martes, marzo 24, 2009

CAMPAMENTO EN REBEICO
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___Hace diez días fuimos a acampar cerca de Rebeico, un pueblo ganadero ubicado a 125 kilómetros de Hermosillo. Invitados por sus propietarios, llegamos por un pedregoso camino de terracería hasta el rancho Rebeiquito, un lugar apartado donde se escuchan esos silencios que en ocasiones hacen falta al espíritu. El casco del rancho son dos ancestrales cuartos de piedra y adobe que en otras épocas fueron refugio de los vaqueros, ahora han sido acondicionados como casa de campo familiar.
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___Eran las diez de la noche del sábado 14 de marzo, el grupo: mi hermano Ramón, su hijo Brandon, mis hijos Emma Alicia e Ignacio y yo. Como la intención era dormir al aire libre, montamos las casas de campaña debajo de las cómodas ramadas que rodean la casa, instalamos las lámparas de gas y encendimos una fogata. Hicimos lo que se hace en estos casos: asar salchichas, dorar bombones (malvaviscos, pues) y contar mentiras en medio de una quietud rodeada de estrellas y salpicada acaso por algún mugido lejano. Los niños relataban divertidos el avistamiento de un venado cola blanca que se detuvo deslumbrado junto a la carretera antes de llegar a la desviación a Rebeico. Era un macho maduro con una cornamenta que hubiera codiciado cualquier cazador. A la distancia creímos que se trataba de un coyote, pero conforme nos acercamos pudimos distinguir sus característica figura. Bajamos la velocidad y pasamos junto al animal que continuaba estático con los ojos desorbitados. Pese a los miles de kilómetros que he recorrido en los caminos de mi Entidad, no había tenido la fortuna de toparme con un ejemplar de estos. Los había visto, sí, muchos años atrás, en alguna excursión de cacería.
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___Más allá de la una de la mañana nos metimos a las tiendas para descansar, antes guardamos todo resto de comida previniendo una ocasional visita de los mapaches. Pero no se acercaron.
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___Aunque breves, estos viajes son un buen linimento contra la rutina. El domingo por la mañana pudimos observamos al ganado saliendo de los corrales en busca de agua y alimento. Frente a nosotros observamos una larga peregrinación de codornices. Estas aves construyen sus nidos entre arbustos y matorrales; aunque pueden volar, la mayor parte del tiempo la pasan en tierra buscando semillas e insectos en grupos que desfilan ordenadamente. Observamos cardenales, gavilanes y otras especies de la región.
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___Luego del indispensable café arriero, organizamos una caminata hacia un viejo cementerio de la tribu ópata localizada a un par de kilómetros del rancho entre cerros y pequeños cañones. Hay muchos arroyos donde encontramos ojos de agua sobre lechos de piedra que forma la erosión pluvial; el ganado caimna hasta ahí en busca del vital líquido. Llegamos finalmente a las tumbas derruidas rodeadas de mezquites, palo verde, cactus, palofierro, sinas, choyas y torotes, que conforman la escueta flora del bosque desértico de esta zona ubica al pie de la sierra; en esta época el clima es muy agradable y no hay peligro de encontrarse con serpientes de cascabel y otras alimañas que en verano abundan en la región.
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___Regresamos al campamento a mediodía, muertos de hambre y cansados. Como ya era "hora legal", destapamos las cervezas y nos pusimos a cocinar. Después un relax observando a los niños trepar árboles y hacer lo que hacen todos los niños: divertirse. Hacia la tarde comenzamos la tediosa tarea de levantar el circo y dejar las cosas como estaban. A las 7 de la tarde estábamos de regreso.
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___Nada extraordinario, unicamente esas cosas simples que dan sentido a lo que llamamos "vivir".

3 comentarios:

Blas Barajas, escritor dijo...

Por un momento pensé que escribirías algo sobre la calle Rebeico. Saludos, Nacho.

Borrasca dijo...

"Hora legal" para beber cerveza????
Si que estoy desactualizada en cuanto a horarios etílicos se refiere, a mí me da igual tomarme un ron, cerveza, tequila o coctel, a cualquier hora del día...

Nacho tuviste un paseo envidiable sin duda, desde que era una niña no voy de camping, y ver un venado en lugar diferente al zoológico, jamás!!!

Besos borrascosos

Manuel dijo...

¿Cual es el vital liquido?
Mezcal, sotol, tequila o solo la humilde chela

Saludos