LA HORA DE OBAMA

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___I have a dream, decía con vehemencia Martin Luther King en aquel famoso discurso liberacionista de los años 60s, mientras Barack Obama jugaba en la playa de Hawaii, ajeno al odio racial que incubaba un grupo de supremacistas anglosajones. Cuarenta años más tarde, el sueño, que fue tomando un aire de profecía, se convierte en una realidad tan abrumadora que pareciera redimir a un pueblo tan voluble como diverso.

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___El pueblo de Estados Unidos aceptó por años el guerrerismo de los intereses armamentistas y financieros que sustentan a la familia Bush. Hoy, luego de la clara victoria electoral de Obama, se cobra la factura. Pero el sueño se cumple en la mitad de una ominosa tormenta; una donde la crisis financiera y la debacle económica apura soluciones globales y tajantes.

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___La esperanza estremece los corazones de los estadounidenses. Anhelan que el cambio político que se anuncia no sea simplemente una cuestión de colores y símbolos. La esperanza se fermenta en el hervidero de la ignominia. Hay que compartirla.

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