viernes, febrero 29, 2008

NOCHES FOSFORESCENTES
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___Anoche mi Marciano se quedó dormido en mi cama. Primero me pidió permiso para ver en mi tv una película de Disney mientras yo atendía maromas académicas. La película es un bodrio light donde aparecen unas cuatitas con Dennis Quaid, un actor malito por cierto. Le extendí una autorización con copia para la socia y todos contentos. Ya con la aviada, apertrechó una dotación de galletas y leche para ver la función. Confiado en que la película no representaba mayor daño a su deteriorado sentido del buen gusto, me desentendí de él.
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___A la hora en que Morfeo reclamaba mi presencia me percaté de que el Marciano roncaba como oso en mi cama; viendo las circunstancias y empujado por el cansancio, decidí irme a su cuarto y leer un rato antes de abandonarme al sueño. Así lo hice, un cuento de Rosina Conde me arrullaba tiernamente cuando empecé a bostezar. Cuando intenté apagar la luz desde la comodidad de la cama, me percaté de que el interruptor estaba fuera de mi alcance, volteé a mi alrededor buscando algún objeto alargado que evitara la penosa necesidad de ponerme de pie y observé que el objeto que buscaba estaba sobre la repisa que hay sobre la cama: ¡la maravillosa espada de Obi-Wan Kenobi! Puta, no saben la emoción que sentí. Cuando la tomé, accidentalmente accioné un botón azul que encendió la espada y también un vibrador que tiene en el mango, una sensación de poder absoluto recorrió mi sistema nervioso de tal forma que hasta me olvidé de la gastritis. De inmediato pensé en el grado de seguridad que insospechadamente aquella espada le proporciona al Marciano y deduje también la razón de guardar la espada en tan estratégico lugar. Es como dormir con una pistola debajo de la almohada. Seguro.
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___Fue en ese instante que vino a mi mente la posibilidad de algún ataque nocturno inesperado pero, observando que eran ya las 2:30 de la mañana supuse que los únicos despiertos a esa hora eran los perros de mi cuadra y los monstruos que persiguen a Will Smith en Soy leyenda; a los primeros no les temo porque saben que por las buenas soy pacífico y respecto a los segundos, sopesé instantáneamente que, con el arma de Obi-Wan en mis manos, estaban prácticamente perdidos.
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___Así que apagué la luz con la punta de la espada, guardando, claro, la precaución de no destrozar el interruptor con un uso desmedido de energía. Puse en off el arma y la devolví a la repisa con la confianza que brinda saberte plenamente sobreprotegido. Aunque sabía que, considerando la cercanía de la mortífera arma de Obi-Wan, rezar un padre nuestro era cosa de trámite, comencé a orar, debo confesarlo, por una cierta inercia nocturnal y fue entonces que descubrí un par de ojos fosforescentes que me observaban desde la pared que da a mis pies. A la verga, dije para mis adentros y no pude dejar de pensar en los infectos que asolaban al doctor Robert Neville y a su perra en cuanto se metía el sol. Había además otro amenazante objeto fosforescente en forma de red que terminó por confirmar mis sospechas de un ataque sorpresa. En un rápido movimiento tomé la espada (que sin duda tiene ahí el Marciano para ocasiones como ésa) y antes de adelantar un primer golpe defensivo encendí la luz.
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___Mis temores no eran tan infundados. Los ojillos eran nada menos que los de Godzilla, sólo que en esta ocasión en una convincente versión de peluche que el Marciano tiene castigado en la repisa de los juguetes pasados de moda junto a unos go karts despintados y una alcancía sin monedas. La red, podrás suponerlo, forma parte de un kit de El Hombre Araña que estrenó el Marciano la navidad del 2006, es de plástico y tiene la virtud de capturar luminosidad. Habiendo salido de la duda, mi ritmo cardíaco volvió a estabilizarse y supuse que era ya suficiente de emociones inesperadas. Apagué la luz, devolví la espada a su sitio y puse en automático mis sistemas nervioso, simpático y digestivo, conciente de que no era conveniente ni aconsejable andarle cambiando de cama al Marciano.
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5 comentarios:

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

¿porqué finjes no saber que es Lindsay Lohan la huésped de tales gemelitas? ¿demasiado light?

Jajajajajaja... ya en serio, que noche tan más divertida y para emociones MUCHO mejores que las de soy leyenda te recomiendo que veas:

1. Exterminio y 28 days later (parte 1 y 2, ambas antes de la de will smith)

2. 30 días de noche

Verás que después de esas ni la espada de Obi Wan Kenobi te salvará!

Manuel dijo...

No sé porque pero me acorde del viejo chiste de la viejita que llega temblando con el farmacéutico y le pregunta por los vibradores, el boticario se la queda viendo extrañado y la cuestiona para que lo va a usar.
La viejita toda temblorosa le dice -solo quiero saber cómo se apagan-

Cuidado con la magia del hombre blanco

Anónimo dijo...

Querido Nacho:
Qué noche, la habitación de los morros (por chiquitos y varones) son siempre muy divertidas pero tu aventura me ha hecho reir al imaginarte como un verdadero escuincle que al decir las ¨malas palabras¨ me tuvo llorando de risa un buen rato. Esperamos la parte II, jeje.

Saluditos
Cocó

nacho dijo...

Séptimo, Manuel y Cocó, gracias por venir a compartir este desván de mis insulsas memorias... gracias por compartir.

un abrazo... nacho m.

ismael dijo...

simplemente magnifico, ojala esa espada pudiera liberarme de las armas en la cabeza, a que mi compa ya tengo una historia de cuernos de chivo en la cabeza... cuando me mansa un mail??..

saludos desde la hermosa ciudad de juarez...

cuidese