viernes, octubre 20, 2006

SOBRE LA FRONTERA Y OTROS MENESTERES
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___Ojalá que Bush ordenara construir una Muralla China en la frontera con México, una barda maciza, algún obstáculo chingón que pueda verse desde la luna, algo así: Una muralla que valga la pena cruzar.
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___No es tan difícil cruzar sin papeles a los Estados Unidos. En una ocasión en que me encontraba sin empleo, tenía que solicitar permiso para ir a San Francisco y no podía demostrar solvencia económica. Recurrí al disfraz. Tomé unos lentes fondo de botella de mi abuela que aún conservo, ahora que han pasado unos doce años de aquel momento, me colgué mi vieja cámara Pentax al cuello (no funcionaba entonces pero ahora sí y la estoy vendiendo en 1500 pesos -flash incluido-), y puse mi vieja pipa de ébano en la bolsa de la camisa (tengo una colección de pipas de mi juventud temprana -ahora que empiezo a envejecer, divido la juventud en varias etapas: la imagen que me produce culmina con una especie de ataúd con colchón de hule espuma de varias capas. Confort post mortem, o para decirlo en mejores términos: modalidades novedosas del epitafio "Descanse en paz"- ). Sumé a esta caracterización un viejo portafolios de piel y dentro de él algunas obras literarias del cánon universal que ahora encuentras en los supermercados a 19.90 pesos. La configuración de este personaje resultó perfecta. Los agentes de migración me extendieron un permiso por seis meses para visitar los E.U. sin mayores restricciones. Todo salió perfecto, excepto que cuando salí de la oficina de los permisos había un escalón que no alcancé a visualizar (recuerda que traía puestos los lentes de la abuela). Pipa, portafolios, el lente de la Pentax, y aún el ataúd imaginario que llevaba conmigo, rodaron por el suelo junto a mi desproporcionada anatomía. Pese a todo, mantuve la calma. Me puse en cuclillas, recogí mis pertenencias como quien se ha abalanzado sobre la piñata rota, procurando no dejar nada y delimitando el territorio. Luego me incorporé y me pregunté si todavía deseaba ir a San Francisco. Pensé en el Barrio Chino, en los patos y pollos pelados que cuelgan por docenas en sus tianguis; en los grupillos de asiáticos parapetados en las bancas del parque jugando a las cartas y apostando un nudo caprichoso de dólares. Pensé en las laderas de la ciudad, esa singularidad urbana que me estremecía de niño; en el Golden Gate, en los telescopios que por 25 cts avizoran desde el muelle la Isla de Alcatraz con sus nubes misteriosas y su historia de inadaptados. En el background homosexual que guarda la ciudad desde la fiebre del oro de 1848; "San Francisco, la ciudad sin mujeres". Quizá lo que ahora escribo sea una mixtura de eventos que ocurrieron antes y después de la caída con los lentes de la abuela, y que ahora yo relato juntos porque su temporalidad carece de importancia. No lo sé, y pienso que tú sopondrás que este texto tiende al extravío. El caso es que cuando se habla de fronteras, de la experiencia personal sobre el concepto "frontera", uno tiende a extraviarse. Lógico: toda frontera es una ilusión, un descargo de conciencia, una ficción. Las fronteras existen en nuestra cabeza, en el papel, en la cabeza de los agentes de inmigración, en los titulares de los diarios. Si quieres eludir una frontera, apodérate de los lentes de tu abuela.
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___La historia de las fronteras es una historia de ficción con fecha de caducidad.

6 comentarios:

M.C dijo...

las fronteras me dan risa!

ya que andas por estos lares, tal vez me toque verte en el Bart o en el barrio la mission o quizas en el moma
o en en Divisaderos
Saludos coloridos

Ruth dijo...

Ahora que yo me voy de las cercanías de San Francisco, os da por ir a todos. Dadle un abrazo de mi parte a Union Square y a Haigth Ashbury, anda.

hera dijo...

Las frontera tienen fecha de caducidad y en el fondo solo existen dentro de cada uno

Manuel dijo...

Pues yo tengo visa vencida y me da una flojera ir a renovarla... que creo que mejor pienso en regresar a Europa. OOOOOtra onda

Pina dijo...

Coincido con lo dicho por Hera.

Y, Manuel, aquí -en Sonora- el problema es que si deseas ir a Europa, no te queda otra opción que tramitar tu visa, por el hecho de que los vuelos desde USA son baratísimos; no así esos que salen del D.F.
Y es que ¿a quién le interesa VIAJAR a los Estados Unidos?. El territorio gringo para lo único que puede servirnos es para ir de compras. Quizá para llevar un posgrado sólo porque ahí es donde hay becas y porque está más cerca que el viejo continente... y/o tal vez para ir de mojado a trabajar (que es el caso de las decenas de millones que ya se han ido de nuestro país.
¿A qué más podemos ir?

Saludos, Nacho.

p.d. Me hubiera gustado ver este texto en la edicion de hoy en Perfiles. A ver si publicaban textualmente el primer párrafo.Jé.

nacho dijo...

M.C, Ruth, Hera, Manuel, Pina... gracias por sus comentarios...
La verdad San Francisco es una ciudad magnífica y sui géneris, igual que otras ciudades y lugares naturales de EU: Pina: de hecho sí hay muchas partes a dónde ir a E.U. además de trabajar o estudiar. Pero qué, no te gustó lo de Mozart de Perfiles de hoy??? Je.
Saludos y buen arranque de semana.

Saludos.