sábado, julio 31, 2004

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PARADOJAS

Mi hermano alega que colocar un tornillo guiado únicamente por el tacto, es una de las operaciones más complejas que realiza el cerebro humano. Se refiere a esa operación incómoda en la que uno se enfrenta a introducir y girar en su agujero un tornillo sin el auxilio de la vista, guiado únicamente por la imaginación de la rotación correcta del tornillo.

Quizá muchas de mis lectoras no se han enfrentado a esta anomalía, pero, agrego, esta circunstancia, tan propicia a mecánicos y carpinteros, es también un reto a la paciencia.

Los alemanes han adquirido notoriedad internacional por cultivar una de las variedades más generosas del vino de mesa: el vino blanco mejor conocido como vino del Rhin. Sin ofender al machismo, se trata de un vino dulce y afrutado que bendice las papilas gustativas con la tersura de una caricia femenina. Quien lo degusta sin prejuicios, encuentra en él un sabor extrañamente familiar y el sumo de su buquet crea tal comodidad que no resulta disparatado el seudónimo con el que los alemanes lo identifican: Liebfraumilch.

Traducido al español, Liebfraumilch quiere decir, amorosa leche de la señora, en evidente referencia a la leche materna.

Que el vino del Rhin, el Liebfraumilch, pueda adquirirse en México en cualquier supermercado a 28 pesos la botella de 750 mililitros, nos habla de dos cosas: 1) que los alemanes producen esta delicia en cantidades fantásticas, o, 2) que la amorosa leche de la dama acusa peligrosos linderos devaluatorios.

En el verano, su época de madurez, los legendarios viñedos acunados en la rivera del Rhin son beneficiarios de una maravilla natural: los rayos del sol bañan generosamente las hojas de las vides durante el mediodía, pero, en el curso de la mañana y de la tarde, adicionalmente, la vid se beneficia del reflejo que produce el milenario río sobre su costado. Imagino el sabor de aquellas uvas, pero me resigno con deleitar el fruto de su fermentación.

Qué cosas, ¿no?

Esta tarde me encontraba trabado en los bosquejos de un relato que preparo, cuando, impaciente ante la falta de obediencia de Word, derramé un vaso del vino del Rhin sobre el teclado. No les comentaré sobre la gama de emociones que experimenté en ese momento. Me concentro mejor en relatar qué tan a fondo conocí la osamenta, el sistema nervioso y el glandular de mi ordenador. Pese a su aparente complejidad, las teclas, por fortuna, volvieron a su cauce y ahora puedo concluir esta experiencia sin contratiempos.

Si el ser humano es capaz de colocar un tornillo en condiciones adversas, y producir un vino de virtudes tan excelsas como el del Rhin, ¿por qué demonios somos tan brutos como para derramar una copa sobre el teclado?

viernes, julio 30, 2004

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APUNTES SOBRE LA TORRE DE BABEL

A David Miklos

Nunca tuve a mi alcance la reseña de David Miklos de Madame Bovary de Gustav Flaubert, luego de su promesa (de David, no de Flaubert) de leer la obra en francés. Esta, mi ignorancia, es quizá una de las cosas que ha prohijado su ausencia del blog.

Aunque la discusión sobre la calidad de las traducciones (hablando en términos generales) no es nueva, la comparación de varias versiones no es de ninguna manera ociosa. Existen sin duda versiones que reflejan de manera más fiel la intención narrativa del autor. Aún sin tener a la mano la versión francesa (y aceptando por adelantado nuestra lejanía por el francés), en los párrafos que veremos a continuación, podemos comparar los giros idiomáticos, las inflexiones verbales y aún los diferentes sustantivos que son empleados por traductores distintos.

Aclaro que los párrafos citados a continuación fueron tomados al azar; este ejercicio de ninguna manera pretende implicar que quien escribe haya leído a conciencia todas las versiones citadas de la Bovary, de ninguna manera. Se trata tan solo de una (h)ojeada a vuelo de pájaro.

Es el estilo del traductor el que muchas veces interfiere, involuntariamente, quiero creerlo, en el proceso de proyectar las ideas originales del autor. Un novelista como Gustav Flaubert, empeñoso indagador de ambientes, detalles pintorescos y complicadas actitudes humanas; obsesionado por encontrar frases precisas, descripciones exactas, adjetivos inequívocos, llevará siempre una kilométrica ventaja respecto de los traductores de sus obras. Los traductores, por su parte, encontrarán una tarea nada fácil en reproducir el paciente y meticuloso esfuerzo del autor por elaborar una novela de alcance universal.

De otra forma, si las traducciones de textos literarios conllevan siempre el peligro del subjetivismo, en el caso de Flaubert, los traductores corren un riesgo adicional: el de sucumbir ante la tentación de simplificar el profundo significado de su metáfora o el oculto matiz de su alegoría. Veamos los ejemplos:


... "Se le ve desde lejos tendido a lo largo de la rivera como un vaquero que sestea a la orilla del agua".

Edimat, Editorial Sopena.


... "Se le ve de lejos, acostado a lo largo sobre la rivera, como un guardián de vacas que sestea a la orilla del agua".

Edimex, 1998.


... "Se divisa desde lejos, como si fuera un pastor de vacas que estuviera durmiendo la siesta tendido a orillas del río".

Editorial Origen, 1983.


... "Se ve éste a lo lejos, tendido a lo largo del ribazo como un boyero que echa su siesta junto al agua"

Editorial Porrúa, Colección "Sepan cuántos..."



En este caso, al inicio del primer capítulo de la segunda parte, comenzamos a notar algunas diferencias menores en cuanto a conjugación verbal y en la definición de ciertos objetos.

Otro caso, el párrafo final de la primera parte:


... Se quedó mirando como ardía. Las pequeñas bayas se incendiaban, el hilo de alambre se retorcía, se fundía la cinta. Hasta que las corolas de papel, retorciéndose y columpiándose sobre los hierros de la chimenea, acabaron levantando el vuelo campana arriba como mariposas negras.
Cuando dejaron Tostes, a primeros de marzo, Madame Bovary estaba embarazada.

Editorial Origen, 1983.

... Lo miró arder. Los rellenos de cartón estallaban, los hilos de alambre se retorcían, los galones se fundían; y las corolas de papel arrugadas ascendían a lo largo de la plancha como mariposas negras y acababan por perderse en el tubo de la chimenea.
Cuando Emma y Carlos salieron de Tostes, en el mes de marzo, la señora Bovary estaba encinta.

Edimex, 1998.

.. "Emma lo miró arder. Los pequeños tubos de cartón estallaban, los hilos de alambre se retorcían, se deshacían las cintas y las corolas de papel apergaminadas, balanceándose sobre el fuego como mariposas negras, acabaron por desaparecer chimenea arriba.
Cuando salieron de Tostes en el mes de marzo, la señora Bovary estaba encinta".

Edimat, Editorial Sopena.


