FRIDA KHALO: LA ANCESTRAL COSTUMBRE DE CELEBRAR CENTENARIOS (o: cien años de inocencia cultural)
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___Diré aquí algunas cosas sobre Frida Khalo y Diego Rivera que seguramente no les gustarán a todos los lectores que suelen acercarse aquí. Se ha dicho tanta palabrería romántica, se han exhalado tantos eructos feministas y se han enderezado tantas sinrazones mexicanistas en torno a esta pareja disfuncional, que cualquier acercamiento a una opinión disuasiva o políticamente inadecuada, resulta temerario.
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____Diego era un sicótico. Su producción artística, si así queremos catalogarla, fincada mayormente en una variedad colorida de caricatura folclórica, provista de absurdas obviedades sociales y justicieras que los críticos endulzan con retóricas zalamerías, y hoy matizada por la gentil y ancestral costumbre de celebrar centenarios, se ha convertido en un mito grandilocuente con que se pretende enarbolar nuestras mejores artes. Un fraude, sin duda. Sin pretender ofender a nadie, los murales “políticos” de Diego provocan risa.
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____Diego fincó su fama tanto en un excentricismo personal (que no era sino la peor variedad de machismo mexicano que conocemos), como en una técnica pictórica que daría lástima a sus seguidores si no fuera por la enfermedad crónica que padece nuestra cultura desde la Revolución hasta la fecha, y por el craso desconocimiento del muralismo en la historia de la pintura. Fuera de propagandas oficiales y salvo raras excepciones, Diego epitomiza la terrible fealdad del muralismo mexicano.
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____La mitología alrededor del llamado “muralismo mexicano” es un simple reflejo de la ignorancia preponderante de la clase política mexicana de la posrevolución hasta la fecha, especialmente oficializada por las donaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o los patrocinios de Banamex al “arte nacional”. Una aberración desde todo punto de vista.
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____La vida política de Diego, su propagandizado apoyo a Trotsky y sus desplantes anti soviéticos, poco contribuyó a esclarecer la realidad política de su época y menos aún supuso un apoyo a quienes pretendidamente defendían.
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____Frida fue una víctima sin duda, especialmente una víctima de las peores neurosis de Diego: la del macho mexicano incapaz de amar a una mujer de carne y hueso y compelido por su obsesión concomitante de dañar todo aquello que tenía a su alrededor. La verdad es que Diego no podía amar a nadie que no apareciera en su espejo y representa quizá un prototipo ejemplar del macho intelectual, del macho artista, del chingón. Intolerancia e impunidad no suelen ser signos de ningún artista verdaderamente trascendente.
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____El accidente de Frida explica en gran medida su obsesión por retratarse a sí misma en diversas variantes de la agonía personal, y Frida puede representar en cierta forma la agonía de un país, especialmente la agonía de las mujeres de un país, que exhiben la impotencia de una cultura apabulladoramente sexista y bucólica. Más allá de la expresión descarnada de sus "sinceros sentimientos", poco hay que reivindicar de la obra pictórica de Frida como no sea la ausencia visible de pintores originales y artistas prometeicos en la posrevolución. No los hubo; quizá se salvan algunos escritores que aportaron su mejor semilla a la literatura hispanoamericana y algunos críticos, entre los que sobresale José Revueltas, porque la mayoría no sobrevivió a la narcolepsia de poder de los gobiernos de la Revolución.
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____Pero Frida, a diferencia de Diego, era una persona amable, sociable y sencilla, sin embargo, partida por la mitad física y emocionalmente. Entregada a lo que ella deseaba amar, pero, al mismo tiempo, incapaz de romper con aquello que terminaba por desplomarla. Las dos Fridas, su eterna Némesis, su incapacidad para desprenderse de la neurosis agobiante de quien no dudaba un parpadeo para lastimarla o someterla, y su despreciable conciliación con su desamparo manifiesto. Sus amantes eran un premio de consolación a su abandono, sus cartas una confesión de penas y culpas. Su agonía de heroína castrada por su época y circunstancia.
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____Frida intentó romper con su aciago destino a través del pincel, pero desafortunadamente fue incapaz de liberarse de su propia prisión autoinducida. Su arte resultó un sorprendente poema a la impotencia.
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____Diego era un sicótico. Su producción artística, si así queremos catalogarla, fincada mayormente en una variedad colorida de caricatura folclórica, provista de absurdas obviedades sociales y justicieras que los críticos endulzan con retóricas zalamerías, y hoy matizada por la gentil y ancestral costumbre de celebrar centenarios, se ha convertido en un mito grandilocuente con que se pretende enarbolar nuestras mejores artes. Un fraude, sin duda. Sin pretender ofender a nadie, los murales “políticos” de Diego provocan risa.
