viernes, julio 27, 2007

DABA TIRONCITOS IMPERCEPTIBLES A LA SOLAPA
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___En ocasiones, el ensayo académico se convierte en una exploración al cañón cerrado que se pierde entre muchos arbustos, en él acaso logras observar una liebre; algunos lo llevan al extremo y resulta tan interesante como aquella encuesta que establecía que había más mujeres que varones laborando como contadores de los hoteles de paso de la Ciudad de México. Who cares?
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___Eso dijo a Mario Canetti cuando le preguntaron su opinión acerca del ensayo académico. Sorprendió la expresión en inglés porque no se sabía que el escritor hablara ese idioma. Se sabía, sí, que había vivido en la capital por muchos años y que debió haber conocido sobre hoteles de paso; al menos eso se deducía de su novela Cuartos de alquiler, publicada en una modesta edición de autor, la portada a una tinta, sin ISBN y sin colofón. Algunos hasta dudaban que él la hubiese escrito, rumor que por cierto Canneti no se detenía a aclarar.
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___Ahora que los periodistas deseábamos conocer sus puntos de vista, parecía que él mismo se preguntaba por qué tanta insistencia en el ensayo académico y por qué su opinión podría ser importante si ese tema le era ajeno e indiferente.
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___Hubiera preferido preguntarle otra cosa, pero el jefe de información fue muy específico en cuanto a las cosas que yo debía preguntar al maestro, aunque hay que decir que no era maestro, es decir, profesor, y que él mismo rechazaba que se le dijera así. "Maestro, Jesucristo", objetaba. Su grueso bigote canoso se levantaba cuando apretaba los labios en una dura expresión defensiva, sus cejas se arqueaban hacia los lados y su frente se arrugaba decididamente. Colocaba una mano sobre la solapa de su saco y repondía apretando la tela con sus dedos y dándole tironcitos casi imperceptibles.
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___Observaba cada detalle de sus movimientos, la bolsa derecha del saco manchada de grasa, las arrugas de su camisa blanca y el aspecto cuidadosamente desordenado de su pelo grisáceo. Un pequeño tic en su ojo izquierdo delataba sus años de fumador, algo que también confesaban sus dientes amarillentos, unos dientes perfectamente alineados que matizaban la eventualidad de su sonrisa.
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___Después de darle muchas vueltas, no atino a poner un título convincente a la entrevista.
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2 comentarios:

mar adentro dijo...

Who cares?

Saludos, me gustó bastante el texto, más humano. Me dieron ganas de conocer a Mario Canetti, para ver sus tics, sus dientes amarillos y su bigote; para escucharlo contar historias sobre lo que sí le importa mientras toma un café. No dices nada sobre si sonríe o no, creo que quiero saber si sonríe, también quiero leer su novela.

arboltsef dijo...

El título que da mar adentro me parece adecuado. Who cares? O bien, "A quién le importa", y epígrafe de la canción de Alaska & Dinarama.

Pero ya, dejando los chistes payasos a un lado, respondí a su comentario en mi blog y creo que me la jalé con la respuesta.

Saludos!!