FERIA DEL LIBRO DE HERMOSILLO 2011

IS OVER

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___Diez días atado a un cable de 220 voltios fue para mí la Feria del Libro Hermosillo 2011. Organizar este circo es una expedición al paraíso de los detalles y el estrés; un descenso al inframundo de lo imprevisto. Por fortuna, un grupo de colegas y amigos se mantienen atentos a los imperceptibles cambios del sismógrafo organizativo. Enciendo reflectores y lanzo caudas de confeti a Margarita Oropeza, Horacio Valencia, Federico Castillo, Lupita Osuna, Isabel, José Heladio, Luz María, Raúl Ortiz, América Ortega, Doris Arenas, Edith Cota, Miriam Ramírez y todo el equipo de difusión; a Arnulfo Miranda y Ana Cecilia Ancheta. Mención especial a Ismael Serna por poder estar en varios sitios al mismo tiempo sin que nadie lo note; al maestro Juan Hinojosa que saca de su sombrero mágico cosas inesperadas y que también tiene la rara virtud de leer el pensamiento. A la templanza de la directora Poly Coronel que sortea la tormenta del presupuesto sin bajar la guardia. También a toda la gente que estuvo al pendiente de que la fiesta de los libros tuviera un lugar en el imaginario de los sonorenses: Silvia Manríquez, Carlos Sánchez, Juan Carlos Zúñiga y muchos otros comunicadores que no escatimaron tiempo para promover los libros. Y qué más decir: a los escritores, conferencistas, talleristas, músicos y performanceros que hicieron de nuestro tiempo un soplo disfrutable. No dejo fuera a Don Armando, director de Galerías Mall, quien le apostó a la Feria sin remordimientos.

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___Llegamos anoche de Ciudad Obregón, donde acudimos a la premiación de los Juegos Trigales del Valle del Yaqui, donde un narrador y un poeta provenientes del centro del país se llevaron los laureles. Luego doy detalles pero adelanto que fue una velada deliciosa con escritores amigos que compartieron vino tinto, carne asada y empanadas de Cócorit. Por ahora me dispongo a descansar no haciendo nada.

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___Agradezco a mis lectores que han vuelto a este blog resucitado.

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