MARÍA CALLAS Y MEDEA

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___Aunque pocos saben advertirlo, la decadencia prematura de la carrera artística de María Callas se debió más a su desapego por los principios elementales de la técnica vocal italiana, mejor conocida como "bel canto". Su caso, semejante al de Giusseppe Di Stéfano, queda en los anales de la historia de la época como la del genio fallido que, habiendo logrado capturar el gusto del público en forma superlativa, se duerme en sus laureles y comete grandes disparates con su voz, algo que las cuerdas vocales suelen no poerdonar. A los 35 años, la voz de María Callas daba señales de agotamiento y en no pocas ocasiones el público la abucheó con crueldad.

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___Con frecuencia, cerca de cumplir los cincuenta, la Callas repetía (quizá se repetía a sí misma) que muchos cantantes seguían en activo a los 80 años, dando conciertos o enseñando a las nuevas generaciones. Lo hacía tal vez como una forma de darse ánimos frente a su propia tragedia.

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___Hacia el final de su carrera, la soprano neoyorquina de origen griego filmó Medea (la obra de teatro, no la ópera), una película que pasó sin pena ni gloria pero que de alguna manera refleja su propio destino errabundo. Luego de su muerte a los 53 años, irónicamente, sus cenizas fueron depositadas en el Mar Egeo, frente a cuyas costas Eurípides concibió la inmortal Medea.

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