... "Emma lo miraba mientras ardía. Las bolitas de cartón estallaban. Los alambres se retorcían y la trencilla se derretía, y las corolas de papel, acartonándose, se columpiaban a lo largo de la chapa como mariposas negras, hasta que subieron volando por la chimenea. Cuando salieron de Tostes en el mes de marzo, la señora Bovary estaba embarazada".

Editorial Porrúa, Colección "Sepan cuántos..."



Un ejemplo más: la narración de la muerte de Eloísa, primera esposa de Carlos Bovary, al final del segundo capítulo de la primera parte.

... "Pero la cosa ya no tenía arreglo. Ocho días más tarde, cuando estaba tendiendo la ropa blanca en el patio, tuvo un vómito de sangre. Al día siguiente, cuando Charles estaba a punto de correr las cortinas de la ventana, de espaldas a su mujer, ella dijo: '¡Ay, Dios mío!', lanzó un suspiro y perdió el conocimiento. ¡Qué cosa más sorprendente!, resulta que estaba muerta".

Editorial Origen, 1983.


... "El daño estaba hecho. Ocho días después, estando Eloísa tendiendo ropa en el patio, fue invadida por una oleada de sangre, y al día siguiente, mientras Carlos, vuelto de espaldas, corría la cortinilla de la ventana, se la oyó decir: '¡Ah, Dios mío!', exhaló un suspiro y se desmayó. Estaba muerta".

Edimex, 1998.


... "Pero el mal ya estaba hecho. Ocho días después, mientras tendía la ropa blanca en el patio, Eloísa tuvo un vómito de sangre y al día siguiente, cuando Carlos, vuelto de espalda, se disponía a correr la cortina de la ventana, su mujer lanzó un '¡Ay, Dios mío!', exhaló un suspiro y se desvaneció. ¡Estaba muerta! ".

Edimat, Editorial Sopena.

jueves, julio 29, 2004

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ARRIEROS SOMOS Y EN EL RELATO ANDAMOS

Tengo grandes amigos que no conozco, aunque "no conozco" es un decir. A muchos blogueros los conozco por lo que escriben, antes que por su fisonomía y es una costumbre tratar de hacer nudos de acercamiento con aquellos que parecen interesarse en lo que a mí me interesa. Mediante este criterio he conocido algunas bahías inéditas y anclado mi velero en puertos impredecibles.

No es el caso de Guillermo Vega de quien puedo decir que conocía hace algunos años. La cosa es esta: Hace unos días recibí desde la más smográfilitica urbe su libro, un cuentario que obedece al sugestivo título de "Antología de lo indecible". Salió bajo el signo de la colección La mosca muerte y del sello Cuñaoculta. Para mi sorpresa me encontré ahí un curioso cuento que ya conocía: El perro de Brasil (jajaja, aún me río por el relato); lo había leído por allá a mediados de 1999, si mi Alzehimer no me traiciona, en el suplemento de un diario capitalino (diría La Jornada abusando de mis más vetustos chips neuronales), cuando residía yo en el corazón grisáceo de San Cosme.

Grata sorpresa encontrarme a El Vega otra vez, ahora más lejos en el espacio pero más cerca por el contagio del blog.

Antología de lo indecible obedece, a mi gusto, a un novedoso estilo narrativo que oscila entre lo cotidiano y lo extraordinario, unido por un ambiguo hilo conductor que hurta del humor, la familia, el amor y el sexo para sorprendernos. Con estas herramientas, El Vega nos informa que los lugares comunes están repletos de mundos insospechados y que el escritor puede encontrar vasos comunicantes donde el lego bosteza rutinas. Su pluma no rebusca florituras ni abusa de altisonancias; su objeto es el relato y su mérito mayor estriba, quizá, en que la trama jamás pierde de vista al lector. Búsquenlo y verán (al autor, no al lector). Desde acá le enviamos una felicitación por sus renglones y un abrazo por este segundo encuentro.




("Humphrey: ¿y cuándo fue la última vez que te traicionó tu Alzehimer? -Eso sí lo recuerdo: aquella vez cuando intenté ennumerar los grandes éxitos de Julissa y Benny Ibarra-).

martes, julio 27, 2004

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VEREDICTO

Días ajetreados. El hechizo del período vacacional se debate a muerte con la cartera. Las ansias por el sol y la arena naufragan en una isla desierta. La rutina lo envuelve todo, la inmediatez dicta sentencia y me encuentra culpable. Culpable. No hay derecho a fianza, no se permite aportar pruebas ni se ve cerca ninguna comisión de derechos humanos. Visítenme en el reclusorio de lo estrictamente cotidiano, estaré ahí mientras dure la condena. Traigan cigarros.

lunes, julio 26, 2004

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TEORÍAS

Lo he repetido hasta el cansancio: Mientras no se eche mano de mi "Teoría para lanzar penales contra porteros zurdos", equipos talentosos y potencialmente ganadores, como la selección argentina, vencida esta tarde por Brasil en el cadalso de la pena máxima, tropezarán con la mala jugada de la derrota.

("Humphrey, pero, esa Teoría, ¿dónde se consigue?" -En la Gandhi no, en la de Cristal no, con suerte en una librería de viejo-).

viernes, julio 23, 2004

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MISOGINIA CLÁSICA

Hace dos mil y pico de años, los griegos sostenían que los hombres soñaban aquello que deseaban o temían. Hubiera sido más útil que informaran qué carajos soñaban las mujeres.
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JUEGOS DE MESA: ASTUCIA E INGENUIDAD

El ajedrez es un juego sublime, sin embargo, algunas personas, especialmente aficionadas a jugar al pókar, sostienen que el ajedrez es un juego ambiguo y poco atractivo porque, descontando el empate, una partida finaliza cuando se ha hecho todo para poner al rey enemigo en el umbral de la muerte; la circunstancia es la un rey sin escapatoria que enfrenta una amenaza insalvable, pero el rey tiene la opción de rendirse ante la inminencia del jaque mate o esperar a que llegue esa céebre frase y doblar las manos, es decir, no morir, sólo aceptar que se virtulamente muerto. De tan obvia, la muerte se evita. En su razonamiento, esta especie de final de juego se antoja un evento indigno y, así parecen sugerirlo, la partida debería llevarse hasta las últimas consecuencias, es decir, hasta que "se coman" al rey.

Hay que tomar en cuenta que el jaque mate es resultado de un cierto desarrollo estratégico en el que la superioridad, por mínima que sea, será marginalmente decisiva al final. Nadie puede "comerse" a un rey en una jugada ingenua en el que éste ha quedado sin protección y a merced de una pieza enemiga. La victoria tiene que gestarse cuando el rey ha quedado acorralado y sin puerta de escape, aún cuando pudiera tener un ejército más completo que el adversario.

En el pókar, una tercia de dos "mata" a un par de ases. Simple. Pero existe otra opción: frente a la amenaza de perder la apuesta por la presunta superioridad potencial del contrario (principio del blof), alguno de los jugadores se rinde y abandona la partida.

