ACERCA DE LA POTENCIAL INFINITUD DE LA TIPOGRAFÍA Y DE LOS LIMITADOS ALCANCES DE LOS TÉRMINOS INFINTUD, POTENCIAL y otras cáscaras del mundo visible (y del intangible)
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___En materia de tipografía existe un universo potencial que jamás podrá ser explorado en su totalidad. (Palabra del Señor). Desde la época en que los griegos hicieron de la Filosofía una ciencia, la discusión sobre los avatares del lenguaje ha perturbado los sueños de la civilización. En la actualidad algunos filósofos contemporáneos argumentan con toda propiedad que nuestra realidad no es sino una minúscula parte de la discusión entre un grupo de tipógrafos celestiales. Esta afirmación, negada por los seguidores radicales del nihilismo contemporáneo y los defensores del pragmatismo norteamericano que se consolidó en los 920s (incluyendo a afamados exponentes como Bill Gates) , no deja de brindar multiplicados ángulos novedosos para la reflexión abstracta.
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___La tipografía dice mucho de las maneras en que manifestamos nuestra terquedad por representar la realidad. Una de las vertientes más pragmáticas de esta búsqueda lo representa el área caligráfica de la ciencia criminalística. No pocos tribunales han tomado las opiniones de los especialistas caligrafistas como prueba concluyente para condenar a defraudadores, chantajistas o asaltantes que han utilizado la escritura como parte de sus estratagemas delictivas.
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___Qué curioso, pero cuando secuestraron al hijo de Vicente Fernández, a quien le fue amputado un dedo de la mano, los criminales no repararon en el hecho de que al escribir un mensaje que sería utilizado como prueba de que el secuestrado estaba vivo, su caligrafía se alteraría definitivamente por la ausencia dactilar provocada. El resultado ya está documentado en las páginas policiales de nuestra justicia. Qué tanta pertinencia tienen dichas páginas será cosa de discusión en el momento y lugar adecuados.
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___Por mi parte, sólo acierto a afirmar que la gracia de algunas familias tipográficas consiste en ser amables y coquetas con el lector. El grado de originalidad de cada familia depende de detalles tan milimétricos e insignificantes (ponderando el rango de acción de este adjetivo) que dificultosamente podría ser accesible al lector lego.
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___Dado que la gran mayoría de los lectores de una comunidad son legos, es decir, no son especialistas, sino que, para su apreciación fenoménica, han utilizado las herramientas más primitivas de la educación oficiosa y de la no convencional (la perorata de López Dóriga, por ejemplo, igual de terribles ambas –quiero decir con “no convencional” la de los medios, por ejemplo la televisión abierta, tan accesible a cualquier incauto-), podemos afirmar que el grado de refinamiento que exige la diferenciación tipográfica en todo texto impreso o virtual-, es inaccesible al hijo de vecina.
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___Por eso es que escribo aquí estas cosas, y pido perdón por volver a desentelarañar este blog con impropiedades. En especial pido disculpas a Heriberto Yépez, a Geney Beltrán, a Elsa Aguirre, a Isela Vega, a Rafa Lemus y a Sylvia Manríquez, quienes, en otros momentos habrían podido continuar visitando este espacio, sin pensar en las consecuencias de su no ejercicio.
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___Ahora todo se aclara. Se aclara quedando ambiguo el deseo de este autor de arrojar luz sobre temas que seguirán inquietando nuestras obligaciones occidentales con el orden geométrico, mental y proyectivo que de poco ha servido para la convivencia social.
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___De cualquier manera, las observaciones que aquí se vierten no guardan carácter doctrinario alguno -si es que hubiese doctrina que las acogiese que no sea sustrato de un expediente clínico-; tampoco buscan acomodo en las Sagradas Escrituras (ellas se encuentran plenamente acomodadas ya). Acaso buscarán despertar el interés por ahondar en las curiosas formas que toman los oscuros deseos de la especie humana por representar en textos una realidad que ni siquiera merece intentar reproducirse. ¿Entonces?
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___Aceptémoslo; intentar representar la realidad no es sino una expresión del incansable deseo de inmortalidad, esa migaja de la razón.
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___¿Que dije?
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