DOMINIOS Y DEMONIOS

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___-¡¡¡Heeeeey!!!

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___-¡¿Hay alguien ahí?!

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___Un incómodo silencio era la única respuesta a mis llamados. Retiré la basura y las telarañas que impedían penetrar aquel oscuro lugar y avancé con sigilo aguzando mis sentidos. Dirigí la linterna al fondo del pasillo cuando un pequeño ruido hizo sobresaltar mis ánimos. Era una rata. Cerca de la pared, el animalejo se quedó inmóvil encima de unos tablones que yacían sobre el suelo observándome, los ojos oscuros parecían escapar de sus órbitas cuando comencé a acercarme contniendo el aliento. El roedor estiró la cola y se posó sobre sus patas traseras, acicaló los bigotes con sus manitas y comenzó a avanzar lentamente hacia mí con la mirada fija en la luz. Lucía hipnotizada. Sentí escalofrío y retrocedí involuntariamente. En ese momento la luz se interrumpió. Permanecía inmóvil unos segundos, sacudí la linterna y la luz regresó, volví a enfocar los tablones pero la rata había desaparecido. Alumbré todos los espacios del pasillo pero no encontré más que polvo y olvido. Enfoqué luego el techo del lugar y pude observar una cadena de telarañas que se fundían en las esquinas como una trampa blanca y luminosa. Desde mi estupefacción alcancé a ver docenas de huevecillos suspendidos entre aquella maraña. Al percibir la luz, algunas arañas negrísimas se encogían o se escurrían en sus dominios aéreos. Retrocedí. Comencé a andar sobre mis propios pasos hasta que mi piel sintió el suave viento del exterior. Sin desapartar la vista del pasillo, estiré la mano hacia atrás y abrí la puerta que se había entrecerrado.

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___Pensando en regresar cuando hubiera amanecido, salí del blog.

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