Y POLLEROS

Leo que algunos legisladores republicanos estadounidenses sugieren condicionar los acuerdos migratorios con México a la ansiada apertura de Pemex al capital extranjero. En pocas palabras quieren una tajada de Pemex.

Qué falta de confianza, ¿por qué no habían dicho, hombre?

Es cosa de que se consigan un pollero petrolero de Houston.
LA INVENCIÓN DEL CERO

Puede ser cierto que los mayas inventaron el cero y que sobre su lomo (el del cero, no el de ellos) levantaron todo un sistema.

Sin embargo, nadie puede poner el duda que fueron los italianos quienes más avanzaron sobre esta cuestión: ellos inventaron el cero-cero y luego hicieron de él un sistema. Ahora es ya toda una teoría.

¡FELICIDADES 8 DE MAYO!

Ya había anunciado Fabio que el 8 de mayo es su cumpleaños. Se nos había pasado felicitarlo, pero lo hacemos ahora. Claro, no nos dice cuántos cumplió, pero eso es lo de menos. Fui de los que echó porras para que reviviera su antivlog (ahora en su nueva versión con "v" chica -la "v" chica de antivlog, no de "versión"-).

El blog de Fabio se ha preocupado por introducir y retomar algunos temas polémicos sobre cuestiones artísticas muy interesantes. Hemos podido llevar un diálogo franco sobre diversos aspectos de nuestros respectivos postes, lo que celebro y comparto con mucho gusto. Sus experiencias (como la del segundo taller de poesía) me resultan muy divertidos, igual que su cotorreo sobre los blogs que aparecen con fecha de nacimiento; yo ni de chiste la pondría, capaz de que ahuyento a más de uno de mis incautos lectores (además de que no ando en busca de socia, con la que tengo no me la acabo). Como sea Rafa y Julio M. ya publicaron unas fotos que hacen imposible disimular mi edad.
Desde aquí te doy las gracias, Fabio, por tus amables comentarios sobre mis textos y aprovecho para enviarte un fuerte abrazo, tu cumpleaños es aún un oleo fresco, espero que todavía quede pastel, ahí guárdenme.
LA TRAGEDIA CLASICA NO ES FÁBRICA DE ESPECTADORES

Desde Esquilo, el motor de la tragedia teatral ‘clásica’ se ha fincado en imponer al drama, desde su inicio, el germen que contiene en potencia todos los elementos de la tragedia que está por desenvolverse. Su desarrollo conduce a un momento decisivo del protagonista.
Este momento de decisión es también un punto de inflexión; Federico Schiller denomina punctum saliens, y es el momento cuando el dramaturgo prefigura la consecuencia futura del defecto moral en el carácter del protagonista (en ello estriba lo trágico, no en la adversidad del "destino").

Por causa del defecto en el carácter del personaje o personajes principales, la conclusión de la tragedia -el fin trágico- confirma la naturaleza de dicho defecto, exhibiendo la ruina que brota de éste. Si bien la función de la tragedia no es "didáctica" en sí misma, existe una especie de "lección" oculta que se deriva de demostrar que el resultado trágico pudo evitarse, de no ser por la prevalencia de dicho defecto moral (los celos de Otelo, la indecisión de Hamlet, la ceguera del Rey Lear).

Así, los elementos del drama están concebidos para despertar una ambigüedad en el espectador que, aún contra su voluntad, es obligado a meterse en los zapatos del personaje. El espectador va "decidiendo" mientras se desarrolla la trama y su "decisión" se confronta con la del personaje. En ese sentido, la tragedia clásica no crea espectadores (pasivos). Antes bien, el dramaturgo (clásico) tiene como cometido involucrar en la obra al espectador, le asigna un rol del que no se puede sustraer.

La tragedia va creando un entramado que lleva a la conclusión trágica (lógica desde el punto de vista de que el espectador va prefigurando el desenlace, a veces imprevista por lo que se espera del (los) protagonista (s). Los buenos directores y actores van tejiendo cada parte de la obra con el propósito de desencadenar de forma explícita el desenlace trágico.

