MURMULLOS en VERDE
El sol sediento de estaciones
escarba en la humedad del trópico,
la aldea se confunde
con el agudo aullido de los monos
mientras dos ranas se perturban mutuamente
sobre unos troncos de caoba
es la canícula silente
desgranando sobre las caderas del río
su simiente de calores y de genes
hay un reloj inocuo e invisible
marcando los segundos lentamente
con un ritmo de hamacas somnolientas.
Bajo el terco martinete de la lluvia
en el verdor múltiple de la selva
se atropellan las voces lapidarias
y los murmullos imperceptibles
son polen viajero
de guayule
que busca dónde pasar la noche
para fermentar sus sueños.
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