miércoles, junio 17, 2009

___¿Denis Maerker, Alejandro Martí, Andrés Manuel López Obrador, Javier Alatorre, Adela Micha, Clara Brugada, Joaquín López Dóriga, Eduardo Medina Mora?
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___Respeto a los reporteros que presentan el poderoso discurso capaz de explicar qué demonios está pasando en el país. Ningún ciudadano debiera sentirse conmovido al pensar que los reporteros de Tercer Grado de Televisa no hacen sino buscar ganar rating entre la audiencia televisiva del país. Les interesa, obvio, situarse en una posición "vanguardista" respecto a sus colegas y, no lo pierdan de vista, respecto a la clase política con la que hoy, ¡sopresa!, compiten al menos en lo intelectual.
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___Claro, todos somos ciudadanos y podemos opinar y tratar de incidir en el pensamiento de nuestros congéneres, y nuestros comentaristas estrella no pueden sustraerse de estar en el ojo del huracán.
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___Uno se pregunta si ser reportero de cinco estrellas será en el futuro el pase automático para regir los destinos de un país. Uno se pregunta, si el entorno informativo será el campo de batalla donde surgirán nuevas formas de gobierno.
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___Y es cierto: el sistema político mexicano falló en crear una versión autóctona y viable de democracia. Creó una colonia diversa basada en la antropofagia que comenzó a asustar a los dirigentes políticos. Hoy en día los mismos dirigentes de los partidos se percatan de que gozan de un poder que los rebasa. Piden acotar sus lujos y prerrogativas y manifiestan su disposición a reducir sus canonjías. Loable pretensión.
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___Un hombre de apariencia ecuánime, Alejandro Martí, víctima de la peor vertiente del secuestro, plantea la organización ciudadana como alternativa al desastre. Su palabra es escuchada por muchos que consideran la pérdida de su hijo secuestrado y asesinado como el extremo del dolor gestado a la sombra de nuestras ignominias.
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___Pero sorprende su propuesta que va contra la excentricidad de nuestros reporteros cinco estrellas promotores del "voto nulo", en la práctica, impulsor obediente del abstencionismo. Denis Maerker se dio a la compleja tarea de compaginar su predilección por la moda en el vestir y los peinados "último grito", con su acomodaticio llamado por "votar en blanco".
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___"Cosas veredes, Sancho."
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___Habráse visto: ¿Anarquismo romántico?, ¿Protesta calculada en busca de rating? ¿Promoción discursiva frente a la globalización de las televisoras?
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___No lo sabemos. Pero sabemos de discursos y por su propia génesis podemos afirmar que poco aportarán al proceso electoral...

2 comentarios:

Ministry of Silly Walks dijo...

Voto blanco se cuenta como voto nulo no?
Con lo de voto blanco me acuerdo de Ensayo sobre la lucidez, pero dudo que la clase política vaya a dejar el país por los votos anulados. Me pregunto si realmente les preocupa. Cuando leo los argumentos para anular el voto, también me pregunto si a la clase política le preocupa.
Al final sólo queda el ejercicio libre de elección, pero entre tantos mensajes por todos lados, difícilmente veo que será realmente libre.

MRL dijo...

Votar o no votar, he ahí el dilema. Y de votar, automáticamente se presenta el (no pequeño) problema de elegir lo menos peor. Entre tantas voces que se escuchan... quién sabe si no es un episodio de locura colectiva.