lunes, abril 04, 2005

LOS ÁRBITROS: DI NO A ESA PERSONA
Y CUÉNTASELO A QUIEN MÁS CONFIANZA LE TENGAS

___Fuertemente escoltado por media docena de almohadas y un café negro, esta mañana vi por televisión el juego Barcelona-Betis. Después de observar el comportamiento del árbitro de ese partido, no me queda la menor duda de que el equipo de Ronaldinho será el campeón de la liga española de futbol.

___Algunos lo sabrán: el resultado fue 3-3, un empate injustísimo para el Betis que había logrado maniatar a la poderosa ofensiva blaugrana y ponerse arriba en el marcador 1-3. Lo interesante del encuentro fue que el Betis se quedó con diez jugadores desde el minuto 15 cuando expulsaron a uno de sus mejores defensores tras cometer una falta dentro del área. Etoo convirtió el penal en lo que prefiguraba una victoria para el Barça por la vía del fast track.

___Pero el Betis ordenó impecablemente su cuadro bajo jugando al contragolpe, una estrategia que se conoce desde las guerras del Peloponeso; a base de descolgadas fue domesticando el ímpetu multirracial del equipo local y el de la afición catalana que llenó al tope el Nou Camp.

___Cuando faltaban 15 minutos para que finalizara el encuentro, luego de que los artilleros locales se habían cansado de insistir frente a la fortaleza bética, el estadio comenzaba a convertirse en un funeral con una loza que decía 1-3. Pero aquí aparece el jugador número 12: el árbitro. En una jugada de rutina, en la que un delantero azulgrana mostró sus habilidades en materia de clavados, el réferi marcó penal. Un regalito en el final del juego. Etoo vino otra vez y, bueno, ese negro sabe pegarle con odio y con mucho sentido al balón. 2-3.

___Llegó el fin del tiempo reglamentario y cuando todo mundo pensaba que se concedería los 3 minutos de compensación de rigor, el árbitro sorprende a todo mundo diciendo que serían ¡5 minutos! más de juego. El mensaje era claro, el Barça tenía la mesa puesta para buscar el empate y mantener en alto el honor y suposición en la tabla. Unos segundos antes de que concluyera la prórroga, un balonazo desde el centro del campo al área encontró a una defensiva visitante diezmada, agotada y esquilmada por la actitud del silbante y vino el ansiado gol del empate. Fin del juego. Un empate indigno para el equipo barcelonés. Pienso que hubiera sido de gran utilidad para los catalanes haber aceptado la derrota y reconocer que su rival jugó con más garra, inteligencia y tino.

___Siento gran simpatía por el Barça, pero el Betis merecía llevarse los tres puntos.
("Humphrey, no jodas, cuando las guerras del Peloponeso no se jugaba futbol". -Lee mis labios retardado-).

No hay comentarios.: