domingo, enero 17, 2010

LOS SUEÑOS DE MI PERRO, LOS PERROS DE MI SUEÑO
.
.
___Anoche soñé algo muy parecido a la realidad, fue algo relacionado con nuestro amado perro Nicolás.
.
___Quien haya sido, lo dijo con estas palabras: "si el perro cumplió el año ya está listo para aparearse". Pero, la verdad, aún se veía inmaduro (el perro, no el que dijo las palabras), de modo que optamos por esperar. Luego de unos meses, un especialista aseguró que si los machos no se aparean dos veces al año se convertirían en machos frustrados. Podíamos desear todo, excepto que nuestra mascota resultara con problemas de frustración, con los de la familia ya teníamos bastante.
.
___No fue fácil encontrar una pareja de la misma raza para Nicolás, pero un día la fortuna quiso que, a unas cuantas cuadras de mi domicilio, estuviese a punto de atropellar a una perra labrador que corría de allá para acá, al parecer fuera de control. La perra de la variedad golden retriever se dirigió a su domicilio después del susto (mío y asumo que de ella también) y pude contactar a su dueño para ofrecerle a mi perro como potencial semental. Amablemente el tipo, un hombre joven, comentó que ya había visto a mi perro y que le parecía bien el trato: se quedaría con la camada resultante y nos daría únicamente un cachorro, de preferencia hembra. Le dí mis teléfonos e insistí en que nos llamara. Se rió porque cuando yo insisto parezco disco rayado (*). Disculpé mi insistencia alegando que no era que proyectara mis ímpetus reproductivos personales sino que intentaba mantener la salud de nuestra mascota y enseguida, para fortalecer el argumento, le receté el rollo de la frustración canina. "Algo así dicen", respondió con una actitud condescendiente.
.
___Pasaron varios meses para que el dueño de la perra se reportara. Pero no hay fecha que no se cumpla, el día que llevé a Nico a presentarlo a la potencial madre de sus cachorros, el perro actuaba como sicótico. Su comportamiento no puede compararse siquiera con el del adolescente ebrio y desinhibido a punto de perder la virginidad. La perra, por su parte, pronto dejó ver que mi inquieto pero sobrio labrador cumplía con las expectativas y mostró una calculada disposición a los rituales multiplicadores (la perra).
.
___Confinados en un patio bastante grande, los animales de inmediato se desentendieron de los humanos y comenzaron a reconocerse, a olfatearse y a ejecutar el performance generalmente típico en el romance mamífero. Los dejamos en paz y emprendimos la retirada no sin antes agradecer al anfitrión su hospitalidad que llegó al extremo de no permitir que dejáramos croquetas ni dinero para la manutención de nuestro can. Gran gesto.
.
___En los días subsecuentes, especialmente porque extrañábamos sus ladridos y sus gracias, mis hijos y yo solíamos visitar a nuestro perro. Aunque permanecíamos en el auto y conservábamos una sana distancia, Nicolás reconocía el ruido de nuestro auto y nos observaba con una ambigua curiosidad. Aunque deseaba establecer contacto, se hacía el desentendido como si intuyese que lo llevaríamos de regreso a casa. No era el caso, pero estos animales tienen un sexto sentido que no se puede explicar de manera fehaciente.
.
___A los quince días, Nicolás comenzó a dar muestras de fatiga y de pérdida de peso. Por esos días, el dueño de la perra dijo que era normal, que lo dejásemos una semana más y que no nos mortificáramos. Así lo hicimos.
.
___Luego de cumplirse el plazo, y pensando en no abusar de la buena voluntad del anfitrión, fuimos por el perro. Al verlo (al perro), no solamente notamos que se encontraba flaco y ojeroso, además pudimos percatarnos de una nueva actitud que podria resumirse en la imperativa interjección: "¡sáquenme de aquí!"
.
___"Ojalá que haya pegado el chichle, dijo el dueño de la hembra, porque no todos los perros son aceptados por las perras en celo". Cuando llegamos a casa el perro entró en sus dominios como si hubiera llegado al Paraíso, comió con ansiedad y bebió agua como náufrago. Fue entonces que notamos que nuestro animal tenía dos mordidas, una en el cuello y otra en el costado. Su piel se veía desprendida y las heridas le producían dolor. Las lamía. No quedaba sino pensar que aquellas eran huellas de una prolongada batalla y que bien había valido la pena toda abolladura con tal de evitar que se cumpliera la teoría de las frustraciones.
.
___Pero la cosa no paró ahí, al cabo de unos días, comenzamos a notar que Nico estaba infestado de garrapatas. El recuento de los daños no concluía todavía.
.
___Continuará.
.
(*) "Disco rayado" es una expresión que se refiere a la anomalía que presentaban los discos de acetato cuando se dañaban los diminuos canales que registraban la música y repetían sin cesar un segmento melódico. La tecnología del acetato pasó a mejor vida con el uso de los casetes, primero, y luego con la introducción del disco compacto y, luego, el USB.

No hay comentarios.: