MUNDIAL DE SUDÁFRICA

ESTATUA PARA GUILLE FRANCO

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___Por la condición humilde pero irrenunciabe de ciudadano que la Constitución me confiere, solicito muy atentamente a las elevadas autoridades del País erigirle una estatua a Guillermo Franco, centro delantero nominal de la Selección Mexicana.

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___Mi petición, amables lectores, parte de la vocación de estatua inmovible que el jugador ha demostrado en el Mundial de Sudáfrica, donde, lo dicen todos los críticos, ha demostrado ser uno de los favoritos del entrenador Javier Aguirre.

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___Quienes han seguido los laberintos de este blog, desde aquellas legendarias entregas sobre mi "Teoría para lanzar penaties contra porteros zurdos", que nos abrieron las puertas en el mundillo de la literatura futbolebria, sabrán sin duda que nuestras críticas sobre las calidades de Franco no son de ninguna manera nuevas.

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___En el reciente partido contra Uruguay, que México perdió por la mínima diferencia (permítanme este cliché tan puntual), el director técnico que la mayoría de los varones mexicanos llevamos dentro (sin albur), en apego a la lógica más elemental y partiendo del conocimiento acerca nuestros propios seleccionados, advertía de la necesidad de sustituir al estatuario Guille Franco por cualquier jugador que pueda enviar una orden del cerebro a los piés en medio segundo, digamos el Venado Medina, el Bofo Bautista o, por qué no, el mismísimo Chicharito Hernández (tan inflado por la panificadora Bimbo, "patrocinador oficial de la Selección"). Pero ocurre que el director técnico que llevamos dentro no sea escuchado.

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___El Venado es malo frente al arco rival, pero nunca le ganaría al Guille en su obstinada manía de fallar a la hora buena. Medina hubiera dejado en claro, con un par de jugadas rocambolescas a las que nos tiene acostumbrados, que los defensas uruguayos no son la cortina de hierro que proyectan sus voceros y, al lado del bullidor Juan Pablo Barrera, hubieran puesto al menos un cartucho de dinamita en la meta charrúa. Bautista, por su parte, podría haber sacado de la chistera uno de esos zapatazos que le granjearon una legión de seguidores en el Jalisco y que le dieron a Chivas hasta un campeonato.

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___Pero la decisión de Aguirre, dejando fuera a Guardado y colocando a la extraña combinación de Guillermo Franco y Javier Hernández en el frente, parecía más bien un despatarrado experimento, una de esas cosas que en ocasiones los entrenadores se sacan de la manga y llegan a funcionar de milagro en un juego de liga. Pero esas cosas no se hacen en un Mundial. Es una grosería, por decir lo menos.

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___Sin embargo, el entrenador de la Selección, un solo individuo, un tipo que se supone único en su especie por la responsabilidad que asume, suele casarse con ideas que supone lo glorificarán. Sucede que en ocasiones esas ideas son meras ocurrencias que impone a tontas y a locas a la espera de que su obstinación gane en el casino de la suerte y "demuestre" a la inmensa mayoría que "tenía razón".

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___Pero estas cosas no funcionan. No le funcionaron a Mejía Barón en aquel momento crucial en que se negó a incluir a Hugo Sánchez cuando cualquier jugador de banqueta suponía inminente su inclusión en aquel juego legendario del Mundial de 1994 en EU.

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___Así las cosas, propongo pues, subrayando la vocación de monumento de Franco, que la estatua que se le erija se haga con la propia persona del jugador. Será nuestra mejor forma de recordarlo para siempre. La afición mexicana, siempre fiel, pide a gritos que Aguirre no nos haga pasar por la vergüenza de alinearlo contra su país de origen el domingo.

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___Ni despeinarse, el futbol es solamente un juego donde suele meterse la pata.

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