VIERNES DE SUPERVIVENCIA

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___El viernes por la noche Aris nos enseñó las nociones básicas del dominó cubano, de paso barrió con nosotros, desacostumbrados a bregar con la mula del 9. Fue divertido porque no desaprovechamos la oportunidad para refrendar la amistad y el gusto de ser. Reirse y compartir en una cochera al aire libre, con cerveza y botanas mientras la noche toma un baño de lluvia, resultó un giro desestresante para nuestras apesumbradas rutinas. De fondo, un grupo cubano interpretaba a ritmo de son caribeño una curiosa colección de canciones de The Beatles, una modalidad desconocida y complaciente para nuestros gustos obstinados.

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___M y Ana prepararon aderezos con sardina, crema, chipotle, queso Philadelphia y mermelada de zarzamora que deslumbraron a nuestras papilas gustativas. Vero completó la receta con un jocoque satinado de cebolla y perejil. Las frituras con estas vestimentas son algo que hubieran querido paladear Edgar A. Poe, Moctezuma o Dante Alighieri en sus tertulias nocturnas.

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___Pasada la medianoche, JC no se aguantó las ganas de lucir su nueva adquisición: una guitarra Fender electroacústica que suena más roquera que una rolita de Neil Young; también sacó su guitarra de caja plana, mexicana de olores finos cuyo sonido te enamora a primera vista. Danny no se quiso quedar atrás y fue al estudio por la suya, con una modalidad exuberante: la tiene con la afinación de un banjo; blues, country rock, soul, no sé, algo distinto exhala esa guitarra heterodoxa.

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___Animado por la exquisitez de madera que había en el ambiente (incluyendo el dominó de sauce blanco), toqué en bajo paerfil unas cuantas canciones de Cat Stevens, Serrat y Paul McCartney. La noche entraba entonces en su fase crucial y el cansancio nos trababa la lengua, de modo que comenzamos a izar las velas y emprender una retirada indeseada pero pertinente.

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___Regresamos por la llamada zona hotelera, cientos de vehículos en las avenidas buscando encontrar las venas más abiertas de la ciudad. Semáforos al rojo vivo conteniendo las ansias de los exploradores urbanos. Luces de neón reafirmando que la noche es boleto de entrada a regiones que reniegan de la inevitable rutina.

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___Supervivencia de la especie en horas pico. (Sin albur). Búsqueda de momentos inexorables en el devenir de una existencia prevista. Improvisaciones de fin de semana que revitalizan los espíritus incrédulos.

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___Uno se pregunta si seguimos al pie de la letra un guión preconcebido, o si disfrutar cada momento es una venganza contra la insoportable placidez del destino.

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