En sus Cartas sobre Don Carlo, ensayo sobre su obra, Federico Schiller explica la CAUSALIDAD (no casualidad) de la trama, de los personajes, así como su trágica conclusión, lo que transparenta el hecho de que los principios de composición clásica atienden a un riguroso proceso de elaboración donde no se deja espacio al azar. Al explicar cómo "creó" Don Carlo, Schiller va demostrando que no es posible una obra verdaderamente bella si no se parte de tener una idea terminada de la misma, concebida como una totalidad única.

Contrario a las excentricidades que escurren muchos dramaturgos o ‘teatreros’ de la actualidad, la composición de una obra clásica no es producto de la ‘inspiración’ (disculpen este lugar común). Su fuente se basa en el ejercicio de la actividad intelectual autoconcientemente dirigida, cuyos principios son suceptibles de ser comprendidos, aprendidos y transmitidos.

La creación artística no necesariamente es el fruto de innatas mentes superdotadas, como tiende a creer el mito popular. En buena medida, la facultad de desarrollar las capacidades latentes de escritores, músicos, dramaturgos, etc., se podría condensar en una breve frase de Federico Schiller: “¡Atrévete a ser sabio!”

Ya se ha dicho, pero aquí lo repito: Shakespeare, Cervantes (*) y, Schiller son lectura obligada para buscar principios de composición que permitan formar estudiantes-autores de Teatro Clásico. ¿Nostalgia por el pasado? Quizá, pero no se trata de repetir esquemas de manera lineal ni de revivir Romeos. Se trata de capturar principios para hacer cosas nuevas y trascendentes y desmistificar la labor creadora de los literatos.

La academia y el experimento bien podrían sentarse a discutir sobre este asunto.

(*) Los entremeses de Cervantes son en realidad pequeñas comedias pero desnudan la ideología prevaleciente en la España de su época, ideología que era, léanlo y verán, una verdadera tragedia.

SE BUSCA: PERIODISTA DE ENSENADA DESAPARECIO MISTERIOSAMENTE

Extraño el mantra de Nanilka.

¿Dónde os habéis metido, hija descarriada? Emblema de la tercera persona, pionera de la puntuación superpunteada, maestra del punto y seguido, creadora de mundos imaginarios del Pacífico, espejo de tí misma.

Deja ya de callar
que se acerca el tiempo
de las soledades
y de los silencios.
Por más que te remoces
perderás el zapato
antes que den las doce.

Repórtate, malasangre.

sábado, mayo 10, 2003


UNOS QUE VIENEN, OTROS MORIRÁN

Bienvenido al caldo virtual Jorge López Lando, nomás que considera que Welcome to my Nightmare es ya un lugar común por acá. Jejeje. Un abrazo.

viernes, mayo 09, 2003

MI BLOG. OPERA. FAMILIA. AMIGOS. FELICIDAD

Estoy disfrutando plenamente las posibilidades que ofrece esta novedad alucinante que se llama blog. Estoy en un proyecto para integrar a toda mi familia en esta aventura (fue involuntario, en serio), así como a un nutrido grupo de amigos que tienen muchas cosas interesantes que decir. (Los que se retiran del blog, contagiados del pesimismo cultural que nos invade, de plano, se están perdiendo de hacer historia).

Sirva esto de pretexto para anunciar la presentación en sociedad del blog de un amigo del que ya les he hablado: JOSE PLAZOLA (disculpa José por violar el anonimato). Su blog (anótenlo en sus links, no se van a arrepentir) se llama

opermaniacos.blogspot.com

Ya les hablaré de José después. Por ahora sólo les diré que es un amigo mío a quien le pueden prestar para el pesero sin remordimientos (jejeje, se va a enojar por este comentario).