Mientras que en el ajedrez el juego permanece a la vista de todos, en el pókar una mezcla de azar y perspicacia parecen establecer la fragilidad de la balanza. En el primero, las conjeturas están sujetas a un número relativamente elevado de posibilidades; en las cartas, esas posibilidades, menores en número de combinaciones, ponen en juego ciertas habilidades colaterales a la inteligencia. El ajedrecista conoce ciertos senderos por donde necesariamente transitará el enemigo y despliega sus recursos en busca de sacar ventaja de las debilidades y errores del enemigo. En el pókar, el jugador finalmente espera que la mano le favorezca en un cierto número de ocasiones para poder blofear exitosamente.

Escribir narrativa, arriesgo, comparte de alguna manera las habilidades de ambos juegos. Un relato exige cierta estrategia para mantener con vida al lector y llevarlo hasta el callejón sin salida del final; pero requiere también de la presunción ambigua de alternativas (blof) para que apueste hasta la última línea. Luego se lo gana o se lo pierde. La diferencia con estos juegos es que en la narrativa no hay empates.
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LECCIONES DE CATALÁN EN ABONOS

(Si presentas este cupón la inscripción es gratis)

LA TIETA

La despertarà el vent d'un cop als finestrons.
És tan llarg i ample el llit... I són freds els llençols...
Amb els uls mig tancats, buscarà una altra mà
sense trobar ningú, com ahir, com demà.
La seva soledad és el fidel amant
que coneix el seu cos plec a plec, pam a pam...
Escoltarà el miol d'un gat capat
i vell que en els seus genolls dorm
ells llargs vespres d'hivern.

Hi ha un missal adormit damunt la tauleta
i un got d'aigua buit quan es lleva la tieta.
Un mirall esquerdat li dirà: «Ja est fas gran.
Com ha passat el temps! Com han volat els anys!
Com somnis de jovent pels carres s'han perdut!
Com s'arruga la pell, com s'ensorren ells ulls!...»

La portera, al seu pas, dibuixarà un somris:
Amb l'orgull de qui té algú per escalfar-li el llit.
Com cada dia el mateix: agafar un autobús
per treballar al despatx d'un advocat gandul,
amb qui en altre temps ella es feia l'estreta.
D'això fa tant de temps... Que ni ho recorda la tieta.

La que sempre tè un plat quan arriba Nadal.
La que no vol ningú si un bon dia pren mal.
La que no té més fills que els fills dels seus germans.
La que diu: «Tot va bé». La que diu: «Tant se val».
I el Diumenge de Rams li compra al seu fillol
un palmó llerg i blanc i un parell de mitjons
i a l'església tots dos faran com fa el mossèn
i lloaran Jesús que entra a Jerusalem...
Li darà vint durets per obrir una llibreta:
cal estalviar els diners com sempre ha fet la tieta.

I un dia s'ha de morir, més o menys com tothom.
Se l'endurà una grip cap al forat profund.
Però ella ja haurà pagat el ninxol i el taüt,
els salms dels capellans, les misses de difunts
i les flors que han de seguir al seu enterrement;
són coses que sovint les oblida, la gent,
i fan bonic les flors amb negres draps penjant
i al darrera uns amics, descuberts fa un instant
i una esquela que diu...«Ha mort la senyoreta...
... descansi en pau. AMÉN.» ... I oblidarem la tieta.


LA TÍA SOLTERA

La despertará el viento de un golpe en los postigos. Es tan larga y ancha la cama... Y están frías las sábanas. Con los ojos medio cerrados buscará otra mano sin encontrar ninguna, como ayer, como mañana. Su soledad es el amante fiel que conoce su cuerpo pliegue a pliegue, palmo a palmo... Escuchará el maullido de un gato viejo y castrado que en sus rodillas duerme las largas noches de invierno. Hay un misal dormido encima de la mesilla de noche y un vaso de agua casi vacío cuando se levanta la «tieta». Un espejo resquebrajado le dirá: «Ya te haces mayor. ¡Cómo ha pasado el tiempo! ¡Cómo volaron los años! ¡Como se han perdido por las calles sueños de juventud! ¡Cómo se arruga la piel, cómo se hunden los ojos!...» La portera, a su paso, dibujará una sonrisa: es el orgullo de quien tiene alguien que le caliente la cama. Cada día lo mismo: tomar el autobús para trabajar en el despacho de un abogado gandul, con quien en otro tiempo ella se hacía la estrecha. De eso hace tanto tiempo... Ni lo recuerda la «tieta». La que siempre tiene un plato cuando llega Navidad. La que no quiere nadie si un buen día cae enferma. La que no tiene más hijos que los hijos de sus hermanos. La que dice:«Todo va bien». La que dice:«¡Qué más da!» Y el Domingo de Ramos comprará a su ahijado un palmón largo y blanco y un par de calcetines y en la iglesia los dos harán lo que hace el cura y alabarán a Jesús que entra en Jerusalén... Le dará veinte duros para abrir una libreta: hay que ahorrar el dinero, como siempre ha hecho la «tieta». Y un día se ha de morir, más o menos como todo el mundo. Se la llevará una gripe al agujero profundo. Entonces ya habrá pagado el nicho y el ataúd, los salmos de los sacerdotes, las misas de difuntos y las flores que acompañarán su entierro. Son cosas que la gente a menudo olvida, y son tan bonitas las flores con negros crespones colgando y detrás unos amigos, descubiertos por un instante y una esquela que dice... «Ha muerto la señorita... ... descanse en paz. AMÉN.»... Y olvidaremos a la «tieta».

(A las primeras tres personas que llamen señalándonos la autoría de este poema se les enviará una colección de frases solemnes inéditas para utilizarse en funerales de individuos que hayan fallecido a causa de no saber un idioma ajeno).

(Agradecemos a Séptimo Sentido su colaboración, sin sus habilidades para aprender idiomas nos sentiríamos perdidos).
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DE MIS ARCHIVOS

Publicado hace un año (21 julio 2003).

FICCIÓN Y REALIDAD, EL OFICCIO DE POSTEAR

No he posteado últimamente, se habrán dado cuenta mis amigos, algunos me han reclamado, a otros les vale. A mí no. Tengo un vínculo especial con el blog porque he descubierto muchas ventajas en todo este marasmo de la publicación instantánea. Ya he hablado de eso, así que no voy a repetirlo.

En el curso de la semana discutía con un bloguero sobre la pérdida de interés en el blog al cabo de tres o cuatro meses de actividad, el desgaste de la emoción inicial de saberte "escrito, publicado y leído" en forma express. Yo alegaba que el fenómeno del "cansancio del bloguero" (así lo llamaremos) se debe principalmente a la ausencia de discusión que prevalece en el medio. Han habido algunas discusiones memorables, sí, algunas polémicas hiptnotizantes, también, pero, desafortunadamente, han sido las menos.

