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___Recuerdo la época en que tenía ombligo. Eran tiempos mejores, en eso podrás coincidir. Contaba con acta de nacimiento, certificados de enseñanza, diplomas y cartilla militar. Eran bonitos tiempos, mi credencial de elector era una llave maestra para que se supiera quién soy sin temor a dudar de mí. Asistía entonces a tomar cursos que ahora se identifican como "de adaptación", a reuniones donde se consumía estimulantes del espíritu y se leían historias y poemas impresos en papel.
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___Cuando comenzaron a desaparecer los ombligos de la faz de la tierra, las cosas se tomaron a la ligera y nada cambió hasta que la rendición vino a despertar las consciencias, si bien gradualmente. Si los gobiernos estaban convencidos de que terminaría por ser arrastrados por la inercia de los cambios, sabían también que debían romper con el círculo de lecturas de quienes se consideraban ajenos a los cambios, pero terminó por imponer su orden, su extraña geometría.
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___No posee él ahora ninguna garantía de que vuelva.
2 comentarios:
Ay, los viejos tiempos...
Besos****
Como recuerdo las épocas en que me examinaba el ombligo y encontraba pelusa que nunca supe de donde salía, ¡ahora que lo sé, ya no me importa!
Feliz semana
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