TAAAAAAAAAAAAN MÚSICA DE BIZET: TOREADOR DE CARMEN

Lo que viene a continuación es un relato de Emma Alicia (chica superpoderosa que cuenta con 10 años y ocupa un lugar en el espacio):

Hoy vi la caricatura "Hey Arnold", que pasan en Nickelodeo y se trató de que los niños de esta serie fueron a ver la ópera "Carmen" (de Bizet, nota del secretario). Arnold, protagonista del cartoon, se queda dormido en pleno teatro y sueña con la música y escena de varias óperas interpretadas por sus amigos que hacen el papel de cantantes.
En primer término, aparece Harold, amigo de Arnold, interpretando Canio, al payaso feo (de Pagliacci de Leoncavallo), quien llora su aria penosamente. Luego desaparece, cambia la escenografia y aparece el coro (los alumnos de la escuela de Arnold) y, oh, Dios, entra en escena Ruth, alumna de sexto año, quien además es el ideal amoroso de Arnold que está en cuarto; Ruth aparece en el sueño interpretando a Carmen haciendo un papel destacado, claro con un guión adaptado y cómico. Para su mala fortuna, Arnold es vuelto a la realidad por Helga, su admiradora secreta en la realidad, y despierta. Pero, oh casualidad, Helga también se queda dormida y en sueños, continúa la obra ¡justo en el mismo escenario del sueño de Arnold!

Apropiada del sueño colectivo, Helga, niña fea y orejona, se apropia del personaje principal de Las Valquirias de Wagner, desaparece a Ruth (su rival amorosa) del escenario. Súbitamente, los tramoyistas cambian el mobiliario, colocan un biombo y ahí Herlga se trasforma en Carmen y se apropia de la obra. Aquí empieza el enredo. De pronto ¡aparece Curly!, condiscípulo de Arnold, haciendo el papel del Torero y deslumbra a la influenciable Helga (Carmen). Envuelto en la música cautivante de Bizet, Curly y Arnold compiten por el amor de Helga-Carmen, duelo que finaliza con la victoria de Arnold. Cuando Arnold esta a punto de tomar a Helga como prometida, según el sueño de la propia Helga (recuérdenlo), la tierra empieza a temblar y todo se viene abajo.

En ese momento Ruth ha pasado a mejor vida, Helga despierta (¡hey, no se pierdan la trama!) y Fiby, la mejor amiga de Helga que había pasado desapercibida en el coro, ya en la vida real le pregunta "¿Qué te pareció la obra?". Helga responde: "No estuvo mal".

Cuando Fiby se fue, Helga dijo para sí: "Lástima que terminó".

FIN.

Fin de la narración de Emma Alicia, chica superpoderosa que consume la despensa de este hogar como si fuera la última que vamos a comprar.

Sí, sí, hicimos algunas correcciones de estilo a su relato, pero, bueno, no vamos a lanzarla así nomás al mundo de la publicación instantánea sin padrinos, obvio que no.

Es todo.
MÁS SOBRE IBARGÜENGOITIA Y EL PRINCIPIO DE LA IRONÍA

Leo los posts de Edgar R. (Solzimer) y de Bernardo (Bagatela) sobre Ibargüengoitia y ambos, me parece, guardan puntos de vista distintos pero convergentes. Confieso que su estilo (el de Ibargüengoitia) me cautiva también y no desaprovecho la oportuniad de recomendarlo (por eso recomendé Estas Ruinas que Ves), pero, bueno, uno sabe hasta donde puede subir el río con la crecida.

Por otro lado, es cierto lo que dice Fabio (Antivlog) que dice Hegel (Ay cabrón, ¿cómo dice que dijeron?):

"La ironía ama esta modalidad de la falta de carácter".

Es verdad, ocurre que la ironía encuentra en la falta de carácter el sitio idóneo donde donde poner su nido porque su propósito no es destruir al sujeto sino, al contrario, hacer visible esa debilidad. Así, el sujeto puede percatarse de su falla sin el peso de la culpa. Tal es la magia del humor irónico. Es el guiño de un cómplice amistoso que da palmadas en la espalda y te anima a terminar el partido cuando piensas que ya se agotó tu resistencia. La ironía te descubre la verdad: no es el cansancio lo que te aniquila, es tu secreto temor a la victoria.

