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AMENAZAN LAS VACACIONES
¿Qué se les ocurre para la aprovechar los dias de asueto de Semana Santa? Bueno, de mi parte les adelanto que, para empezar, tenía las turbias intenciones de acompañar este fin de semana a unos amigos a la Isla del Tiburón en un yatecillo que si bien no es como el de Pierce Brosnan, sí se parece a aquel en el que Raul Salinas solía tomarse fotos con amigas. El bote tiene camarote, sombra y sillas para pesca mayor... pero, ¿qué creen?... se descompuso el clima y el pronóstico del meteorológico es que habrá lluvia y vientos inmoderados en los próximos días.
Total, a otro perro con ese hueso. Me deprimí al tal grado que me puse a escribir un cuento que empieza así:
" Raquel se deslizó hasta su habitación, su aroma era una trampa insalvable y el movimiento de sus caderas, las laderas de la tierra prometida. Ramiro dejó a un lado la copa y las heridas, se despojó de la cáscara de su adolescencia y sacudió la cabeza como si quisiera dejar de ser él mismo. Sin saber cómo, en un instante, los tersos amohadones de caramelo jugaban con su melena incipiente y el aliento de la mulata humedecía los contornos de su cavidad auricular, una de ellas.
Fuera de sus coordenadas e ilusiones, Ramiro jamás imaginó que Raquel consintiera en su dormitorio una mascota impensable: una pitón de seis meses. Cuando la batalla comenzaba, la serpiente empezó a trepar furtivamente por uno de los extremos de la cabecera como un presagio bíblico..."
Esto es demasiado, pensé, e interrumpí el relato...
Volví entonces a las vacaciones de Semana Santa, y ahí estoy, sin atinar qué rumbo señale la rosa de los vientos.
Ya veremos, mientras tanteo algo de Bertold Brecht, luego les platico.
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