Una parte considerable de los blogs lo son las bitácoras anecdóticas personales, diarios íntimos que no dejan de tener su legión de simpatizantes sistemáticos y que permanecen en la blogósfera en su militancia individualista. En ellos aparece un fenómeno curioso. Aunque los diarios personales, como se concebían hasta fines el siglo pasado, no están exentos de mezclar realidad y fantasía, en el caso de los diarios blogueros resulta evidente que conllevan una fuerte dosis de ficción. Es casi una norma. La razón estriba, quizá, en el hecho mismo de saber que los textos serán leídos inmediatamente por algún (os) lector (es), de tal manera que el autor busca lograr una impresión, impresionar al lector del otro lado de la red.

No sería entonces descabellado denominar impresionista a la tendencia natural de los blogueros de jugar con esa mezcla de ficción-realidad, sabedores de que no existe juez que pueda censurar los textos a la velocidad y volumen en que aparecen. "Puedo escribir tal cosa impunemente"; de esta manera "puedo ganar más lectores", "nadie sabrá que estoy exagerando un poco", parecen ser razonamientos de esta lógica. El latinoamericano goza de una particular inclinación a la mitomanía, una herencia probablemente de la baja autoestima e ignorancia de quienes colonizaron estos lares. Esa tendencia a trastocar los términos de la realidad es tan transparente en quienes blogueamos, que resulta ocioso detenerse a corroborarlo. Ustedes lo saben. No me refiero a quienes publican deliberadamente ficción (cuentos, relatos, etc.) Hago hincapié en que no se falsea la realidad por amor a la ficción, por la ficción misma, simplemente se falsea por fines de simple lucro personal. Es fenoménico.

Por otro lado, los blogs de quienes se consideran a sí mismo escritores, salvo contadas excepciones, parecen irse apagando lentamente, prefigurando un aparente conflictode interés entre el escribir en este medio virtual y el de papel y tinta. Pienso que ese desapego paulatino desaprovecha un medio interesante para publicar reseñas, comentarios, proyectos, etc., sobre literatura, cine, teatro, música, política, fotografía, etc., que, por otro lado, despiertan el interés de un importante sector de blogueros.

Sin pretender agotar las categorías de blogueros en esta diferenciación, es obvio que en todos los casos lo que despierta la atención de los lectores potenciales es el manejo hábil del lenguaje. Esta habilidad no se reduce únicamente a la observancia de las reglas orotográficas, sintácticas, etc., sino especialmente a la transparencia del discurso, y la transparencia del discurso se encuentra en relación proporcional con la honestidad de quien escribe. En su caso, la verdadera honestidad de quien escribe no se fundamenta en cierta "sinceridad de sentimientos", sino, ante todo, en el respeto que debe existir por la inteligencia de quien lee.

Puedes escribir como Bukovski, si gustas (y si puedes), pero, como Bukovski, no pierdas de vista que no escribes para retardados (si no es el caso).

Recuerdo un sabio consejo de Rafa S: "No postees sobre tu vida, postea sobre la vida, its different".

("Humphrey, olvidas un ingrediente fundamental en el acto de postear: el humor" -Es cierto, pero el humor hay que incluirlo en esa parte que dice 'el respeto que debe existir por la inteligencia de quien lee'-).

¿Qué hora es?
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OSIAZUL, CAJA DE SORPRESAS

   Érika Mergruen ha creado un nuevo sitio donde se reúnen letras, escribidores, obras y varios etcéteras. Puedes visitarlo en Osiazul

Desde esta esquina le enviamos nuestros mejores pronósticos.

miércoles, julio 21, 2004

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LA FRAGILIDAD DA SORPRESAS
 
     Últimamente he estado peleado con mi úlcera, o ella conmigo que es lo más cierto, de modo que la cimetidina se ha convertido en la enfermera de cabecera.  Ocurre que ha habido algunos corajes fuera de programa; mi estrés se pone mánico-depresivo y mi sentido del humor se estrena en una racha egoísta.  Vean por ejemplo: el domingo la batería de mi carro tomó partido por la eutanasia y con la complicidad de la alarma decidió quitarse la vida. Kaput. Cero. Esto no hubiera alterado mi sistema neuronal excepto porque decidió hacerlo a las dos de la tarde, momento en el que Beatyfulville se convierte en el horno de Satán y la temperatura (es en serio) le hace ojitos a los 45 grados centígrados.  (En sus temperaturas extremas, Julio Sueco recordará que estos nomios son capaces de derretir masas encefálicas y guisar huevos con rayos solares). No diré que en ese momento me encuentro en un barrio olvidado por la civilización y que los cuates que me ayudan a empujar el auto hacia un taller cercano son individuos afectados por drogas baratas y por un destino cruel. Diré solamente que por un momento me siento desprotegido frente a lo imprevisto y, por otro lado, caigo en cuenta que esos cuates no son malas personas, sólo que nunca conocieron la oportunidad (además no son muy buenos empujando -será porque se estan quemando las manos-).
 
    Mi hermano menor, no obstante los transtornos que supone haber tenido como icono a John Travolta en los años ochenta, es materia dispuesta cuando se trata de evitar que zozobren los principios del Evangelio. El hombre no dudó en ir en mi auxilio y llegar exactamente un minuto antes de que yo empezara a sufrir alucinaciones por la deshidratación. No tiene caso decirles cómo me odio a mí mismo por mi testarudez en contra de usar teléfono celular, el caso es que busqué una caseta telefónica para llamarlo, con tan mala suerte que...  bueno, abreviando: pude encontrarlo, aprovechar sus conocimientos para desactivar la alarma, comprar una batería nueva, instalarla y, largarnos de ese barrio al que la obligación me había llevado.  
 
    No les he dicho, pero, para completar el cuadro, la socia, mi marciano favorito y la chica superpoderosa se fueron de vacaciones a los E.U. dejándome con todo el peso de un negocio frágil sobre mis espaldas, con una cartera vencida de clientes que parecen peores deudores que los países de Centroamérica y con un nivel de ventas que multiplica sus angustias por el período vacacional (que ahora atraviesa su nivel más álgido) y por cuestiones inimaginables que mortifican los mercados.
 
   En qué parará todo esto, no lo sé, pero de seguir así las cosas, mi instinto de conservación y mis facultades escriturales entrarán en fase terminal, eso sí lo sé. Estén pendientes, en un momento dado puedo empezar a redactar textos como los de Carlos Cuauthémoc Sánchez.

martes, julio 20, 2004

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NO LEAN ESTO 
 
   No sé ustedes, pero yo, uando pisteo escribo cosas así: "uando pisteo". Se trata de pifias, errores tipográficos sin importancia que algunos individuos, digamos los editores de La Tempestad o de El tintero azulconsideran indignos (por decir lo menos); errores imperdonables que podrían llevar al cadalso a su despistado autor... que digo "al cadalso"... directamente ¡¡a la guillotina!!
 
   Para algnos, los errores tipográficos son impensables.   
  
   ¿Entienden?
 
    No, en serio... ¿entienden a qué me refiero?
 