Vuelve Hegel:
"Así, el individuo que vive como artista ciertamente entra en relación con los demás, vive con amigos, personas amadas, etc., pero como genio, tiene por nula esta relación con una realidad determinada, con acciones especiales, así como con lo universal en y para sí, y se comporta irónicamente frente a esto".

Si, pues: el genio se comporta irónicamente; acepta su condición con humildad. Irónicamente no quiere decir que se la pasa burlando de sus allegados por que los menosprecie atendiendo a su condición común; al contrario, implica que desde la altura de su entendimiento (por eso es artista) puede trabar relaciones con su universo inmediato sin que eso altere en lo absoluto su elevada visión de las cosas. En cuanto genio, nulifica sus relaciones sin negarlas (son cosas distintas) y, caso contrario, aquellas relaciones pueden aceptar o negar al artista, pero jamás nulificarlo. Eso es lo irónico a que se refiere Hegel. ("Oye Humphrey, está de la chingada este razonamiento". -Pues qué quieres, así es Hegel, el Fabio tuvo la culpa por sacarlo de su catacumba-).

En otras palabras, las relaciones del artista (el absoluto) no lo influencian; el artista no se deja llevar por la opinión prevaleciente. En su caso, cuestiona los axiomas de esa opinión, pero lo hace desde un plano inobjetable y bello, no porque busque derrocar imperios y colmar venganzas. El artista construye los andamios del futuro, mira hacia el barrio bajo del oprobio y sonríe con un gesto generoso. Ese es el rostro de la ironía.

Y ese es el problema de nuestros artistas del siglo XX: o se vuelven críticos acomodados, o se dejan arrastrar por el brillo del dinero y el relumbrón de las cámaras. Y así terminan, siendo mediocres reconocidos y multipremiados (a veces nomás mediocres reconocidos y a veces nomás mediocres). Y, pues sí, Ibargüengoitia tuvo muchos factores en contra y una muerte madrugadora. Qué pena, ¿no?

jueves, mayo 08, 2003


CALDO VIRTUAL HERVIDO (o EL BLOG EN LLAMAS)

Es Jueves 8 de mayo de 2003. Me asomo al cielo y veo flechas encendidas cruzando los aires. El NBF es un fortín en llamas. ¿Qué demonios pasa? No se celebra la Revolución Francesa, ni la batalla de Puebla, ni la Independencia americana, y el fuego se divisa desde la rivera de otros blogs. Algo ocurre y no llegan los bomberos. Al Yépez lo retuvieron a jalones en el NFB, ahora lo botan a empujones, ¿qué pasa? ("Era para salvarlo del incendio, Humphrey". -Ah!- ).

Luego observo mi tag y me sorprende una guerra de guerrillas entre blogueros escritores. ¡Dios, no lo permitas! No en mi tag, te lo suplico. Amigos ambos, es de mal gusto ir de visita y pelearse en casa ajena.

Me cuesta trabajo decir algo sin convertirme en un sermón decimonómico. No obstante diré algo: se ven iracundos y poco aguantadores. Si van a darse, atórenle sin misericordia, verán que buenas amistades nacen de las hogueras furiosas. Si no van a aguantar, pues mejor elaboren un blog que diga PROPIEDAD PRIVADA o PROHIBIDO EL PASO, ¿qué no?

El otro día, sin reparar en sus implicaciones chovinistas, dije "chihuahueños" en donde debí decir "chihuahuenses". Al abrir mi blog, ¡zas !, una pedrada en la región más transparente. Órale, dije, andamos susceptibles, hay luna. Claro, no imaginaba que esto tomaría proporciones epidémicas.

En fin, lo digo con buen ánimo y sin afanes joditivos: retome cada quien su blog y escriba cada uno lo que dicte su gran jurado personal, su alter ego, su auditorio interno, su otro yo, etc. El resto responda directa, indirecta o chanfleadamente si le conviene, le interesa, le alude o le mortifica.

