CRÓNICAS DE UNA BIOGRAFÍA APIÑONADA

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___En Adiós a Las Vegas, Nicholas Cage nos dejó una célebre moraleja: la mejor manera de evitar la resaca es no permiténdole que llegue. El problema es que mediante esa fórmula el hábito se apodera del alma del sujeto y éste termina tomándose los perfumes del tocador, el alcohol del botiquín y toda sustancia fermentada de la cocina.

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___No fue mi caso en el reciente viaje a la legendaria ciudad de Yuma, Arizona, en cuya infame prisión de piedra pasaron sus últimos días Jesse James y el indio Cuchillo Grande, en las postrimerías del Old West. La boda de mi sobrino Horacio se celebró en un hotel que se levanta entre las dunas del temible desierto de Arizona, lugar de correcaminos, víboras de cascabel y coyotes. A unos metros del hotel serpentea el Río Colorado con sus riveras de carrizo y cachanilla, y también la centenaria vía del ferrocarril, lo que brinda al paisaje cierto espejismo mítico que se hace lugar común en los guiones de Hollywood.

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___El Quechan Resort es un oasis de cinco pisos en medio de un paraje desolado que pareciera no tener clientela, especialmente si se considera que unas millas adelante comienza el llamado Desierto de la Muerte, en el cercano territorio californiano, lugar poco propicio para el turismo. Pero eso es también un espejismo.

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___El turismo, hijo mimado del capitalismo, ha encontrado sus propios medios de supervivencia. En el sur de Arizona encontró la mágica manera de proporcionar entretenimiento a los moradores de la región y a los llamados "pájaros de la nieve", es decir, a los cientos de miles de estadounidenses y canadienses jubilados que viajan al sur de los estados unidos en busca de climas reconfortantes durante el invierno y la primavera, todos deseosos de divertirse.

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___Así, desde hace algunas décadas prosperaron en la región los tráiler parks, los ranchos para practicar el motorismo en la arena, el paracaidismo y, desde luego, ¡los casinos!

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____Como una acción autopunitiva y con el fin de sedar su conciencia, el Gobierno de los Estados Unidos lavó las páginas de furioso exterminio contra las etnias del Suroeste otorgándole permisos exclusivos para operar casinos. Fue mediante este mecanismo que la tribu pápago comenzó a crear una estela de centros de juegos de azar por el sudoeste de Arizona. Comanzaron con un humilde centro de Bingo, luego incursionaron en pronósticos deportivos y terminaron por convertirse en una ramificación de Las Vegas, con maquinitas electrónicas de lo más diverso.

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____Hay que decir que una buena parte de los asistentes a la boda, que se celebraba en uno de los salones para eventos del Quechan, no resistieron la tentación de probar suerte en las maquinas de azar. Mi sobrino Alberto ganó veinte dólares en media hora. Otros no tuvieron esa suerte. Abel, uno de mis sobrinos más juiciosos dio su opinión sobre esa ludopática afición: el casino gana el 35 %, el gobierno el 35 y el público apostador el 30.

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___En su momento (que era el momento posterior inmediato al que Abel disparaba las cifras), corroboré con el Marciano si aquella suma de porcentajes daba cien, y conste que lo hice únicamente por dar seguimiento al proceso de recuperación de su pie roto -vigilando en todo momento, sobre todo, el impacto emocional de la fractura de cartílago-. La respuesta fue contundente: "ay papá, no te hagas". Aquella respuesta, situada fuera de toda lógica lingüística y en muchos sentido intraducible a algunos idiomas, fue interpretada por mis sensores comunicativos como un "sí".

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___Que la tribu pápago se vio beneficiada por esos permisos federales y estatales para regentear antros de juego quedó por someterse a una discusión seria y de mayores alcances. En aquel momento, los mayores alcances que yo alcanzaba a vislumbrar, previo todo esto a la fiesta de la boda, eran preguntas menos sociológicas que comenzaban con "¿van a cobrar el consumo de alcohol en la boda?" (cosa que se acostumbra mucho en E.U.). Pero no. No es posible sostener que los pápagos se hayan beneficiado con los casinos, y esto es algo que tengo todavía que sopesar con mi amigo Tonatiuh Castro, porque mis ancestros pápagos dejaron su identidad untada apenas en las fotografías que ostenta el Quechan en la entrada.

