domingo, agosto 09, 2009

APROXIMACIONES A UNA DIALÉCTICA DEL VACÍO
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___El sábado madrugué para poder estar listo para mi charla en el Colegio de Contadores Públicos. Mis diferencias intelectuales y mi antipatía con el ácido úrico suelen hacer que mi vida transcurra lenta, con dolor y separada de bebidas cuyo contenido se mide en grados Gay-Lussac (nunca he entendido por qué), por eso me levanté temprano.
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___"Redactar y el arte de narrar" fue el título de mi discurso de ensueño (produce sueño en el auditorio). Agradezco las finas atenciones de los contadores Benjamín, Adela, Nicacio y el resto de colegas suyos que participaron entusiastamente con sus preguntas y aportaciones a la charla. Hice una presentación con Powerpoint, rústica si se quiere, pero con un fondo apergaminado de lujo que la Chica Superpoderosa me ayudó a acondicionar. Lo más risible de todo no fueron mis chistes sobre por qué la gente en los auditorios elude sentarse en primera fila, sino las correcciones de estilo que le hicimos a un texto que enviaron al periódico El Imparcial una señoras que critican al Gobernador. Desde luego, nuestra intención no era sugerir que no se criticara al gobierno estatal, sino que, ya que se van a tomar la molestia de hacerlo, lo hagan con el debido respeto de las normas de estilo y coherencia que dicta el sentido común.
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___Si todos coincidimos en que no se puede aprender a nadar en el estilo Kroll en un día, ni dominar el bel canto en una lección, ni aprender a bailar tango en una sesión, entonces no habría razón suficiente para suponer que alguien pueda aprender a redactar en un parpadeo. Y así es, mis amigos, porque las cosas que valen la pena, ya lo decía Antony Quin, se hacen como el cabernet sauvignon, despacito, dándole a las cosas su tiempo y cuidando que la impaciencia no se te meta entre las piernas (entendiendo por el enunciado "las piernas" esas huellas que deja el vino en la copa cuando la observas contra la luz después de haber agitado el vino hasta casi hacerlo llegar al borde). Tales piernas, en el caso del vino debidamente añejado, han de observarse consistentes en apariencia, tintas y firmes, firmes pero ligeras, ligeras aunque con huella.
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___Hubo un problema porque la laptop que me proporcionaron en el confortable salón del Colegio no reconocía la versión de Powerpoint que tenía mi USB (oh, Dios, con qué facilidad manejo y cuánto he aprendido de estas nomenclaturas neoseculares). Ahí corroboré, en un ligero abrir y cerrar de ojos, todos los comentarios de mi Marciano Favorito que yo he despreciado sin razón durante meses: Que Windows Vista es una reverenda porquería y que bien hiciera yo en cambiar los programas básicos de su PC por unos menos modernos y sí más compatibles con juegos y videogames que sus amigos juegan con toda facilidad.
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___Pero el problema se solucionó gracias a la diligencia expedita de un señor y una dama que interpretaron que la preocupación de mi rostro podría llevarme a un colapso cardíaco o a una descomposición hepática de consecuencias impredecibles, y que la conferencia programada para desarrollarse en una hora y media podría convertirse en un indeseable capítulo de nota roja que ni al Colegio ni a ninguna asociación de profesionistas conviene en circunstancia ninguna.
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___Con pequeños sobresaltos, todos manejables, mi perorata pudo desenvolverse con relativa desenvoltura. Sin embargo, algunas de las diapositivas aparecieron con las imágenes encimadas sobre el texto, pero, sábete, aquello era pecata minuta si tenemos en cuenta que las imágenes dicen más que mil palabras. Sí, porque, por ejemplo, aparecía la imagen de un mesopotámico (no es un homosexual si juzgas por el sentido fonético del vocablo)grabando un mensaje sobre una tablilla de arcilla fresca. Pretendíase así advertir al auditorio la forma en que el lenguaje escrito se desprendía de la oralidad. (Las cosas se desprenden, tomen nota). Si la imagen lo consiguió es algo que esta aún por verse.
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__Salí corriendo del Colegio de Contadores porque a las doce se celebraba la misa de mi tía María Teresa que cumplía 90 años de edad. Para mi fortuna, la misa se celebraba sin gran pompa y sin sentido estricto del horario. La socia, Daniel al violín y Elisandro en los teclados, se encontraban listos para comenzar aún sin mi asoladora presencia. Pero llegué antes qu el cura, alcancé a saludar a mi adorable tía y a algunos de sus heredores y me dispuse a entonar los sublimes cantos acostumbrados.
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___Los sublimes cantos se cantaron incluyendo Oh, esca viatorum, pieza colonial que, por cierto, estrenamos en Beatyfulville la Socia y un Servidor hace un par de meses. Te sorprenderá, amable lector (a), saber esto, pero es una de las primicias que te brinda venir aquí a deleitarte con estas crónicas de la nada.
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___Avísote que en breve subiré a esta página fotografías inéditas del mundo. No te las pierdas.
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5 comentarios:

No soy yo, eres tú dijo...

Como siempre Nacho un placer leerte.

Para futuras exposiciones, bien sean en powerpoint, word, exel, o cualquiera programa del paquete de office que uses, lo que puedes hacer es antes de ponerte a trabajar, y hacer maravillas con tus documentos, dale 'guardar como' 'documento 97-2003' que es el común demoniador de los pobres mortales sin Vista, y así tus archivos podrán abrirse sin ningún cambio en otras computadoras (es práctico hacer esto porque uno nunca sabe si el otro tendrá una nueva versión o no)

Recuerda, todos los programas nuevos leen los viejos, pero los viejos no leen los nuevos ;)

Sin embargo yo te recomiendo que cargues el sistema operativo de windows viejito y sólo tengas el paquete de office nuevo (por las virtudes que ofrece, sobre todo cuando se escribe una tesis).

Te mando un abrazo fraternal. Estamos en contacto.
Ana F.

Margarita Oropeza dijo...

Ah, Nacho. Este eres tú (además del otro que es académico, el fan del futbol al que no entiendo nada, al narrador hogareño que universaliza la sal sobre la mesa o las tortillas de harina.
Me encantó leerte y sé de buena fuente que a los contadores del Coelgio les encantó también tu plática.
Un beso.

Margarita Oropeza dijo...

Sobre todo es cierto que a redactar no se aprende en un parapadeo. Y lo peor es que se desaprende con los años. Mírame a mi, ya se me olvida cerrar los paréntesis.

Otro beso

nacho dijo...

Gracias Anatova Fenechova, seguiré tus consejos PCísticos. Un beso..

Margarita, gracias por tus amábiles comentarios, a mí también me gustó la charla y el ambiente, será que Francisco y los colegas nos hacen sentir como amigos.
un beso...

nacho mondaca

veronica dijo...

Disfrute tu texto.
suerte