Escriban en papel, colaboren en periódicos y revistas, grafiteen paredes, hagan pinturas rupestres en cuevas, tengan su diario privado, pero, ¡por favor!, amigos, no dejen de relatarlo en su blog.

EL ANTIBLOG HOSPITALIZADO

Fabio nos informa que a su blog le cayeron los apaches. Me pregunto si ello no atiende a un mecanismo de autodefensa del blog mismo: el sistema de autopublicación instantánea protesta contra su antítesis potencial. Ja, es cotorreo (no vayas a sacar dos páginas refutándome).
Bien, Fabio, ya no te hagas, haz otro antiblog en friega, ¿que esperas? Tienes muchas cosas que contarnos. Estamos pendientes. Wake up!

PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD

Leo con desconsuelo que David M. se marcha de los andares virtuales, espero que sea una dicisión pasajera. Los zipizapes en el NBF, las escaramuzas juarenses y otros tiroteos de letras y signos de puntuación, son ingredientes que le dan sabor al caldo y, a condición de que no se vuelvan aburridos, quiero creer que hasta son necesarios.

De acuerdo: el rigor es necesario en toda discusión, pero el rigor sin ironía es un automóvil sin volante. ("Humphrey, ¿qué quisiste decir?" -Ni yo me entendí, ¿será porque carezco del auto y del volante?).

No se, pero las reuniones de blogueros son una buena medicina contra esa tendencia que a veces nos domina: la de tomarnos todo demasiado en serio. No descuidemos los consejos de mi amigo Rafa S: sin humor la vida se convierte en una tragedia sosa. ("Humphrey, ya estás otra vez hablando como si fueras el brujo de la tribu, es más, Rafa nunca dijo eso". -Estoy interpretando, pero, ¿por qué no te marchas de aquí?-). No son la panacea, pero habrá que promover esas reuniones. La cerveza, en eso coincidimos todos, es un eficiente derribador de estigmas.
CUENTOS DEL NORTE DE ITALIA

La caldera del diablo, la erupción de San Paolo, el mismísimo Inferno de Dante. Es el Giuseppe Meazza cuando Caín y Abel disputan la teta de la donna enfundados en rayas diferentes detrás de una esfera de estrellas. Es la semifinal de algo compulsivo, visceral, el más reñido metabolismo que se puede encontrar en cualquier lado.
Rojinegro Shevchenko, negroazul Crespo, filamentos de un par de ostras que comparten un mismo mar verde y engentado. Se amenazan, se chantajean pero no se dañan en absoluto. Se tocan, se esconden, son enemigos jurados pero retroceden ante la amenaza de ceder un milímetro al adversario. Su gruesa coraza marina lo impide.
De un lado, dos gárgolas impenetrables, Maldini y Nesta, escoltan al gigante del amazonas, el tesoro virginal se encuentra a salvo. Del otro, un grueso Toldo impermeable es protegido por una formación italoportuguesa sólo dispuesta a nada.
Cero para todos. Al más puro estilo musoliniano, tendón de viejas costumbres, casi costra, exhibe a dos pelotones dispuestos a jugarse todo en un volado final. Pero no será hoy, habrá ocasión mañana, pasado, después, no ahora; en el arcón secreto y escondido aguardan las sorpresas.

El candado herrumbroso del castillo demuestra que todavía puede guardar el hermetismo; catenaccio, le dicen elegantemente. Seedorf es humor negro y efectivo en el tablado de la seriedad y el nervio. El negro conserva sus matices cuando las extremidades entran en trance. Ruy Costa, Costa Curta, todo es costa en esas latitudes mediterráneas.
El propio Cúper enseña el cobre y alega que las mañas de la vieja península son cátedra al alcance de los hispanos. Toma y daca descabellado; batalla infernal en medio del bosque talado. Pelotazo infinito cuando los lanceros fallan contra los muros descomunales en espejo. No hay espacio sobre la alfombra húmeda y movediza.
Serginho y Rivaldo son batucada de último minuto, agregados barrocos en un despiadado esquema medieval ya negociado; orfebrería autóctona en una feria de máquinas herramienta. Se guardan apariencias pero se impone una lógica numeraria secreta.
El aullido publicano lo sabe. Despide a sus héroes como mártires de una batalla inconclusa, Gatusso sale en hombros antes de que el sol se oculte. Se marchan todos. Disfrutan los cartones inmaculados. Nada ha cambiado, las ancestrales costumbres se conservan y la ausencia de número es, a fin de cuentas, delicioso pretexto para ser felices. Ya se verán las caras: será para morir alguno. De cualquier forma, sueñan, la corona será lombarda.