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___A su porte de etnias fuertes y corriosas, acostumbradas al hambre y la sed, igual que a la austeridad y la intemperie, se sobrepusieron costumbres y modalidades "occidentales" (ya no sé si se les pueda llamar así, cosa que también consultaré con Tonatiuh) que terminaron por desparpajar toda diferencia racial y cultural tras la llamada Conquista. A fuerza de esclavitud los colonizadores pusieron final al nomadismo de las tribus locales. Pero, tras liberárseles, se les proporcionó de forma tal la cultura del consumismo que, a fuerza de hot-dogs, hamburguesas, papitas y otras formas perniciosas de comida chatarra, se les indujo a padecimientos terribles como el diabetes mielitus, la hipertensión arterial y, de manera ostentosamente grotesca, la obesidad.

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___A las comunidades indígenas estadounidenses no se les terminó por aniquilar por hambre, sino, al contrario, por excesos en su alimentación.

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___Sepan ustedes, y esto es información de último minuto, que las tribus originales de la región desarrollaron un gen en su bioquímica orgánica llamado "ahorrador"; se trata de un gen aprovechador de energía en condiciones de racionamiento alimentario como en el que padecían las tribus en algunas épocas del año en el que escaseaba la caza o se hacía difícil la agricultura. Algo parecido a los períodos de hibernación de los plantígrados. Bien, ese gen comenzó a malinterpretar el cambio alimentario y llevó sus propiedades de reserva, necesarias en un momento distinto al actual, hasta un límite por demás nocivo. El mestizo heredó dichos genes y, en momentos de relativa abundancia, como ocurre en todo México, comenzó a registrar los graves problemas de salud que hoy preocupan a todos, incluyendo a las sirvientas de Carlos Slim y las encargadas del programa de lectura en Bachiloa.

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___La obesidad como una maldición genética reventó ante mis ojos en vísperas de la boda de mi sobrino Horacio como una realidad visible, tangible y gelatinosa.

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___Esto nubló mi sensores auditivos (y otro género de senrores, porque yo me encierro en mí mismo cuando llego a una conclusión de esta naturaleza), de modo que ese momento coincidió con la hipnotizante mirada del Marciano que esperaba a que yo diera señales de haber captado su lacónica pero significativa respuesta de "papá, no te hagas".

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___Adiós a Las Vegas es una metáfora de estos pormenores culturales e históricos y tal vez una crítica velada a las modalidades de entretenimiento e ideales de satisfactores del espíritu y la carne que crea el capitalismo en la vuelta de tuerca del fin de siglo. Yo no podría afirmarlo.

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___Mi Marciano y yo estuvimos charlando por largo rato en la espaciosaárea de picinas del Quchan. Se encontraba contrariado y me invitó a salir del gran salón donde todos se divertían conversando, consumiendo cerveza y bailando al compás de un grupo de músicos que parecían sacados de la vetusta serie El túnel del tiempo. Ví un lugar que te va a gustar, le dije, y nos dirigimos a las albercas. Atrás quedó el bullicio. Salvo un rubio veterano que se solazaba en el jacuzzi al aire libre, la zona se encontraba deshabitada, las palmeras mecían sus aspas al compás de un suave aire de unos 20 grados centígrados que invitaba a tirarnos en las acolchonadas sillas playeras.

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___El Marciano, con sus trece años trenzados en las muletas que quedaron a un costado de nosotros, mirando las estrellas y las manos metidas en las bolsas de nuestros sacos, comenzó a hablar maravillas del disco Magical Mistery Tour de The Beatles. No me sorprendió su entusiasmo porque, como dije en este blog hace algunas semanas, la balada Yesterday le había ayudado a obtener el triunfo en el concurso de instrumentos a nivel secundaria. Le dije lo que siempre he pensado de ese álbum: que la mitad es una mariguanada de las célebres que se han grabado, y que musicalmente la segunda mitad era lo plenamente rescatable; que Penny Lane, Hello Goodbye y Strawbery Fields Forever seguirían siendo inmortales mientras la palabra "inmortales" tuviera significado.

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___También hablamos de otros grupos de Rock, de cantantes sesenteros y de las diferencias entre el Heavy Metal y otras variedades populares de música. La charla debe haber durado a lo sumo unos cincuenta minutos bajo un delicioso silencio y una oscuridad mágica donde nuestras voces parecían ser lo único. Y, aunque suene extraño escucharlo, y lo digo con toda convicción y humildad, ese es tal vez uno de los mejores momentos que he disfrutado en mi vida.

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___En su rondín, una mujer-guardia de seguridad, nos informó que debíamos retirarnos del lugar porque el servicio de picinas concluye a las 10 de la noche. Cuando mi Marciano estiró sus manos para tomar las muletas, y quizá porque observara nuestro gesto de resignación, la de uniforme se limitó a exclamar "Oh, I'm sorry". Enseguida nos retiramos.

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___Continuará...