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____Diego fincó su fama tanto en un excentricismo personal (que no era sino la peor variedad de machismo mexicano que conocemos), como en una técnica pictórica que daría lástima a sus seguidores si no fuera por la enfermedad crónica que padece nuestra cultura desde la Revolución hasta la fecha, y por el craso desconocimiento del muralismo en la historia de la pintura. Fuera de propagandas oficiales y salvo raras excepciones, Diego epitomiza la terrible fealdad del muralismo mexicano.
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____La mitología alrededor del llamado “muralismo mexicano” es un simple reflejo de la ignorancia preponderante de la clase política mexicana de la posrevolución hasta la fecha, especialmente oficializada por las donaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o los patrocinios de Banamex al “arte nacional”. Una aberración desde todo punto de vista.
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____La vida política de Diego, su propagandizado apoyo a Trotsky y sus desplantes anti soviéticos, poco contribuyó a esclarecer la realidad política de su época y menos aún supuso un apoyo a quienes pretendidamente defendían.
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____Frida fue una víctima sin duda, especialmente una víctima de las peores neurosis de Diego: la del macho mexicano incapaz de amar a una mujer de carne y hueso y compelido por su obsesión concomitante de dañar todo aquello que tenía a su alrededor. La verdad es que Diego no podía amar a nadie que no apareciera en su espejo y representa quizá un prototipo ejemplar del macho intelectual, del macho artista, del chingón. Intolerancia e impunidad no suelen ser signos de ningún artista verdaderamente trascendente.
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____El accidente de Frida explica en gran medida su obsesión por retratarse a sí misma en diversas variantes de la agonía personal, y Frida puede representar en cierta forma la agonía de un país, especialmente la agonía de las mujeres de un país, que exhiben la impotencia de una cultura apabulladoramente sexista y bucólica. Más allá de la expresión descarnada de sus "sinceros sentimientos", poco hay que reivindicar de la obra pictórica de Frida como no sea la ausencia visible de pintores originales y artistas prometeicos en la posrevolución. No los hubo; quizá se salvan algunos escritores que aportaron su mejor semilla a la literatura hispanoamericana y algunos críticos, entre los que sobresale José Revueltas, porque la mayoría no sobrevivió a la narcolepsia de poder de los gobiernos de la Revolución.
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____Pero Frida, a diferencia de Diego, era una persona amable, sociable y sencilla, sin embargo, partida por la mitad física y emocionalmente. Entregada a lo que ella deseaba amar, pero, al mismo tiempo, incapaz de romper con aquello que terminaba por desplomarla. Las dos Fridas, su eterna Némesis, su incapacidad para desprenderse de la neurosis agobiante de quien no dudaba un parpadeo para lastimarla o someterla, y su despreciable conciliación con su desamparo manifiesto. Sus amantes eran un premio de consolación a su abandono, sus cartas una confesión de penas y culpas. Su agonía de heroína castrada por su época y circunstancia.
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____Frida intentó romper con su aciago destino a través del pincel, pero desafortunadamente fue incapaz de liberarse de su propia prisión autoinducida. Su arte resultó un sorprendente poema a la impotencia.
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____En este panorama, quizá lo peor no sea la "guadalupanización" de Frida, la mitología oficiosa y virginal con que se santifica su figura, sino la burda forma en que se pretende someter a los mexicanos al centralismo cultural que dictan los oráculos de Conaculta. No entiendo cómo siguen esperando que todos aceptemos sus manías y costumbres, las que heredaron de un sistema de vasallaje.
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9 comentarios:
Sin una virgen que adorar ¿Qué sería de nuestra identidad?
Pues sería una soledad increible que nos llevaría a la busqueda de una identidad propia.
Saluuuudos nacho!
Juar, juar juar. Nacho, lo celebro. Comparto tu furor.
Saludos
Alx Rmz
Pues por Va-bo-sallos, je je!
Cada vez somos menos Nacho,lento pero seguro ;)
Saluditos
Cocó
Alx Rmz me recomendó leer est blog. Yo también lo celebro, y me congratulo por haber sido testigo de esta lucidez crítica en torno al centenario de marras
no me sorprende que así sea
En una clase de maestría critiqué (y no fuí la única) la más que evidente contradicción entre la vida bohemia de Diego y sus "ideales" hacia la clase obrera... Pero claro, no faltó quien se opusiera (incluyendo a mi maestro, jajaja).
Frida fue víctima de ese machismo y de otras cosas más pero su error más grande fue no querer salir de ahí.
7mo sentido
Manuel, CARLOS, Alex, Cocó, Ramón, Blas, Alejandra: gracias por visitar. Me alegra que haya quienes simpaticen con este post. Saludos desde el calorón...
Buen, post comparto con uds.
Un blog muy interesante. saludos
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