martes, mayo 22, 2012

Lunes 28 de Julio, 2008

HARNETT Y LA MUDANZA

     Hace días, le echamos una mano a Sergio Valenzuela pues se mudó de domicilio. Durante el trajín del cambio, lo primero que puso a salvo fueron dos posters cinematográficos: uno de Penélope Cruz y otro de la cinta basada en la ópera Carmen; Sergio cuida con especial veneración la manta de la presentación de su novela La niña de los tomates que nos dimos a la tarea de poner a todo lo largo de su nueva sala-comedor a punta de taladro y taquetes.

     Luego de agujerear muros y umbrales, y de atornillar repisas y persianas, nos propusimos fijar en sus paredes tres grandes cuadros que le llevé en calidad de préstamo. El que más le gustó fue uno tamaño poster donde se aprecia una variedad de quesos europeos y baguettes; en el cuadro de marco grueso de pino al natural se aprecia un utensilio que sirve para partir quesos grandes y que no es sino una cuerda de guitarra de metal rematada en sus extremos por dos mangos de madera. Quedó como mandado hacer en la pared del comedor.

     Otro es un retrato del busto un noble, una joya al pastel de la época de Brueghel realizada por un pintor de los Países Bajos cuyo nombre no recuerdo. Contrasta el rostro finamente detallado del hombre con el mero bosquejo de su cuello y su peto, predominando en toda la obra el azul plúmbago. Para éste no encontramos un lugar apropiado y quedó guardado en el clóset.

     El que me gusta más de los tres quedó en el pasillo, se trata de una reproducción del óleo del maestro estadounidense William F. Harnett que puedes observar arriba. El viejo violín, pintado en 1886, epitomiza la obra realista de Harnett, donde los efectos engañan de tal forma a la vista que algunos objetos parecen "salirse" del cuadro. Lamento que la fotografía que conseguí no sea lo suficientemente fiel. Harnett nació en Irlanda y emigró con su familia a muy temprana edad, durante la llamada "hambruna de las papas" en Europa. Adquirí la copia en la Galería Nacional de Arte de Washington hace unos veinte años, cuando tuve la fortuna de toparme con una exposición de obras de pintores norteamericanos de los siglos XVIII y XIX.

     Todavía quedan por instalar otros cuadros y más repisas, ya les cuento, por lo pronto adelanto que la nueva guarida de Sergio va quedando ad hoc. Conocer su nueva casa es un buen pretexto para visitarlo. . Publicadas por nacho a la/s 11:17 AM 2 comentarios