martes, mayo 06, 2003


TODO SOBRE SUS MADRES

Leí el post de D. Miklos "Todo sobre mis madres", no se por qué no se lo publicaron en Reforma, está buenísimo.

LA OPERA ES UN ENTE PELIGROSO

No me pregunten cómo me aficioné a la ópera, no tengo una respuesta terminal. Comencé escuchando pequeños refrigerios de Bach y de Albignioni; los concierto de Brandenburgo, adagios, cosas barrocas así. Las cuatro estaciones de Vivaldi eran para mí algo que debía estar en el hit parade de todos los tiempos, je. Yo regresaba de un sinuoso camino de rock de los sesensetentas. Me había detenido en los experimentos de Neil Young (Heart of Gold, Are you ready for the country?, etc.), pero lo que más había movido mi sensibilidad musical (¿existe eso?) fueron las interpretaciones del supergrupo Crosby, Stills, Nash & Young. Los venía siguiendo desde Woodstock (en esa época yo todavía era nieto), cuando, enmedio de mucha basurita que se tocó ahí (including el arreglo pesado del himno nacional gringo que interpretó Jimi Hendrix), cantaron Wooden Ships. Los supergrupos, recuérdenlo o sépanlo, eran reuniones de ocasión de titanes rockeros que brillaban con luz propia; juntos se ponían a hacer remixes de sus canciones hiteras sólo que éstos las arreglaban para cantarlas a cuatro voces; armaban un LP (eso había entonces) y zas: éxito obligado.

Bien, por esa época, Herman Hesse, F. Nietsche, M. Gorki y varios etcéteras eran lecturas obligadas después de indigestarnos con Marx, Luxemburgo, Lenin y otros gladiadores anticapitalistas. No recomiendo, por ejemplo, que lean ahora La Ideología Alemana de C. Marx, correrían el riesgo de morder un anzuelo peligroso.

Okey. Voltéen hacia arriba. ¿Qué tenemos?: Rock y marxismo. ¿Curioso, no? Los "pesados" no creíamos en Silvio Rodríguez ni el Pablo Milanés, mocosos de aquellos tiempos (ellos y nosotros), si acaso J. M. Serrat, una voz semi-anarquista que recuperaba a Machado y a M. Hernández, voces de "la otra España, la que huele a caña, tabaco" y mierda. Je. Sólo nos gustaba lo grueso. J. Morrison enseñando que los espermatozoides pueden salir al escenario. Hasta las groupies se emocionaban. (Guau, qué hombre).

Pero aquello no tenía gran futuro. Participar, quizá, en la vida política de izquierda y comprobar que, finalmente, había que seguir las reglas de la reforma política, bajar el volumen y ser niños buenos que se comportan. (Así hasta resulta posible llegar a la cámara de diputados). Y, claro, tener una colección de música de los sesensetentas como telaraña nostálgica de una época feliz.

Ahora pueden preguntar por qué me aficioné a la ópera, de todas formas no les responderé.

