¡FUERA ROPA!

.

___Alguien sugirió a mediodía que la instalación del fotógrafo Tunick en el Zócalo, donde 18 mil paisanos posaron desnudos, era una modalidad posmoderna de pan y circo que urdió el gobierno capitalino para ganar popularidad. No lo sé, respondí, soy fanático de ambas cosas (del pan y el circo no de la fotografía y el desnudismo -que también me gustan) pero a mí no me invitaron.

.

___Entrevistados al final de la sesión fotográfica, algunos de los participantes decían convencidos que el evento fue un acto liberador. Algunas chicas señalaban que se vio un poco empañado por los varones que fueron a vestirse y a sacar sus celulares para tomar fotos de las mujeres que permanecieron unos minutos más en la plancha del Zócalo a petición de Tunick. No hay que ser muchachos, ya venían cansadas de tanta foto. Liberación, sí, pero no manchen.

.

___Hay que decir que el desnudo no es ninguna novedad como se quiere proyectar en los medios y que históricamente el desnudo se ha evitado más por razones sanitarias que por pudor. Aunque, claro, el conservadurismo exagera. Es en las sociedades que han padecido represión política o militar donde el desnudismo parece concebirse como una manifestación de libertad o de ruptura con los prejuicios.

.

___No es de sorprender el voluntarismo que encontró en México la convocatoria desnudista. 18 mil ciudadanos resolvieron participar en lo que se estima un alarido libertario colectivo, aunque las razones individuales pueden ser de lo más variado. Lo que pasa es que somos grandes a la hora de romper récord en asuntos insólitos. Pasará algún tiempo para que podamos dilucidar los significados de este desplante de epidermis masiva y sin prejuicios. Lo cierto es que nuestra capacidad de asombro sigue deteriorándose.

.