lunes, abril 11, 2005

REAL MADRID-BARCELONA, ORÁCULO Y ESTADÍSTICAS

Cruda leve de domingo, ideal para ver el partido reanimado con café negro, jugo de naranja, caldo de cabeza con salsa de chile guajillo y tortillas recién hechas. Los que saben dicen que en estos partidos se juegan múltiples elementos fundamentales: historia, lengua, tradición, orgullo, escuela, liderato de la Liga, puntos en la tabla y, por supuesto, muchos euros. Es el Santiago Bernabeu donde se miden el Real Madrid y el Barcelona; no hay donde sentarse. La guadaña de la estadística ofrece el brillo filoso de los números en el llamado clásico: en 47 encuentros en cancha madrileña (y madridista), el Real ha ganado 43 veces, ha perdido tres y ha empatado uno, una balanza demasiado cargada como para culpar al arbitraje. El primer tiempo concluyó con un avasallador marcador de 3-1 en favor de los locales, pese a la amenaza ofensiva y el relativo control del balón que ejercían los del Barça. Zidane, Ronaldho y Raul habían hecho de las suyas antes de irse a remojar la epidermis y tomar Gatorade en el entretiempo.

En el medio tiempo reviso el periódico contra reloj. Me entero de que, desafortunadamente no han encontrado a Alfredo Jiménez, el periodista de El Impacial desaparecido en Beautyfulville hace ya una semana. Se teme por su vida pues, como señalamos hace días, era reportero de las actividades del narcotráfico. Tampoco encuentro fecha para que concluya la huelga de los trabajadores académicos de la Universidad. Por otro lado, el problema del abastecimiento del agua continúa siendo un tema de gran preocupación cuando se anuncian ya las temperaturas de más de 40 grados a finales de mes. Quienes leen esta página recordarán que a las 3:22 p.m. del día 18 de junio de 2003 los redactores de Humphreybloggart advirtieron las consecuencias que traería la decisión de no desarrollar el proyecto de una planta desaladora en la costa del Mar de Cortés (consulten nuestros archivos). Ahí está ahora el problema, a punto de estallar.

El segundo tiempo del partido mantuvo la tónica si bien hubo más patadas en las espinillas. Cuando más presionaba el cuadro azulgrana vino el cuarto gol gracias a que Owen corrió como asaltante callejero, luego de un pase computarizado del Beckham. Cuando Ronaldinho anotó en tiro libre un chanflazo como para anuncio de Nike, era demasiado tarde; con todo y la ventaja, el portero Iker Casillas se quedó como estatua del general Franco pensando si no necesitará lentes. Fue un partido bastante dinámico, con bordados de filigrana por cuenta de los brasileños de ambos cuadros. La ausencia del portugués Deco en la alineación del Barça resultó deficitaria y la fortuita lesión del camerunés Etoo a 18 minutos del final terminó por dejar a los blaugranas sin dinamita. Llamó la atención que Figo entrara de refresco por los blancos a jugar los últimos minutos del cotejo en un movimiento más encaminado a gastar tiempo que a construir atalayas defensivas.

4-2, un resultado que servirá para confirmar la persistencia del valor estadístico. Por cierto, algunos comentaristas insisten en llamar derby al clásico español copiando insulsamente la jerga futbolística británica, sin embargo, ese calificativo se aplica en Inglaterra a equipos que pertenecen a una misma ciudad y cuya tradición cocina fervores.

El resto del domingo se fue en cosas banales como leer ensayos de crítica literaria, repasar apuntes académicos, comprar provisiones y escribir notas para el blog.

¿Qué hora es?
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