REENCUENTRO CON EL AJEDREZ

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___Perdí la partida. El profesor FG supo soportar el vendaval que solté sobre su enroque corto con un par de caballos, peones y dama, y la amenaza distante de un alfil. El inicio fue relativamente parejo. Jugando con las negras logré una posición agresiva que prometía brindarme una ventaja decisiva. Sin embargo, equivoqué el orden de los movimientos y permití que las blancas reforzaran su defensa con una dama fríamente parapetada en c6. Luego de un intercambio apresurado de material, me encontré con un desenlace vertiginoso y terminé por rendirme en la jugada 32.

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___Fue mi regreso al tablero después de varios años de retiro involuntario. Ahora se prepara un torneo escolar que involucrará todo el departamento de Literatura y Lingüística, incluyendo egresados, alumnos, profesores y trabajadores. Será a principios del próximo semestre. Quedan las vacaciones de verano para prepararse.

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___Algunas personas suponen que para jugar ajedrez se requieren cualidades especiales como inteligencia y memoria. Sin embargo, lo principal, pienso, es conocimiento teórico del juego (eso mata cualquier inteligencia silvestre) y una gran intuición. La memoria ayuda evidentemente especialmente al principio, pero después del medio juego no queda más remedio que buscar por uno mismo las combinaciones, respetar los principios tácticos generales y saber manejar las cosas, en el último de los casos, con unas cuantas piezas.
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___He visto a grandes inteligencias caer derrotadas reiteradamente por personas que creían "inferiores". El ajedrez es un juego democrático pero también racista y sexista: siempre se reduce a un pleito de negras y blancas. Je.
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