MISCELÁNEA TEXTUAL

ami camarada Memo Zaragoza
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___El otro día vi completito una serie gringa de hospitales. No me preguntes el nombre del programa porque no lo sé, la verdad sólo me interesan las tramas y las historias y no sigo ninguna serie en serio, esta la sintonicé sin querer; el caso es que un médico le dice a su paciente mujer, una chava de unos cuarenta años, en su jugo: "mi diagnóstico no debe mortificarte... sólo puedo decirte que podrás ser feliz muchos años". La señora le responde: "no deseo ser feliz muchos años. Puedo ser feliz ahora, eso es lo que importa..." El médico se ríe mientras la señora se marcha por uno de esos pasillos típicos, sobre iluminados e impecables, de primer mundo.

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___¿Por qué digo esto? Quién sabe, quizá porque mis dogmas sobre la felicidad son tan mutantes como el virus de la gripe aviar, como las teorías astronómicas o las diversas versiones de enchiladas suizas. En realidad, mi concepto de felicidad simpatiza más con una cama de agua tamaño king size que con la idea de Woody Allen, quien confiesa sin empacho que para él la felicidad son un par de tetas grandes y pecosas... je. Cuestión de gustos (pobres judíos, conocieron a las nórdicas y creyeron haber inventado otro paraíso. Yo me conformaría con una muchachita sin cerebro como Ninel Conde, a quien podría dar lecciones acerca del bouquet de los vinos chilenos o un curso sobre acuarela sin cobrarle gran cosa).

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___Bueno, pues, quiero decir que no puedo desear otra cosa en estas fechas que cosas deseables y bonitas y acaso recomendar un manual de anti-lamentos. Si Relatos de Ocio ha llegado en una fecha tan simbólica como sería hoy, lee un cuento del libro... este... el cuento es... (ni yo me acuerdo cómo chingados se llama), pero, espérame déjenme ver el índice... Ah, si, "Historia de un plagio", porque el choro se trata de los Reyes Magos... El cuento comienza en 1998, se remonta al año 0 y termina en el año 2008, pero nadie se ha percatado de esa maroma temporal. Je. Un bato me dijo que yo era como Tolstoi... Jajajaja, no mames, le dije, mejor dame de lo que estás fumando. Se rió y dijo que el pedo es que yo escribo sin consideraciones de tendencias ni de épocas y que puedo hacer de un cuento "fresa" como el de "Historia de un plagio" algo más sofisticado. Tomé el comentario como un cumplido y le pregunté que si que opinaba en general sobre los finales en los relatos, que eso me interesaba realmente... Me dijo que estaban bien, pero que el cuento de Picasso tenía un final tan sorpresivo y creativo que el resto del libro no valía madres. Le dije que ese comentario encerraba una falacia de composición porque entonces no escribía yo como Tolstoi, como argumentaba primero, (además le dije que hubiera preferido que me comparara con Chesterton o con Poe, lo que sí hubiera hecho que ensuciara los calzones -yo, no Tolstoi-).

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___Aquí le paro. No sé a donde voy con todo este enredo. Pero, sabes, el cuate que hizo estos comentarios acaba de recibir una terrible noticia: tiene cáncer. Es maestro y somos de la misma edad. Cuando me enteré, me quedé helado. El día que lo ví me dijo que no estaba tan asustado como todo el mundo supone, que ya hay tratamiento efectivo contra esa enfermedad, que guarda esperanzas en que se puede curar. Un tanto contrariado, sibilinamente le conté la anécdota de la señora en su jugo que opinó sobre la felicidad (que conté al principio). Se rió y me dijo que ya había visto ese capítulo.

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___(NO SE PREOCUPEN, A ESTE TEXTO LE ENTIENDO ACASO UN 40 POR CIENTO).

P.S. a Memo lo encuentras en http://ombloguismo.blogspot.com