   No es por hacerlos menos, pero la mayoría de los adultos jóvenes son descendientes de una generación estúpida (en el mejor de los casos). Disculpen la franqueza, sé que podrían haber sido mejores personas, de no haber sido por la confusión ideológica cuasi liberal-cuasi autoritaria de sus progenitores, baby boomers en versión autóctona. Son como son: sensibleros, rechazados, con baja autoestima, algunos en el quicio del llanto, otros al borde del abismo... machos probados e incorregibles, chicas en busca de identidad sexual, suicidas al borde, dueños de identidades estereotipadas, chicos intentando salir del closet, etcétera... nos llevaría toda la noche intentar clasificarlos.
 
   Yo soy uno de ustedes. Uno de nosotros.
 
   Sí, individuos que vemos el fin del mundo en una cuchara, en un reloj pasado de moda, sin entender que no somos sino una mala broma, una de mal gusto, una comparable al gusto culinario de un indígena zapoteco que ha sido enviado a Los Angeles atraído por un destino voraz.  Una broma sacada de la manga. De la manga ancha de alguien que decidió que esto no podría ser sino un cuento, uno complicado, con personajes y todo, con trama rebuscada, con focalizaciones varias y sin mayor afán que capturar a un lector y echarlo a la basura luego de que éste se percate de que ha sido utilizado: un condón o una toalla.
 
       Alguien se preguntará: "Qué mente extraña es capaz de confundirlo todo, de enredarlo tanto?"   La respuesta es simple: tu otro tú.

     ("Humphrey, otro post de estos y te abandonarán los pocos lectores que te quedan". -Es cierto, ya no debo consumir más Gato Negro-).
 
"Humphrey

lunes, julio 19, 2004

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TAUTOLOGÍA
 
-Compadre, ya vámonos, andas tan pedo que te ves todo borroso-.

domingo, julio 18, 2004

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BAILAMOS SAMBA
 
   Sobre el México-Brasil, un apunte en off side.  El equipo de Lavolpe intentó jugar sin complejos frente a un equipo superior técnica y físicamente. Error. Brasil esperaba atrás para lanzar a dos ferrocarriles: Adriano y Luis Fabiano. La diferencia era notoria. Mientras que los defensas brasileños jugaban de lujo y metían fuerte la pierna, Duilio y Carmona se vieron temerosos; Torrado errático e incapaz de entender que el rival agrega a sus virtudes la intuición, esa facultad para adelantarse y cortar los avances mexicanos que se veían obvios.
 
    Así se perdieron muchos balones en media cancha y los centros elevados de los cariocas  fueron veneno vil. Poco se podía hacer al pretender salir a "plantear el juego", es decir, traducido al cristiano, jugar ofensivamente. Con Brasil hay que tener respeto y cautela. No se hizo y se fue de las manos el partido. Hubo errores arbitrales y defensivos, sí, pero Brasil es Brasil, cualquiera que sea la selección que presente. No se juega contra 11 jugadores jóvenes. Se juega contra una tradición, contra un aleph futbolístico acumulado en los genes de un pueblo. Siempre hay que tenerle respeto.

viernes, julio 16, 2004

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MORBO, OCIO Y FICCIÓN
 
     Cuando Rosario Castellanos escribió Balún Canán hizo una especie de flashback con algunas vetas autobiográficas (nunca se tienen todos los pelos de la burra en la mano) y las mezcló con algo que siempre está inmerso en el relato vital: lo que tuvo que ser. Es decir, imaginación, reconstrucción probable de los hechos, aquello que se presume dará verosimilitud al relato.  Pero, menudo enredo, ¡cada una de las vidas es inverosímil!, con giros inexplicables e inéditos.  Peor aún aquellas de personajes célebres (¡muchos adquieren celebridad tan sólo por sus biografías!).
 
    Quien relata una biografía, intenta adecuar las cosas pensando en el escucha-lector. Esta adecuación, que no es sino una inadecuación de la realidad, una especie de traducción, introduce aún sin pretenderlo, el contagioso virus de la ficción. Contaremos ciertas cosas ciertas de forma que efectivamente parezcan ciertas, que "tengan su lógica".  Luego entonces, nos vamos por el camino de magnificar aquellos sucesos, eventos, etcétera, que reafirmen la tesis que sustenta nuestra biografía (con frecuencia los referentes no son sino retazos de nuestra visión autobiográfica).
 
     La crisis de la novela tradicional, esa que padece la inherencia genética del realismo decimonónico, condujo al experimentalismo de las vanguardias. Éstas bregaban con la anomalía que se deriva de la paradoja realidad-ficción. Muchas de estas vanguardias creyeron haber horadado la barrera de la tradición violentando las formas léxicoestilísticas, las ortográficas o las sintácticas.  Se abrieron caminos curiosos y sorprendentes, pero la vulnerabilidad a la recurrencia del realismo nunca se curó del todo. Y es que es imposible. La paradoja reside en que la estructura del pensamiento racional establece formas preconcebidas de acción y de abstracción. El elemento incoherente, inadaptado, etcétera, es aceptado sólo como accidente transitorio no como forma de vida; más aún, el accidente no viene sino a confirmar la necesidad de la coherencia.  Las caguamas o las langostas recorrerán las mismas rutas submarinas que obedecen hace miles de años en su migración, como si "conocieran" el camino antes de nacer, sin embargo, son límites electromagnéticos los que definen los cursos de acción de tales migraciones.  Nos guste o no, existen "límites" -quitando la connotación pueril que esto supone- en el universo que definen cierta morfología, cierta geometría de objetos y relaciones, cuya esencia no puede cambiarse de forma arbitraria.  
  
     Así, la representación ficciosa es una alegoría de la realidad.  El sustrato de pensamiento que exige la ficción, por descabellada o sui géneris que se pretenda, es diabólicamente coherente o no es nada. Es cierto, la ficción incoherente crea un universo nuevo: uno sin lectores. 
   
    ¿Qué se exige en la confección de un relato breve? (Minificción le llaman, aunque esta definición soslaya que todo relato es en menor o mayor medida una ficción). Se solicita que el relatillo "cuadre", que no deje huecos. Escribe cualquier fantasía, estupidez o sueño, pero, por favor, dame pistas que yo pueda seguir (dame un poco de coherencia,  my friend, o tu ficción terminará en el bote de la basura).  
 
   Por ello, cada biografía encierra una trama (pre) determinada,  simplemente porque "trama" es un recurso para acercarnos a algo que es inasible: la vida tal como ocurre. Trama es algo que exige punto de vista (focalización), la vida no es una trama.
 
    Igual que cada novela busca crear referentes familiares al lector: lugares comunes, adaptaciones culturales (como por ejemplo, la patética translación de formas de conducta y normas sociales que observamos en, digamos, La guerra de las galaxias u otras adaptaciones agringadas que escurren de Hollywood). Chistes, tics y lugares comunes de la cultura estadounidense actual se trasladan a épocas tan alejadas como el viejo oeste o Troya.  Todo para que la historia resulte "atractiva" a un público (pre)determinado. Trama. Focalización.
    ¿Entienden los indígenas chiapanecos Balún Canán, esa novela sobre "su" vida?
 