Cambié de canal. Leí a Poe, a Schiller, a Platón y a otros que no viene al caso enumerar. Por entonces ya escuchaba a Mozart y a Verdi. Un buen día de esos fuí a Bellas Artes y vi Fidelio, la única ópera de Beethoven y salí transtornado. Una mujer se disfraza de hombre para poder conseguir empleo en la prisión donde está su esposo recluído. Logra entrar y se enfrenta al hecho de que el dueño de la prisión ha tenido a su marido en la mazmorra más envilecida de todas sufriendo vejaciones y hambre. Logra verlo y no lo reconoce de tan escuálido. Lo peor, el malo prepara el asesinato de éste. Ella/él, en el momento climático, saca un arma de entre sus ropas y evita el desenlace fatal. Al mismo tiempo, las fuerzas liberadoras toman control del imperio (se asume que son fuerzas republicanas) y el alcaide, lacayo de la tiranía, ve desmoronarse su poder y apaciguarse su venganza. Libertad para todos los presos políticos del régimen. Ese es el tema, en serio.

Ya. Beethoven no hizo otra ópera. Dejó a la mujer como heroína de su música y dió por concluída su misión operística. Me lamentaba de no saber alemán y me conformaba con las malas traducciones de los guiones.

Animado por esa emoción diferente, ví luego otras óperas: unas, dramas terribles (Otelo, Luisa Miller, Nabuco); otras, comiquísimos enredos al más puro estilo de Lope de Vega (El barbero de Sevilla, Elixir de Amor). Aquí me lamentaba de no saber italiano. ("Bueno, Humphrey, ¿entonces que carajo idioma sabes?" -¡Ninguno, ninguno, no me perturbes-!). Luego me dio por querer cantar ópera. Y, lo extraño del caso es que ¡logré hacerlo! y, como dice H. Yépez al hablar del tabú de escribir, cualquiera puede hacerlo ¡"hasta yo"!

Ven. Después ya no pude deshacerme de esa afición.
LIbrería de viejo

Sus letras son soldados que se agrupan
sus palabras pequeños pelotones fragmentarios
sus frases y enunciados son patrullas desplegadas
en un ejército de textos extraviados.

Una batalla bizantina da comienzo,
es la luz de una lámpara o de una vela durmiente
lo que lleva a verificar
la vigencia de la armada.

El incauto los mira sospechoso,
en su terca soledad busca respuestas.

El corazón le ordena formarse
en la fila cautelosa de la duda.

Entre páginas de olvido,
entre índices y prólogos amarillos
un mar de contundencia
y desafío parece ser
metralla suficiente
para alterar al mundo
y a sus sueños.

"Diez pesos", dice
el propietario apurando a aquel lector
desenfadado,
"ya vamos a cerrar".

lunes, mayo 05, 2003

¡BLOGUEROS DE TODOS LOS PAÍSES, REUNÍOS!

Perdón, perdón, esto debería haberlo posteado ayer pero llegué cansado y trasnochado. Cuando me bajé del carro mi cuerpo era una cruz gamada, retorcido de manejo y tedio peregrino. El vidrio del auto lucía un carnaval de insectos voladores que se encontraron con el cementerio equivocado. Unos 2000 kilómetros de ida y vuelta a TJ y otras escalas menores. Me tocó lluvia y frío desde TJ hasta la Rumorosa; extrañaba ese clima sorpresivo y cambiante.

