viernes, septiembre 17, 2010

NO LE TOCÓ A GERMÁN DEHESA LA CELEBRACIÓN DEL BICENTENARIO
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___Nos perdimos su crónica de la Fiesta Mexicana que seguramente habría sido un alarido de corneta, kilos de confeti y pincelazos únicos de ironía. Pero se fue. Se fue antes. Ya no sabremos qué habría dicho de la pachanga del siglo, la juega donde millones simplemente queríamos recuperar el sentido de la sorpresa. Y bueno, la sorpresa era cómo recreamos el pasado. Con la nostalgia que despierta el carro alegórico de los juguetes mexicanos, esa bisutería coloquial.
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___¿Qué habría dicho Germán de las referencias que hizo el Presidente de José María Morelos en su discurso frente al Ángel de la Independencia? ¿Qué del desfile militar y sus paracaidistas? ¿Cómo habría tomado las cosas?
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___No lo sabremos. Nos queda sonreir frente a la audacia que manifestó ante la enfermedad y la muerte. Nos queda admirar su valentía calva y recordarlo entre algunos versos de José Alfredo.
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1 comentario:

MARGARITA OROPEZA dijo...

Já... abre uno tu blog y sale un anuncio. Así eres de ciber-solicitado.
Una vez le escribí a Dehesa para darle las gracias por defender la democracia. Y me contestó. (Me dio gusto como cuando Julio Alemán me mandó una carta; como cuando López Tarso se dejó retratar conmigo). Así me quiero morir yo... sin renegar.
Gracias por visitar, becho igual