LUTO EN SONORA

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___Cuando nos dirigíamos a tomar la carretera a Guaymas, a las 2:55 de la tarde, observamos cómo se levantaba una enorme columna de humo negro en la dirección que llevábamos. Pensamos que era grave porque no parecía un incendio común. Llegamos al semáforo de Periférico y Blvd. Vildósola y la nube se convertía en una densa cortina que detuvo el tráfico. Debe ser la llantera, dije, luego tomamos rumbo a la salida y detrás de nosotros comenzaron a escucharse las sirenas de la policía. Cualquier que aspire ese humo se muere, dijo la Socia.

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___Nos dirigíamos a San Carlos a cantar la misa de la boda de los hijos de unos amigos. Seguimos el guió que teníamos programado, salimos de la bella parroquia situada junto a la marina y procedimos a ir a comer camarones a un restaurant al aire libre junto a la playa. Era tarde ya, las 6:30 y el comedero estaba ya cerrado, sin embargo, convencimos a la propietaria de que nos sirvieran al menos mariscos frescos. Accedió a atendernos y de inmediatos nos dio la ominosa noticia.

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___El fuego que produjo la cortina de humo era efectivamente un incendio que alcanzó a una guardería y habia noticia de que eran ya 19 los niños fallecidos. Entramos en shock, como cualquier padre de familia que sabe de guarderías y de pequeños seres vulnerables. En el convivio de la boda, la noticia había causado enorme consternación. Luego de felicitar a los novios y a sus familiares, regresamos de San Carlos. Apenas llego me entero de que el número de fallecidos alcanza los 31 pequeños, que fallecieron por asfixia y que hay decenas de desaparecidos, que se teme que haya más decesos y que la ciudad entera está en duelo.

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___Alcancé a ver por televisión una entrevista con el Gobernado Eduardo Bours que voló de inmediato de Phoenix, Arizona al enterarse de la noticia. Me causó desánimo verlo impactado por los sucesos y con dificultades para expresarse. Los y las reporteras de los canales locales trataban de contener los nervios y las expresiones de la gente que participaba en apagar el incendio y en rescatar a las víctimas eran terribles.

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___Muchos niños fueron trasladados a diferentes hospitales de la ciudad. En el momento del accidente había 70 pequeños, la mayoría dormía la siesta después de la comida. Al ser desalojados en la emergencia y llevados a los hospitales no se sabía la identidad de cada uno, incluso las encargadas eran también hospitalizadas. No había forma de saber quién estaba dónde, y todavía faltaba que los aterrorizados padres confirmaran quiénes eran los fallecidos. La tarde del viernes fue de confusión, desesperación y terror.

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___Hay quienes desde el primer momento se empecinan en encontrar culpables de la tragedia. Yo prefiero no pensar en eso ahora. Desde la soledad de mi reflexión me solidarizo mejor con la angustia y el dolor de los padres y familiares de los niños afectados. Ruego a Dios que sobreviva la mayoría.

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