viernes, octubre 26, 2007

FILETE DE TOTOABA EN MANTEQUILLA
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___Este es el mapa de la parte norte del Mar de Cortés. Dos especies en peligro de extinción sobresalen en la región: la totoaba y la vaquita marina. En el extremo norte se encuentra el Golfo de Santa Clara, lugar donde desemboca el otrora caudaloso Río Colorado. Cuando el Colorado era un río navegable, es decir hasta principios del siglo XX, el Valle de Mexicali y San Luis era un enorme delta cuya flora y fauna era completamente diferente a la de hoy.
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___Nací a 70 kilómetros del Golfo de Santa Clara y no es de extrañar que fuese ahí donde conocí el mar por primera vez; en esas playas, formadas por traicioneros escalones naturales, unos lugareños evitaron que muriera ahogado cuando tenía 12 años. Tampoco es de extrañar la costumbre regional de consumir grandes cantidades de totoaba durante la Semana Santa. Ocurre que la totoaba, al igual que otros peces que habitan los desemboques, donde se mezclan el agua dulce de los ríos y el agua salada del mar, brinda una carne blanca de sabor exquisito y jugoso. Durante décadas, el filete de totoaba era el más cotizado de cuantos se podían conseguir en nuestras costas, y hay que subrayar que las diversas especies comestibles se cuentan por docenas.
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___Crecí, pues, consumiendo totoaba. Varios factores coincidieron en la desaparición de la totoaba que vemos en esta foto propiedad de la familia del escritor Guillermo Munro de Puerto Peñasco (tomada en los 60s aprox). El principal factor lo representa sin duda el cambio hidrogeológico provocado por la construcción de gigantescas presas a lo largo del Colorado (la Hover, por ejemplo). La descarga natural del afluente, cargada de nutrientes y minerales, fue disminuyendo paulatinamente hasta casi desaparecer, provocando un sensible cambio en los ecosistemas de la región. El otro elemento lo representa la captura indiscriminada y no regulada del pez que llega a pesar hasta 100 kilogramos. En el mercado negro se consigue a 100 pesos el kilo; su carne es muy preciada por el mercado chino donde se le conoce como seen kow.
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___Actualmente la totoaba es una especie protegida (el hábitat es el área verde en el mapa) y se afirma que se ha ido logrando una relativa y gradual recuperación; los investigadores pronostican un potencial de supervivencia saludable.
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___No es el mismo caso del mamífero conocido como vaquita marina, una ballena de tamaño pequeño que habita en en el área guinda del mapa y que también fue explotada sin medida. La vaquita marina, semejante al delfín aunque de boca chata, ha visto disminuído su potencial poblacional de forma que podría desaparecer tan sólo por la acción inercial de los depredadores.
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___De alguna manera es posible atajar los índices de agotamiento de ciertas especies, sin embargo, no es sustentable la actitud de los ecologistas radicales que creen poder detener el reloj de la naturaleza. Cambios naturales en los que nada ha tenido que ver la voluntad humana han producido la extinción de miles de especies a lo largo de los últimos cien mil años. No veo la forma en que podamos influir verdaderamente para detener esa rutina natural. Ni siquiera creo posible que la especie tenga plenamente en sus manos un futuro manejable para ella misma. Hacer del informe Gore una biblia o tragarnos en ayunas el tremendismo ecologista no es garantía de maldita cosa. La naturaleza tiene su propia agenda.
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___Lo que más detesto en este asunto es que desde hace más de veinte años no he vuelto a probar la totoaba.
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5 comentarios:

mar adentro dijo...

Me platicaba un amigo que trabaja en CONAPESCA de lo rico que preparaban la totoaba cerca de Puerto Peñasco...le pregunto: ¿dónde comiste totoaba?, él responde: los pescadores nos invitaron a comer después de una visista que hicimos a la zona. Yo, pongo cara de ¿what?...y le digo...¿se supone que ustedes son los encargados de cuidar que NO se pesque la totoaba...entonces, ¿por qué *&%$!! se la comen? ya estaba ahí, me dice, ni modo de desperdiciarla. Plop!!

nacho dijo...

Si, pues, se sigue capturando. Lo que pasa es que no hay cultura de protección a los recursos y la gente prefiere conseguir fácilmente las cosas sin la menor consciencia de lo que significará en un futuro cercano. Por otra parte, las nuevas técnicas pesqueras (redes fijas, captura por succión, etc.) no son selectivas y extraen del mar productos colaterales, entre ellos tortugas, totoabas y vaquitas. ¿Cómo evitarlo sin ofrecerles a los pescadores una mejor opción laboral?

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

Wow... después de todo sí hay un ecologísta sano dentro de ti! jajajaja...

un abrazote y buen fin

Franco Félix dijo...

jajajajaja. che nacho.

ya ni sé dónde está la chamarra café. Oye, loco. Verás.

Hay que ponernos en contacto. Estoy trabajando en la revista Tempestad con Nicolás Cabral. Ando buscando unos colaboradores para unas notas, pero te explico en un correo o algo, ¿no?

vino_tinto_mmh@hotmail.com

vale.

Unknown dijo...

conoces algunos puntos de pesca deportiva en puerto peñasco?, queremos ir a pescar pero no conocemos los pescaderos
Gracias