jueves, marzo 17, 2005

LAS COSAS DELICADAS SON TEMA APARTE


Se percibía que aquello sería algo delicado. El resultado fue algo verdaderamente delicado.

Muchos de ustedes seguramente no son creyentes, quiero decir católicos; tampoco lo eran necesariamente todos los que asistieron, pero acudieron porque deseaban conocer la obra.


"Estaba la Madre dolida, llorando junto a la cruz..."

Es la víspera de Semana Santa y la asistencia al teatro fue superior a lo que los músicos esperaban: hubo casi un lleno completo y el público fue a sabiendas de que escucharía un repertorio poco usual. Desde el principio, el Passacaglia de Haendel y el Adagio de Albignoni dejaron sentir la calidad del cuarteto de cuerdas: los maestros armenios Nona Alajverdova y Ara Ghukasian, Mario Gómez y Luis Enrique Téllez, mexicanos, pusieron de manifiesto que la música de cámara no es cosa de iniciados y que, con talento y dedicación, es posible lograr interpretaciones aptas para todo público. Vendría luego la parte vocal.

"En el tormento... ha visto a su Hijo muriendo abandonado, exhalando su último suspiro"

Stabat Mater significa "estaba la madre" y es la frase inicial de la música concebida por Pergolesi para significar el dolor de la madre de cara a la muerte del hijo. Soprano y contralto son las voces que ejecutan a dueto (en ocasiones cantando cada una sus arias) las doce partes que componen esta delicada obra de carácter religioso, parte obligada del repertorio barroco.

Blanca García, soprano, y Gabriela Copca, mezzosoprano, tejieron sus dulces timbres para ejecutar una obra que exige dramatismo y contundencia, recogimiento y proyección. Al final, el público, agradeció la entrega de las cantantes y los músicos, el aplauso devolvió a los artistas al escenario para repetir una de las partes más vibrantes del Stabat Mater. Aquello fue redondo como una metáfora.

Mi marciano favorito, nada adicto a estas presentaciones, guardó tranquilamente la compostura y mantuvo en alto su espíritu (de no ser porque a medio concierto señaló con franqueza: "tengo hambre"). Al final, a la chica superpoderosa se le durmió el gallo y omitió subir al proscenio para entregar un ramo de flores a la socia (su madre). Detalles de una gran noche.

Otro detalle: Hay que decir que la traducción del texto al español que aparece en el programa de mano, la versión vaticana, es susceptible de ser mejorada pues su forma actual resta expresión y efecto al drama del Cristo crucificado (ya lo hemos dicho, toda traducción lleva un rasgo congénito de parodia).

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