    Relaten por ejemplo la vida de Franz Kafka. Generalmente el biógrafo toma partido y "observa" la infancia del escritor checo desde los juicios morales y sociales que se desprende de la Carta al Padre, editada y publicada pese a la oposición de su autor. ¿Pero, qué?  ¿Es la Carta al Padre ficción o realidad? Max Brodi editó y gestó la publicación de esa famosa carta que Franz le solicitó destruir cuando se descendía ya los primeros escalones de su tumba. Para empezar Brodi le puso título a la carta, ¿verdad?  Desvirtuaba así la realidad, con toda impunidad. La realidad era que Franz no quería publicarla, sino destruirla. Luego se levanta un edificio de juicios apócrifos, por decir lo menos,  sobre la vida del autor.  Dicho de otra forma: ¿Es legítima una biografía que base sus tesis en documentos que el autor deseaba destruir?
   
     Hay que tener en cuenta que la representación de la realidad, es decir una representación comestible, disfrutable y digerible, será también desechable. Toda representación es desechable. La realidad tiene existencia propia, independientemente de que nos guste o no. La realidad es indesechable.
    Tengo que irme. ¿Qué hora es?
 
  ("Hora de ir a trabajar, Humphrey, déjate de ficcionadas y encara la realidad: hay que sacar para comer".  -Ok, ok, pero no me apures, ves que la realidad es indesechable-).

miércoles, julio 14, 2004

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SE IMPARTEN CURSOS DE HISTORIA (NO OCUPAS LIBROS)

Luego del anuncio del gobierno foxista de que se reducirán los espacios de clase a algunos capítulos de la historia nacional, entre ellos el relativo al período prehispánico, es decir, lo tocante al fascinante mundo genocida de los aztecas y la decadente evolución de la cultura maya, entre otros, saltan varias interrogantes. Esta es una de ellas: ¿Estará pensando Vicente Fox otorgarle a Televisa la complicadísima tarea de aleccionarnos sobre nuestras raíces indígenas? ¡Qué bueno! Porque el canal de las estrellas lleva ya un extenso trecho recorrido como exponente distinguido de la historia oficial. Su último gran avance es financiar a José Woldenberg para que nos cuente "la historia de la democracia" en México. (¿Qué creen? ¡Democráticos ya somos!)

Si bien la Constitución Política de nuestro País establece con toda puntualidad que la democracia no es un mero ejercicio electorero ni una maroma polìtica, sino un sistema de vida basado en el constante mejoramiento económico y social de los mexicanos, Woldenberg y el sistema que representa (Televisa incluided) pretenden convencernos de que "ya alcanzamos la democracia". Con tantos esfuerzos, Virgencita, los muertos del 68, la masacre de "los halcones", la resurrección de los partidos, ¡las alianzas, madre mía! ¡Sí!, la pulurlaridad (no puedo ni pronunciar de la emoción), sí, la pluralidad de las Cámaras y el fortalecimiento de la clase política (pa todos hay). Ya somos democráticos, ¿no?, nosotros elegimos nuestro propio atajo al paraíso: el TLC, la globalización (mmmh, que rica), casi somos "patrimonio de la humanidá".

¿Ven?, para qué quejarnos, vamos bien, ya nos democratizamos, aistá la historia que no miente, órale, despierten a los niños, ya va a comenzar Woldenberg la lección, que no se pierdan de ésto.

Mire, compadre, si no estaremos democratizados, con decirle que en este tiempo que usté se fue al Illinois aquí hasta ponen casillas pa que los niños voten el primer domingo de julio... con decirle que hasta hay un día en que los niños son diputados y votan y todo, como si jueran grandes.

Llamen a los niños, en serio, hoy hablará José de "la alternancia". Yo voto por José, sin distingo de partido que lo postule ni color de camiseta (ora que si se pone la de los tecos de la Autónoma, pues ahí sí, pinto mi raya, vaya a ser que me tenga que confesar con el padre Amaro).

Democracia en cápsulas, tómela tres veces al día, una después de cada comida.

Pero, José, los treinta y ocho millones de mexicanos que, abusando de la confianza que se les ha dado, y sesgándose de este México de oportunidades, osan parapetarse detrás del marasmo antidemocrático y naco de la "pobreza extrema", pueden echarlo todo a perder (los malagradecidos ni tele tienen para aprender tus lecciones de la democracia). ¿Por qué no los desaparecemos? Podríamos asesorarnos con los Arellano Félix o el Mochaorejas para no dejar rastro y continuar con más capítulos de la serie, ya sin pesimistas. Por qué no sacamos a los think tanks de Puente Grande y del Reclusorio Norte; podríamos formar un comité nacional de evaluación que dé seguimiento a los agigantados pasos de la democracia (corremos el riesgo de no alcanzarla, pero intentémoslo, hombre, qué nos cuesta).

Propongo una consigna para salir al paso de todo esto:

"Democracia extrema".

Redoblemos esfuerzos en pro de la democracia. Uno no quiere que la democracia se imponga en base a decretos y autoritarismos, pero ¿qué?, tenemos que hacerlo, es por el bien de todos. Ya con la democracia redoblada y sin tanto aguafiestas pobretón podríamos proponernos nuevos escalones democráticos, por ejemplo, llevar a una mujer a la presidencia, ¡ya estamos preparados para eso, Marthita no te nos rajes ahora, pérate tantito! O bien, podemos llevar a un miembro de alguna minoría a la primera magistratura, ¡eso sí nos subiría de nivel: qué les parecería un discapacitado como Raúl Orvañanos o un comunicador como Polo Polo. En fin, no sé, ya embalados en ese tranvía llamado democracia las opciones se multiplican y las oportunidades se hacen exponenciales. ¡Vivan los partidos! ¡Vivan sus líderes!
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MONSIVÁIS HATES HUNTIGNTON

Oye, pos qué bueno que el viejito decrépito de Monsiváis nos ilumina con este descubrimiento: Huntington es racista, waw, what a surprise, nosotros pensando que era un iluminado humanista.
Pobre Monsiváis, tan lejos de Dios y tan cerca de Big Brother VIP.

martes, julio 13, 2004

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EL TEMIBLE RETORNO DE FERNANDO NACHÓN

Si quieren leer algo divertido, entren al blog del médico Fernando Nachón (no he podido poner links últimamente, pero su página editorial es http://nachon.blogspot.com/, digo por si algún despistado no conoce a este bloguero). Fernando estuvo un tiempo bateando de foul, fallando penalties, dando malos pasos, equivocando el camino, chispoteando la tinta, pero ahora, sí, ahora, ha empezado a escribir con los destellos de aquella época en que la fama dormía con él. No podemos predecir en qué va a parar todo esto pero vayan, vayan a asomarse a ese sitio (bajo su propio riesgo).

domingo, julio 11, 2004

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MINIFICCIONES (SERVICIO A DOMICILIO, SI NO TE LA ENTREGAMOS EN 30 MINUTOS, LA MINIFICCIÓN ES GRATIS)

Aquel gruñido era un eco espantoso, grueso, grave, ronco y tan profundo que no podía provenir sino de la entraña tumefacta de El Maligno.
-Es sólo un eructo de la bestia- dijo mi compañera mientras nos ocultábamos en aquel recoveco. ¡Sólo un eructo!, pensé mientras sentía crujir las paredes del pozo y un hilillo de orina corría por mi pierna.


sábado, julio 10, 2004

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¡¡FELICIDADES A OCTAVIO MORENO!!

