SÁBADO ANÓMALO
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___Siendo sábado, despertar a las siete de la mañana se antoja incómodo, sin embargo, ESPN tenía programada la repetición de la final de la UEFA Champions League, así que valía la pena abandonar el reino de las pesadillas
sin salir de las sábanas, a sabiendas de que el Milán le habría ganado al Liverpool en Atenas. Además, habiendo buen café, no hay mañanas que lamentar.
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___Liverpool pudo haber ganado si no fuera incondicional del pelotazo vertiginoso al área, pero, con todo y el baúl de pócimas mágicas de Rafa Benítez, es difícil cambiar los usos y costumbres del futbol más antiguo del mundo. El espíritu británico viaja de una portería a otra en tres pases, se aprende desde parvulitos. Son cosas de la idiosincrasia. Crouch es quizá el epítome extremo de esa fascinación inglesa: un esqueleto de la NBA que toca las nubes con la frente, remates en el segundo piso, oscura veneración al gigantismo de las tribus originarias en versión del siglo XXI. La tradiciones guardan el secreto de la genética.
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___Destellos de Kaká que no alcanzan para mucho en el rígido esquema defensivo del Liverpool. Será el oportunismo de Inzhagi la llave para abrir el portón del castillo. Juego de ajedrez que no acepta errores en el sistema. Gana quien no parpadea. Me quedo con la imagen de Paolo Maldini levantando la "orejona", un veterano cliente de las estadísticas de la FIFA.
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___La mañana es de relax, un brake en la ruda agenda de mayo. Ayer, la premiación del concurso estatal de preparatorias "Ma. Guadalupe Rico de
Ramírez". Costó trabajo escoger a los ganadores, pero fuimos un jurado imparcial, lo juro. Hoy a las 12 la Misa Solemne en el vigésimo aniversario luctuoso de Emiliana de Zubeldía, que llegó de la Vasconia para enseñar música en el desierto, cuando no nacíamos aún.
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___Media hora de vocalización y unos huevos con tocino y jugo de naranja nos pondrá en forma. Nos vemos al rato.
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