domingo, julio 13, 2008

PORMENORES DE UN SÁBADO PARCIAL
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___Fuimos de entrada por salida, la idea era nomás darse un chapuzón y comer pescado frito recién capturado. Día nublado y fresco, el mar picado. Bahía Kino desolado y la playa salpicada de medusas azules, la lluvia las arroja a la playa, supongo que el agua dulce las afecta y termina sin vida en la arena; quedan ahí con su orgullosa cresta inflada. Toparte accidentalmente con una de ellas es una forma neptuniana de tormento, el ardor es penetrante y doloroso. Si es el caso, lleva a mano un remedio casero: vinagre. El compa Juan Carlos dice que ese fermentado descompone la composición química del veneno de la aguamala. Quiero creerle. Lo bueno cuando el mar está inquieto es que las mantarrayas huyen a la profundidad. Los tobillos están a salvo.
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___La de Kino Nuevo es una extensa playa de unos 7 kilómetros. Arena clara rodeada de bungalows, departamentos y residencias; algunas palapas distribuidas en grupos a lo largo de la bahía. Marisquerías, expendios de cerveza y tiendas de autoservicio a la mano. Pese al día nublado, los rayos ultravioleta queman la piel sin compasión por lo que vale más meterse con camiseta y untarte bloqueador. La piel de mi marciano adquirió tonalidades de erizo de mar.
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___Me gusta situarme en un sitio que conozco, cerca de Cerro Prieto. Aletas, máscara y snorkel y luego nadar unos 500 metros hasta un tepetate (fondo de piedra) donde hacen fiesta peces de colores y moluscos diversos. La fiesta de la supervivencia. Te sumerjes unos cinco metros y compartes con ellos estupor y contacto interespecie. Si se puede, te traes unos caracoles y, con un poco de suerte, algún callo de hacha, sin importar una discusión con el vegetarianismo de la chica superpoderosa.
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___Pero el mar estaba picado y no permite mayores libertades. Mejor observar el espectáculo desde la palapa, armado con clamato, limón y cerveza. A mediodía las lisas fritas y los camarones en su jugo. Luego los cien kilómetros a Beautyfulville donde esperaban las primeras lluvias de la temporada, el calor y las obligaciones. La vida tiene sus resquicios.
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3 comentarios:

Ministry of Silly Walks dijo...

Cuando escribes sobre Kino, me pega duro la nostalgia. Las aguamalas son tan distintas en todas las demás playas. Por cierto, el vinagre es buenísimo. Después de pasar muchos fines de semana durante doce años en Bahía Kino, sin sufrir más males que... no, en realidad ninguno, ni siquiera quemaduras solares sin bloqueador... bueno, una maldita aguamala me fue a atacar a mis 32 años mientras practicaba snorkel con completo respeto a la vida marina, en Cancún, ni tiempo era de aguamalas. Y fue vinagre lo que me dieron en el hotel. Y a lo que yo iba es que, cómo se extraña, caray. Tristemente mis vacaciones no congenian con la mejor época de Kino.
Disfrútalo tú que puedes.
Un saludo vacacional.

Ombligo-Mandinga, de José Velasco dijo...

Vi una peli de box, Cinderella Man. ¿Conoces alguna otra? Respecto a las becas tienes toda la razón.

nacho dijo...

Ministry: gracias por comentar. A ver cuando vuelves por estas playas. En San Carlos me picó una aguamala al salir de bucear, en esa ocasión mi compa Juan Carlos se llevó la peor parte. En Kino, mientras me dejaba llevar por las olas en la orilla de la playa, una manta me picó en la mano. El remedio: xilocaína y luego poner la parte afectada en agua caliente. El dolor se va. Saludos.

Andrés: Por ahora recuerdo Raging bull, The boxer, Fat city y, desde luego, la serie de Rocky. También está Million Dollar Baby, actuada y dirigida por Clint Eastwood. Y ahí está también el churro de Diego Luna sobre JC Chávez. Saludos.