Esta semana, Octavio Moreno, barítono del Coro de la Universidad de Sonora, ganò el primer lugar en el afamado concurso de canto lírico de la ciudad de Trujillo, Perú. Su enorme talento histriónico y la bella voz que es capaz de salir de su ronco pecho, han sido virtudes que este blog aplaude cada vez que es preciso. El premio conta de tres mil dolarillos.

Octavio con sus 22 abriles tiene ya un largo trecho recorrido en el mundo de la ópera de este país. Uno de sus méritos más recientes es el de haber sido seleccionado para participar en el Concurso Operalia que patrocina el tenor Plácido Domingo, siendo el único cantante mexicano en ser elegido. Esta justa lírica será en agosto y el compa Octavio tiene con qué. A meter el acelerador, que por acá tendrá porras sinceras y desinteresadas.

jueves, julio 08, 2004

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FRAGMENTOS DE UN DÍA PERFECTO

Sí...
el mundo es tan perfecto.

Instantes de alivio
mitigan ciertas noches de insomnio,
mientras las madrugadas acunan promesas
y los mediodías cultivan
lamentos vehiculares.

Ya ha sonado el timbre
y unos estudiantes en ayunas
acuden a escuchar sermones académicos
y epilepsias magistrales.

Por todos lados
los checadores ronronean su estribillo.
Lluvias de folios
pantanos de expedientes
anuncian que no habrá tregua esta mañana.
Una ausencia de paraguas
licúa los horóscopos.

Bomberos al rescate marchan
siguiendo el compás de una sirena.
Dos amantes, llamas, humo, fuego,
las cosas que se fraguan
en el diestro escondite
de un hotel barato.
Fue un fósforo
que alcanzó la cortina del matrimonio.
(Oh Dios, ¿cómo pudo pasar?)

Apenas son las diez de la mañana
y el mundo sigue perfecto.

Unos turistas negocian cheques de viajero
en el restaurante equivocado.
Qué temprano.
Los bancos abren sus fauces
y en la esquina la madona observa
los pantalones del payaso que escupe fuego.

Un periódico manoseado declara "buenos días"
diciendo que el narco es cosa seria
y que el presidente dio un mal paso.
Lo cuelo entre mis manos
y atrapo limpiamente los suspiros deportivos.
Una nota de espectáculos
me ha guiñado el ojo izquierdo.

No sé... pero siento
que el mundo es muy perfecto.

Aprovechando la atención del árbitro,
solicito cambio, me duele mi tobillo,
todos se hacen preguntas...
salgo del estadio como del partido
en plena mitad de la semana.

Qué importa, me largo,
el mundo es tan perfecto
que puedo imaginarme cualquier cosa.

Vago entre lentejuelas
de patrullas y prisas ciudadanas;
entre anuncios dinosáuricos
y relojes descompuestos.

"Adiós", digo,
"adiós", y meto cambios
y me largo
y salgo hacia un hábitat formado
de cerros taimados y maleza imperturbable.

Y acelero, y meto más cambios
y decido que el mundo es tan perfecto
y tan proclive
que nadie en sus cabales
y en sus ansias
debiera ser sordo
y temeroso
de ser alcanzado por su abrigo.

Yo, que soy discreto,
no cuento qué ha pasado
aquella tarde de estampida.

Si la duda te embarga...
amigo mío, visita el cementerio
este noviembre
y busca un epitafio bermejo y desteñido

Es la nota roja del diario matutino
que anuncia que ese día perfecto
he sido despedido.

miércoles, julio 07, 2004

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SOBRE EL MORBO Y VOCACIONES AFINES

a Trilce, Antonio Marts, y Marco Islas.

La otra madrugada decía que el morbo es una versión extrema de la vocación natural por conocer que comparten los seres humanos. En otro momento diré otras cosas sobre este tema. Ahora no es ese momento, son apenas las 8 de la noche de otro momento y lo que podrían leer a continuación (que el morbo no es malo) no es lo que diré después.

Si estás sólo en la habitación leyendo al amparo una lámpara fiel (no todas lo son) y escuchas de pronto un ruido extraño, digamos el sonido de una gotera persistente en algún lugar, tu reacción natural e involuntaria será agudizar el sentido del oído, ¿cierto?, tu vista se levantará, abandonará las líneas del texto y mirará hacia un punto inexacto de un horizonte indeterminado, la típica postura de unos ojos observando hacia adentro; en primera instancia, la visión no busca lo que supones sea una gotera, indaga por ciertos archivos.

Lo habrás experimentado aunque no hayas reflexionado en ello; detrás de todo, para qué soslayarlo, como una máquina instintiva y astuta, Su Majestad, esa maga pretensiosa, la Razón, imperceptiblemente abrirá a nuestras espaldas una gaveta de complejos archivos sin otro fin que orientarnos en el instante de incertidumbre. A menos que seamos unos cobardes pusilánimes ante aquel ruidillo inédito e inesperado (bien podría tratarse de un ladrón internándose en nuestro patio en la maleza de la noche, alguna explosión de gasoductos domésticos o grietas tectónicas agrandándose, qué sé yo), nuestra primera conjetura abrirá la apretada llave de lo incierto. Y ahí, amigos, pese a nosotros mismos, Su Majestad entra en acción como un ángel de la guarda imprevisto, como salvavidas milagroso de náufragos condenados, como llave misteriosa que viola un cofre fantástico.

Primero abrirá un archivo que obedece al nombre de "comparación", luego otro que dice "intensidades", luego otro: "fuentes", y otro, "vínculos", y otro... y otro... y otro... luego, aunque nos resistamos a percibirlo y aún a concebirlo, abrirá un archivo maestro que quizá no deseemos tocar, uno que dice: "Todos los archivos", una especie de hiperlink, pero sin los acartonamientos que suponen tales links.

Todos estos archivos son abiertos simultáneamente, en un amalgamado momento que ni siquiera nos soñaríamos capaces de explicar (por eso mejor ni intento explicarlo).

Acto seguido nos levantamos (después de esta reflexión ya somos dos) abandonando nuestra lectura. Nos dirigimos al sitio del ruido para constatar que efectivamente se trata de una gotera, una simple gotera que, instantáneamente, nos proporciona varios indicadores gracias al hiperlink: afuera llueve; no estamos en un edificio de departamentos; el techo requiere de la aplicación de un aislante; la gotera se ha situado justo al lado de nuestro librero favorito. ¡Dios!, algunos libros ya resienten el rigor de la humedad. A ojo de buen cubero, un tomo de las obras completas de Mark Twain, La isla misteriosa de Verne, y los tomos XIX, XX y XXI de las obras completas de Alfonso Reyes, indefensos y rígidos, son salpicados. Monto en cólera.

