viernes, febrero 24, 2006

PRELUDIOS
...
___Cuando llegamos al opulento centro de convenciones Los Lagos, me percaté de que había olvidado mis partituras. Eso no me preocupaba demasiado excepto porque desconfiaba de que al maestro Villegas, nuestro pianista estrella, no le hubiera ocurrido lo mismo. Con los años, uno se percata de que los pequeños detalles son importantes en el mundo de la farándula musical. Vean si no: en 1973, durante su visita a Cuba, la primera si no me falla mi archivo, el concierto de Joan Manuel Serrat hubo de retrasarse porque el amplificador del bajo murió de embolia; los organizadores hubieron de recorrer antros y bares habaneros para sustituir al cadáver sónico. (“Humphrey, nada tiene que ver esta desviación histórica que ahora introduces”. –No estés jodiendo, al final verás el grado de importancia que tiene-.)
...
___Bueno, el caso es que la verdadera preocupación que me atormentaba conforme fui ambientándome, era que en ese evento había demasiado glamour y poco interés por la música. Permítanme explicarlo: se trataba del evento anual de la Fundación Esposos Rodríguez, institución obstinada en repartir becas a estudiantes distinguidos (en México las becas son una suerte de migajas cuyo principal objetivo es aplacar las conciencias de quienes las otorgan). Se daba cita ahí la clase mejor acomodada de esta provincia polvosa y deteriorada, principalmente los descendientes de apellidos tan influyentes como Obregón, Rodríguez, Gándara o Mazón; de hecho, la creación de la Fundación fue iniciativa del expresidente sonorense Abelardo L. Rodríguez, gobernante de una época en que algunos sonorenses pensaron que la República pudiera pertenecerles.
...
___No es mi vocación ser aguafiestas, pero el vino tinto que servían en aquel evento, no era mejor que el Concha y Toro que ahora disfruto al calor de mi lámpara mientras escribo estas digresiones.
...
___Eran las 11:20 de la noche, el grupo Stretto, contratado como amenizador del evento había concluido ya su labor (no culpo a mis amigos músico por tener que servir de coctel para fiestas de influyentes, pues de algo han de comer, hasta Mozart lo hizo), los asistentes, unos trescientos, comenzaron a dar salutaciones y a despedirse, ajenos a los primeros cantos del Coro de la Universidad de Sonora (por cierto, el tablao no lograba dar cabida a los 40 cantantes, y los micrófonos resultaban también insuficientes).
...
___Entre los asistentes, y para sorpresa de muchos de nosotros, la figura del rector de la Universidad, uno de los invitados distinguidos, se deslizó hasta el escenario para dar la voz de retirada: Aquel público no era merecedor de escuchar nuestro programa. Al buen entendedor, pocas palabras. Bajamos del foro ordenadamente y dijimos adiós, bajo la mirada interrogante de una buena parte del público.
...
___Daba risa. La oligarquía local tiene problemas para dar lectura a su momento. No cambia. Añora épocas perdidas en el carrusel de una historia finiquitada. Los nuevos tiempos le causan urticaria, excepto porque goza aún de fueros heredados. Sabe que está condenada pero se niega a sucumbir. Mantiene sus rituales y caravanas. Por eso está perdiendo el poder, porque jamás ha entendido de estadismo y buen gobierno. Cree que sus canonjías y prebendas alcanzan para otros cien años. Lástima, se hundirán junto con el globalismo suicida; junto a las ilusiones de Fox y los escándalos de los gobernadores.
...
___Hace tres meses, una de las residencias de Los Lagos fue balaceada con metralla de 50 milimetros por ajuste del narcotráfico. Detalles.
...
___("Humphrey, dijiste que al final se entendería el comentario sobre Serrat, ¿qué pasó?". -No pasó nada, cualquier anomalía es resultado de mi Alzehimer o de mi dislexia-.)
...

2 comentarios:

Aurora García dijo...

Has dado en el clavo! :P
Si nos vamos al origen de los apellidos que mencionas, en realidad estas personas nada tienen que hacer escuchando el talento de stretto o nuestro coro, sus antecedentes ejidatarios y ganaderos los delatan.
Como siempre es un gusto leerte.

mar adentro dijo...

Caray, Nacho, tuve que leerlo dos veces porque no podía creerlo...en fin, tengo pena ajena.

Lo peor del caso es que la mayoría de los asistentes ni cuenta se ha de haber dado de lo que pasó,sin embargo, creo que ser ganadero no es sinónimo de mala educación, eso no tiene nada que ver con el oficio o el origen.

Saludos,

Lorena