miércoles, febrero 22, 2006

LA LISTA
Cuando el gobernador vio que su nombre aparecía en el lugar número 122 de la lista de los mejores coeficientes intelectuales del estado, se enfureció. ¿Quién había confeccionado esa lista? ¿Qué metodología se utilizó? ¿A cuántas personas se había considerado para seleccionar a los 150 que aparecían ahí?, eran las preguntas que azotaban al mandatario, especialmente la primera. A fin de cuentas la metodología valía madres y quizá mejor valía ni indagar a cuántos se había considerado.
¿Qué hacemos señor? La lista ya anda circulando por internet.
Nada, Javier, hay que averiguar quién está distribuyendo esa mierda.
Algo así deben haber dicho, luego enviaron por mí suponiendo que yo podía ayudar a localizar al responsable de la lista. Cuando entré a la oficina del secretario particular, se encontraban dos conocidos: Mario Retama y Pancho Lizárraga, periodistas de largo y penoso currículum sobre quienes únicamente hay un par de cosas qué decir pero se dirá en su momento.
Hay que encontrarlo, el señor gobernador quiere que dé la cara. Para qué chingados, Javier, mejor que deje las cosas como están, dijo Retama. Además, pinche Javier, para que nos hablas con tanto pinche protocolo, qué carajos es eso de "señor gobernador", ni que fueramos a ventanearte. Hay cámaras, hay cámaras, respondió. Uta.
En un primer momento pensé que Lizárraga era el autor de la lista, pero cuando Javier se volteó a responder el teléfono blanco (su conexión directa con el gober), le hice una seña y diciendo con un gesto "tú fuiste, cabrón". Se rió negando con la cabeza. Después de todo es un pendejo que no tiene tanto alcance, pensé, y es un paranoico con la autoridad.
A trabajar, dijo Javier. Dejando ver que no había más pistas que la listilla. Así que nos fuimos al café para ver por donde empezar. Lo primero que hicimos fue comenzar a bromear de la puntada de poner al gobernador en la zaga de la lista.
No creas que la lista era una lista de nombres inventados, no. Encabezaba la lista el doctor Mario Rangel, astrónomo y chelista distinguido el año con el premio nacional de ciencias y artes, un chingón en el mejor sentido del término. Luego estaban los nombres de dos cirujanos, la cardióloga Cristina Plata, una de ellos , un ex rector de la Universidad, dos legisladores, varios abogados y empresarios y, en el lugar número 18, Mario Canetti el escritor.
Fue Canetti, dijo Retama. Estás loco, respondió Pancho, el profe siempre anda ahogado. No, en serioo.
Yo tampoco creo, dije. Luego de hacer algunas hipótesis: el entorno electoral, las patadas debajo de la mesa en el gobierno y su partido, las broncas personales del gobernador, entre otras, decidimos sondear el asunto entre nuestro círculo inmediato.
Continuará.

No hay comentarios.: