domingo, marzo 01, 2009

PRIORIDADES SUTILES
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___Sí, su sentido táctil era muy fino. Era tan sensible que podía percibir las minúsculas letras que tienen grabadas los anillos en su interior; podía sentir en la yema del dedo las microscópicas irregularidades que guarda una hoja en blanco y, lo concibió así, podía identificar involuntariamente las pequeñas imperfecciones de los labios que tocaba.
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___Era esa una de las cualidades con que había pensado distinguir al personaje que tenía en mente. En ocasiones solía cuestionar si dicha particularidad era efectivamente una cualidad o si por el contrario podría convertirse en un defecto o un estorbo. Sin embargo, pronto encontró una utilidad para la delicada profesión que habría de imponerle, la medicina quirúrgica.
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___Faltaba ahora definir el sexo del personaje. Su primer impulso fue pensarlo femenino: reflexionó varias noches en las recompensas que podría tener su neurocirujana con una sensibilidad dactilar semejante, y daba vueltas en las interesantes vertientes que podría alcanzar su historia. Luego creyó prudente que fuese varón su cirujano, pero le inquietaba la posibilidad de crear un personaje-lugar-común.
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___Como no llegaba a una conclusión aceptable, decidió que su personaje fuese gay. Entonces lo asaltó la duda: ¿debía ser homosexual o lesbiana? Así pasó algunas noches más. La historia, mientras tanto, tomaba su propio curso y aunque sabía que determinar el sexo o la preferencia sexual de su personaje delinearía de algunas maneras el curso del relato. Pese a ello, mantuvo la indefinición hasta que hubo necesidad de tomar una decisión, justo antes del capítulo final. Como no acertaba a darle solución a la característica sexual de su personaje, comenzó a pensar que posiblemente la cuestión que estaba atorando las cosas era su propio miedo a enfrentar las preferencias de su líbido.
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___Anoche, con un cigarrillo entre los labios y en el borde del balcón, se puso a pensar si escribir historias llevaba a quien escribe a cuestionarse estas cosas. Pensaba si no sería conveniente que su personaje fuese bisexual, lo que de cualquier forma llevaba al punto de definir si se trataba de un personaje bisexual femenino o masculino. La trampa seguía ahí, sin definirse. La tos de Mariana interrumpió sus cavilaciones, apagó el cigarrillo, se dirigió a la habitación y confirmó que el sueño inquieto de su hija era motivado por la fiebre. Cuando colocó la parte anterior de sus dedos en la frente de la pequeña percibió su elevada temperatura y en una fracción de segundo sabía cómo proceder. Se dirigió a la cocina, sacó del refrigerador el jarabe de paracetamol, y percibió lo frío del frasco, entonces pensó que quizá compartía las cualidades que había supuesto para su personaje. Pensaba en ello cuando incorporó a Mariana y le hizo tomar con suavidad la medicina, y pensó también en que habían pasado ya tres meses desde que se separó de su pareja.
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___Decidió que era hora de dormir. Si Mariana amanecía enferma habría que llevarla con su abuela antes de marchar al trabajo y posiblemente tendría que llevarla al médico por la tarde. Así era la cosa, no había duda, se levantaría más temprano que lo habitual. Todo es cuestión de acostumbrarse, pensó, finalmente ser padre soltero no es la gran tragedia y definir el sexo de un personaje puede esperar.
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