sábado, febrero 16, 2008

LA PORTENTOSA TAREA DE SEGUIR CUMPLIENDO AÑOS
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___Digamos que hoy es mi cumpleaños y que anoche llegaron tres amigos a celebrar por adelantado. Venían armados con un Trivento, y un Concha y Toro y un Santa Carolina, viñas saludables de Argentina y Chile, respectivamente. Tito aún convalece de su pie roto y declara que pronto le extraerán dos temibles tornillos de titanio con los que le rearmaron el talón luego del accidente, así que no pudo tomar. Marcela y la socia se inclinaron por otras bebidas, y Vero y yo tuvimos que hacer frente, solos, a las dos botellas verdes. Como llegaron sorpresivamente, yo ya tenía entre el pecho y la espalda cuatro coors light. Por el bien de los sistemas digestivo y parasimpático, no les recomiendo hacer combinaciones bruscas de bebidas alcohólicas. Hablamos hasta por los codos sobre música, arte y otras vulgaridades, nos arrebatábamos la palabra como si estuviéramos en el tianguis; para reirnos como hienas sobraban temas. Cuando me preguntaron cuántos años cumplo, les dije simplemente que Cuba Gooding jr., Mel Gibson y yo compartíamos cierta diacronía. Espero haber sido honesto.
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___Todo marchó bien hasta las 2 de la mañana, hora en que nuestros organismos comenzaron a resentir los efectos de una semana de ajetreo y desveladas. Lo malo comenzó a las 6 de la mañana del día de hoy. La socia prácticamente me echó de la cama con un grito apocalíptico. Había que estar en Catedral a las siete cumpliendo un contrato para cantar una misa de confirmación (¿no habrá algún cardenal caritativo que se atreva a proscribir los horarios inapropiados para oficiar misa?). A esa hora de la mañana y con el frente frío número nosequé, mis cuerdas vocales emitían sonidos que recuerdo haber escuchado en la película El Exorcista. Por otra parte, mi cabeza sentía estar en gravedad cero aunque mi estómago registraba otra especie de gravedad. Con todo y que me sentía recién sacado del sarcófago de Tutankamón IV, nos parapetamos lo mejor que pudimos para entonar cánticos propios de una misa de confirmación. Echando mano del arsenal de mañas vocálicas y afinatorias que dan los años, sacamos las cosas a flote.
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___De Catedral salí en condición de preinfarto al miocardio y con rumbo al único sitio capaz de revivir a cualquier individuo de estados lamentables: los Tacos de cabeza Irazema. La encargada de surtir a los comensales debió haber visto cómo me debatía entre la vida y la muerte porque de inmediato me sirvió uno de cachete, uno de lengua y uno de paladar. Llegué a la fuente de salsas, verdura y limones con el pulso al punto del colpaso, eché suficiente de todo con la mano temblorosa y me desplomé en la primera silla que encontré. Cuando terminé con el segundo taco me volvió el alma al cuerpo, observé que al final del túnel había unas seven ups frías y despaché dos sin hacer gestos.
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___La socia observaba la escena conmovida y con un comedimiento que únicamente saca a pasear en los cumpleaños, rápidamente fue a traer uno de chicharrón y uno de cabeza para completar el tratamiento shock de recuperación instantánea. Fue una bendición porque volví a ver el mundo a colores. Cerré la función con un jugo de naranja natural.
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___Aquello fue la medicina que necesitaba y las dosis las adecuadas porque, siendo quincena, me esperaba un funesto día de trabajo que concluyó hace apenas media hora en que pude sentarme aquí a relatar cómo la felicidad y la celebración en ocasiones duermen en camas separadas. Los dejo porque están por llegar mi hermano y su tribu; asumo que beberemos en forma moderada y le daremos mate a un pollo a la mostaza que ya aromatiza este rincon. Salud.
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3 comentarios:

Mallo dijo...

Salud y felicidades, desde España

Anónimo dijo...

Feliz bday! y muchos, muchos más!

Un abrazote.

Cocó

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

aunque ya te felicité un par de veces por teléfono... Aquí te dejo la felicitación por escrito:

Que diacronía ni que ocho cuartos, Cuba Gooding Jr. tiene 40 años... en cambio Mel Gibson... esta bien, no te delataré!

Besillos salados desde acá.