El ansiado encuentro del TJBF fue eso: un encuentro de blogueros. Pasos inéditos hacia un propósito también inédito e informal. Caras nuevas de páginas viejas. Recorrido por las entrañas hepáticas de la ciudad limítrofe. Cotorreo ambientadísimo con nuevos templetes en vivo, al amparo de cervezas de todas las marcas y las rockolas que se disputaban a Jose Alfredo y a Zeppelin, a Kravitz o a Los Fabulosos Cadillacs. Vecinos de tags, camaradas de e-mail, ojos de posts personales, ahora todos juntos por un mismo boleto noctámbulo. La diversión no exige cover: paladas de gusto al encontrar rostros de carne y hueso donde sólo conocíamos sopa de letras y ocurrencias al mayoreo. Bloguería pura sin más compromiso que seguir bosquejando puentes sobre la azotea de nuestra cotidianidad. Rodadas nuevas sobre un camino reciente y desconocido. El paisaje invita a continuar. No hay destino aparente ni distancias determinadas, sólo la flecha que indica proseguir. Rafa es el DJ que mezcla todo con una sonrisa; la gente se deja llevar y todos disfrutan el momento que se acaba antes de percatarnos que sólo las fotos capturarán el vago suspiro que se esfuma. Charlé con todos cuanto pude, especialmente con Rafa y con mi padrino de andanzas cibernéticas, H.Yépez. Aún así, me quedé con ganas de conocer a algunos y a algunas. Otra vez será. Nanilka, Mauro, Miss Arqui, Tambor, Julio M., Aymée (Coti), Kosteñita norteña, Omar P., Juan C., Proyecto 3, Paty Boo, Jazmín, Donnadie, etc. (disculpen las omisiones), todos, un cotorreo memorable. Guarden neuronas para la próxima reunión bloguera. ("Dí la verdad, Humprey: que no sabes bailar". -Bueno, nadie preguntó-).

También estuve con mis amigos cantantes de TJ; me llevaron a conocer el Café La Ópera (en el corazón de la colonia Libertad), me gustó por su originalidad y su gran arsenal fílmico. Este es un verdadero café internet: hay café de todos sabores, nacionales y extranjeros; uno mismo lo muele y lo prepara. Interesante idea al ritmo de Rigoletto y de tres tenores negros que parodian el éxito de otros.

Hubo tiempito para repasar algunos problemas de geometría y discutir de metafísica con José P., ese talento innato que además es un excelente anfitrión (claro, ayudado por las gorditas de maíz recién hechas que prepara temprano su mamá). Maloro nos contó sus peripecias en la ópera de San Francisco y puso sobre la mesa la demostración de que la voluntad pude bajar sueños de las nubes.

Un viaje redondo por donde quiera vérsele. Mis bulbos (incluyendo el raquídeo) llegaron contentos y mi hipófisis declara que lo volverá a hacer.

jueves, mayo 01, 2003


DETALLES Y SUGERENCIAS

Arranco para TJ, de forma que este espacio posiblemente estará de vacaciones por unos días. Pongo ahora algunos comentarios pendientes.

Zerk: supongo que no viste las felicitaciones que puse en mi tag hace días por lo del advenimiento del Ulises. Va a ser niño, a wevo, y si no, pues le damos otra oportunidad al vaquero. Hacer un hijo es más que hacer un libro, es como comprar una enciclopedia, no te la acabas con tantos tomos y nunca terminas de pagarla. Una cheve a su salud. Un consejo a mis amigos chihuahuenses (incluyo a los de Cd. Juárez, je): ya párenle, hombre, con ese taca-taca que se traen entre ustedes. Mejor escriban y escriban, tienen muchas cosas que contar, la ropa sucia se lava en casa (o a través del e-mail) y para nosotros pues resultan aburridones (digo porque en todos lados se cuecen habas).

Amigos del NFB, se pone sabrosa la discusión en su foro. Salud! Ya les he comentado que pueden omitir esos lugares comunes de "coincido con fulano en ..." o "disiento de mengano sobre..." Sus lectores no somos burrófilos (no mucho, pues) y seguimos el hilo de sus discusiones y comentarios. Los acuerdos y desacuerdos son obvios, ¿que no? Pero bueno, cada quien. ("A tí que te importa Humphrey, tú déjalos que ellos escriban lo que deseen, ahora saliste censor". -Bueno, es que si un escritor dice en su narración: cerré la puerta porque estaba abierta, ¿no lo consideras un pecado?-).

Bernardo J.: Lástima que no están accesibles los archivos del Yépez (¿estan?), pero en enero había post que hablaban del asunto del plagio de textos en el contexto del blog (algo así). Yo posteé algo al respecto y se encuentra en el archivo del 22 de enero de 2003. Si te interesa el tema, échale un ojo.

Good bye. (Amigos de TJ, cuelguen la piñata y pongan el brincabrinca, yo llevo los globos y espantasuegras).