En este momento se cae el sistema.

Ahora hay que esperar otro momento para saber qué más hay sobre este asunto. Por ahora sólo se respiran intuiciones.

martes, julio 06, 2004

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¡ULEROOOOO, ULEROOOO!

Que mala suerte, ahora que la nave empieza a hacer agua se nos va Poncho Durazo.

-Capitán, las ratas de su camarote alegan diferencias con su eminencia y se marchan-.
-Déjelas ir, Cabo Cril, ya vendrán otras-.

El gremio de los secretarios particulares lamenta que Durazo haya renunciado balconeando a su jefe y a la real consorte. Ya verán el descrédito y la creciente desconfianza que se vendrá encima de estos tradicionalmente leales servidores. ¡Secretarios particulares de todos los países, Uníos!

En un comunicado de última hora, la Organización Internacional de Secretarios Particulares (OISP)informó que las declaraciones de Poncho Durazo son responsabilidad del autor y no representan la línea editorial del organismo.

Los dirigentes de los partidos de oposición señalaron que estarán atentos a represalias en contra de Durazo, toda vez que el hombre sólo ha hecho valer su libertad de expresión. Versiones no oficiales afirman que el hasta hoy mano derecha de Vicente Fox no soportó las frases que la real consorte le profería (a Durazo, no a Vicente), entre otras, una que dice: "Me estás oyendo, inútil". (Me corrigen: a Vicente también).

No se sabe aún el futuro político que aguarda al ex secretario de Luis D. Colosio, sin embargo, algunos analistas han adelantado que quizá sea el hombre que necesita Andrés Manuel López Obrador para enderezar la caída decreciente de la tasa de su popularidad. Por otra parte, en la oficina de Carlos Madrazo hay un aviso que dice: "Se solicita secretario".

lunes, julio 05, 2004

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EXCUSE ME

Envuelto en un proyecto de carpintería doméstica, mis fuerzas se niegan a obedecerme después de las 11 de la noche. Luego les cuento.

domingo, julio 04, 2004

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PARÁBOLA INCENDIARIA

Un tío me preguntó que si cuál es el secreto para escribir, queriendo decir con ello escribir amenamente, capturar al lector, no ser aburrido, etcétera. No sé, respondí, pregúntenle a un bombero. Mi respuesta no era gratuita: Mi primo, hijo del tío de marras (ojalá mi tío no lea este arcaísmo) es justamente bombero de profesión, he hablado de él antes, es buzo rescatista, experto en manejo de tanques de gas en circunstancias de temperaturas extremas, etcéctera. Ocurre que cuando mi primo relata asuntos vinculados a su profesión, inmediatamente acapara la atención de los presentes, incluso de los niños. Hago un paréntesis: cuando los niños escuchan las palabras accidente, muerte, ahogados, sangre o ambulancia, repentinamente dejan de hacer lo que están haciendo y paran las orejas -cierro el paréntesis-.

Martín, mi primo, sabe muy bien que el bombero es un personaje mítico venerado por la sociedad -no obstante que ésta no repara en mejorarles el sueldo-. El oficio sui géneris de los apagafuegos es peligroso y en no pocas ocasiones temerario. Como todo oficio, exige cierta vocación de sacrificio y plantea un riesgo latente que a veces pasa inadvertido. Estos parámetros suponen un espacio de circunstancias que escapan del dominio del individuo de la calle, digamos de alguien como el lector promedio de páginas electrónicas, especialmente aquel que cultiva el uso del lenguaje en alguna de sus modalidades, como aquellos que buscan vivir de la ficción.

Dados su experiencia y rango, tal espacio de inéditas posibilidades (todo accidente es inédito aunque algunos han encontrado la manera de establecer comportamientos, estadísticas y tendencias) coloca a mi primo Martín en la obligación de elaborar detallados reportes de accidentes, incendios, etcétera. En estos reportes, Martín atiende a enumerar pormenores utilizando una serie de términos especializados, es decir, tecnicismos dirigidos a un lector especializado que sabrá analizarlos, calificarlos y obtener conclusiones.

Pero cuando Martín relata a algún público heterogeneo alguna acción del cuerpo de rescate en el que participa, lo hace a sabiendas de que se dirige a un público morboso por excelencia. Eso lo deja ver con una simple sonrisa. La cuestión es que la gente no desea saber cómo se va a rescatar a una víctima en un probable accidente, sino qué hacer en caso de ser ellos mismos la víctima. Así es el individuo: no pretende ser héroe sino cómo ser una víctima exitosa, es decir, que se salva.

Quien escriba, y ésto quizá responda a la pregunta de mi tío, debe tener en mente la existencia de una condición extraña que anida en el alma del individuo o del lector potencial: el morbo. El morbo no es algo malo o denostable per se; es una disfraz que adopta el deseo de conocer, especialmente en circunstancias que escapan o alteran la rutina, aquello que existe como una realidad posible o alterna, por ejemplo un incendio, un desastre natural, una muerte inesperada o un simple accidente.

Un manejo adecuado de este elemento, el morbo, redundará en manetener la atención del oyente o del lector. Martín no dirá cómo le hizo ; dirá simplemente qué hizo, dejando un océano de posibilidades entre el cómo y el qué. Sacó al niño de la casa en llamas pero no dirá si el pequeño estaba vivo hasta que alguien le pregunte; y si observamos que alguien comienza a preguntar, entonces ya tendremos algunos elementos para responderle al tío.
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NOCHES DE RONDA

Bajo el patrocinio del diario El Imparcial, el jueves iniciaron las "Charlas de Verano" con una exposición caricaturesca del monero de la casa, Carlos René Gutièrrez, y el cotorreo-presentación del trovador Alejandro Santiago. Los que asistimos pudimos constatar que Carlos René es un cuate sensible y modesto, capaz de demostrar que cualquiera no es sino una caricatura. Alex Santiago, por su parte, goza de una voz contagiosa y taladrante que no se ufana ni se afana por decir lo que piensa; la confesión le sale solita y no se arredra ante la heterogeneidad de su público. Dados estos ingredientes, al final, el Casillero del Diablo se distribuyó con la generosidad que puede ofrecer un tinto noble.

Mis amigos Martín Contreras y Lupita Pérez Ríos conocen su oficio y supieron cómo tratar al micrófono: sin estridencias ni altisonancias. Así, la noche fue redonda como las baladas de Alejandro Santiago que aún escucho: "por si no te vuelvo a ver".
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DISCULPEN LA TARDANZA

Hoy (es decir ayer sábado) regresó del hospital. Ví sus pestañas cuando llegó, fue lo primero; ví sus labios, sus ojos, algo había cambiado... no sé, quizá mi obsesión por el plural, mi sed de volver a verla.

Ustedes han estado enamorados, supongo. Qué pena. Ustedes entenderán.

Pero, bueno, comoquiera, hoy puedo postear otra vez. No todos los virus son mortales.