domingo, septiembre 23, 2007

La niña de los tomates fue asesinada a sangre fría
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___Morir es un enigma que persigue al ser humano a través del tiempo, pero la muerte por asesinato despierta, aún en los asesinos, una jauría de interrogantes éticas y morales. Más allá de la condena moral que supone el secuestro de una persona o la ejecución callejera de un narcotraficante, estos casos pueden tener para los ciudadanos una cierta lógica, pero el asesinato premeditado de seres inocentes, vulnerables e inertes, deja una cicatriz en la conciencia colectiva.
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___A mediados de noviembre de 1959, en una apartada comunidad rural de Kansas, la familia Clutter fue asesinada sin misericordia en su propia casa. Atados de pies y manos, el señor y la señora Clutter y dos hijos suyos recibieron sendos disparos de escopeta en la cabeza. Por su saña, el crimen causó conmoción, sin embargo, pronto hubiera sido olvidado y archivado en los anales criminalísticos de los E. U. de no ser por el olfato y la tenacidad de un periodista y escritor: Truman Capote quien, a partir de este hecho sangriento elaboró su novela A sangre fría, una obra que pronto se incluyó en el canon de la novela estadounidense. Por el apego de los hechos narrados con la realidad, la obra de Capote se denominó de no-ficción.
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___Una parada en Hermosillo
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___En enero de 1955, ocurrió en Hermosillo un crimen que por sus características sacudió las buenas conciencias y se convirtió en un paradigma para la justicia sonorense. La niña de siete años Luz M., originaria de San Pedro de la Cueva, fue secuestrada, violada y asesinada en los parajes agrestes del Country Club por un carpintero de nombre Francisco R., nacido en Hermosillo.
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___Este se presenta como el tema central de La niña de los tomates, pero Sergio Valenzuela ha tomado un camino distinto al de Capote para plasmar en su novela su versión de los hechos. Si bien ha recurrido a fuentes hemerográficas e historiográficas de la época para documentar el hilo conductor de la trama, Valenzuela ha decidido contextuar su relato echando mano de la imaginación y reproduciendo con fidelidad el entorno social y la idiosincrasia de los años cincuenta, una época signada por el conservadurismo y la ingenuidad provincial. Esto, en mi concepto, configura en el mayor mérito de la novela.
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___Cito:
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___"La sociedad hermosillense convulsionada por el suceso criminal veía moros con tranchetes por doquiera, violadores en parques públicos mirando de reojo a las niñas meciéndose en el columpio con las piernitas al aire, a las mocitas encajadas en los sillines del sube-y-baja donde dejaban las huellas de sudor de las nalgas respondonas y un olorcillo a pis”.
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____“En aras de la seguridad social, y en satisfacción de ofensas que deben lavarse en la aplicación de las penas mayores, tal como corresponde para prevenir a los detestables energúmenos que amenazan a las criaturas de la ciudad”.
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___Si en el púlpito de las parroquias era objeto y sujeto obligado del sermón, en los corredores de la Procuraduría el crimen iba desempolvando la pena de muerte como castigo lapidario. La sociedad de padres de familia del legendario Colegio Lux se unía al coro exigiendo al gobernador ese “castigo ejemplar”, un eufemismo nada sutil de “pena de muerte”.
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___ Álvaro Obregón, el gobernador, dio la última palabra.
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___El 18 de junio de 1957, Francisco R. y Juan Z., fueron fusilados en el paredón de la Penitenciería General del Estado, la peni que hoy es museo del INAH, al pie del Cerro de la Campana. Dos “sátiros” ejecutados, eran la noticia en el café mañanero del Mercado Municipal. Sería la última vez que se practicara en Sonora la pena de muerte como acto de justicia.
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___Bordando algunas piezas del rompecabezas social, el narrador nos ofrece una percepción desnuda de la ideología que exhala de una institución representativa de la época como el Colegio Lux; igual presenta su visión del imaginario popular recorriendo los barrios de La Matanza, el Mariachi, los billares y los bares de tercera donde el ciudadano, a su manera, cuece la cultura. Al mismo tiempo, Valenzuela demuestra su destreza narrativa al superponer al caso la hipocresía y las paranoias de la alta sociedad hermosillense que, desde la colonia Pitic y a través de El Imparcial, su eterno vocero, exige castigo ejemplar y expedito al asesino.
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___Truman Capote se involucró de tal forma en el crimen de la familia Clutter y sostuvo tal relación con los asesinos que entrevistaba en prisión, que gracias a su intervención en el caso, involuntariamente brindó a la defensa la posibilidad de posponer por 7 años la ejecución de los asesinos.
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___Sergio Valenzuela ha revivido un caso del pasado. Su afán no es un acto de justicia o de discernimiento ético por el crimen de La niña de los tomates. Su relato ha sido el pretexto para exponer lo que ha su juicio ha sido el desenvolvimiento de nuestra moral pueblerina; una ventana que nos permite observar nuestros progresos, nuestras inercias y nuestros tabúes a la luz de acontecimientos estremecedores.
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___Valenzuela no pretende un apego fiel de su historia con los hechos. No es un agente del ministerio público. Como todo novelista que se precie de serlo, Sergio echa mano de su cajón de sastre literario para hilvanar realidad y ficción en una obra que, sin pretensiones moralistas, llama a la autoconciencia, llama a observarnos en el espejo evolutivo de nuestra condición humana.
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___El Cerro de la Campana, el Country Club siguen ahí; igual que la Colonia Pitic, el Imparcial y el Colegio Lux. También existen niñas y niños de los tomates en las inmediaciones del centro de la ciudad cuyo grado de abandono apenas es percibido en medio de la indiferencia ciudadana. Por otra parte, día tras día, la oficina investigadora de delitos sexuales registra que los Francisco R. siguen apareciendo en escena sin que ahora su presencia nos asuste. Los tiempos cambian y la hipocresía y el asombro cobran nuevas formas.
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___Luego de releer la novela, quizá nuestro único reclamo a Sergio Valenzuela sea habernos presentado esta historia en una novela tan breve. Pero habría poco de qué preocuparse: ahora nos amenaza con escribir una trilogía con otros crímenes hermosillenses de los años sesenta. Por fortuna, con La niña de los tomates, Sergio nos ha protegido con el escudo de la sospecha y nos ha vacunado contra la endeble escala de valores de las buenas conciencias.
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(Presentación de La niña de los tomates, de Sergio Valenzuela. Delegación Estatal del INEGI, 20 de septiembre de 2007).
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3 comentarios:

Manuel dijo...

Si morir es un enigma, el meterse a la cabeza de un homicida o un suicida es particularmente difícil

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

¿Cómo se llama este género?... ¿novela histórica? (un poco de realidad, un poco de fantasía)

nacho dijo...

Hola Manuel: pues sí, meterse en la cabeza del homicida es algo figurado porque en realidad lo que hace el novelista es construir a "su" homicida. Es una construcción, un invento textual, aún en este caso en que la trama está basada en un hecho real. Un abrazo.


AMF: este género de novela es híbrido, roba un poco del periodismo, de la novela policíaca, toma elementos de la realidad pero llena los huecos de la trama con una construcción imaginada, creada mediante artificio narrativo... Un beso.