domingo, abril 04, 2004

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EL BLOG, ESE EDITOR TODOPODEROSO

En Perfiles de El Imparcial apareció el refrito de Mural sobre la actividad bloguera. Opiniones de Heriberto Yépez, Rafa Saavedra, Cristina Garza R., David Miklos, Alberto Chimal, Guillermo Fadanelli y Palou. (A estas alturas David habrá enviado ya una nota aclaratoria a la redacción señalando que Miklós no lleva acento).

Parece como si la nota intentara revivir aquella polémica acerca de la preponderancia del papel sobre la escritura electrónica, o si ésta convertirá al libro en una especie en extinción. Je. Ningún sistema de escritura desaparece del todo. La gente sigue rayando paredes y escribiendo cartas de amor en papiros, servilletas o en los más imprevistos materiales. Mientras no se venda en cápsulas, el periódico seguirá imprimiéndose y su utilidad irá más allá de la lectura (a diferencia de otros que lo utilizan como sustituto indigno de papeles más tersos, yo los uso de relleno de las bolsas de piel que vendo, a fin de que no se vean tan flacas), igual que los libros seguirán siendo indispensables mientras existan los libreros, las aulas y las mesas desniveladas.

Si el blog tiene o no valor literario, creo que eso no depende tanto de que el medio ofrezca la posibilidad de publicación instantánea. Es útil no depender de un editor para publicar textos potencialmente masivos, pero el medio en sí difícilmente creará un nuevo género literario.

El blog encarna la velocidad de la época y eso va definiendo ciertos parámetros de lectura. Es importante decir, por ejemplo, que se ha creado una nueva categoría de lectores que yo he dado en llamar lectoescritores, partiendo del hecho de que los lectores habituales de blogs son blogueros. El bloguero escribe y lee, husmea el medio, busca chismes y chistes, alguna reseña o crónica, algún encantamiento textual. Después lo comenta, lo refuta, cuestiona, lo aplaude, etcétera.

La creación de géneros literarios se vale de los medios, pero fundamentalmente depende de una órbita cultural completa que es la que le da contexto. Es el caso de la escritura fragmentaria que no ha sido inventada por el blog pues existía en múltiples formas y fue la comidilla de muchos escritores experimentalistas de principios del siglo anterior. Acaso se han observado nuevas aptitudes y potencialidades de lo fragmentario. Sin embargo, el mayor aporte del blog es que convierte rápidamente en público lo que de otra manera se mantendría como privado ante la ausencia de un editor todopoderoso (puede editar cualquier tortura, incluso estas elucubraciones).

El potencial literario del blog puede ser relevante, sin embargo, escribir un buen texto será tan difícil como lograrlo en hojas recicladas, en una bolsa de papel o en una Remington ruquita.

Echando una ojeada (u hojeada) a la blogósfera, es posible advertir que son pocos los escritores (los que escriben libros) que mantienen una actividad sostenida en el blog. En cambio, muchos son aquellos que tienen su página electrónica llena de polvo y telarañas. Cada quien sabe su cuento.

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