POESÍA Y NARRATIVA
.___Hasta hace muy poco, relativamente hablando, la poesía era un instrumento narrativo. El origen mismo de la poesía guarda un sustrato narrativo definido por las necesidades propias de las culturas orales primarias. La necesidad de almacenar información y conocimientos para transmitirlos de una generación a otra, de padres a hijos, etcétera, de forma más o menos inalterada, creó formas y procedimientos mnemotécnicos y de otra índole que facilitaron dicha transmisión. Los mitos, los períodos productivos, las estaciones, las celebraciones religiosas, entre muchas otras cosas, podían transmitirse inmutables gracias a la repetición deliberada, lo que dio origen al ritmo y al tono en la forma de narrar-repetir. Posteriormente se crearon modalidades más sofisticadas que incluían rima y musicalidad.
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__La poesía precede pues a la narrativa y el teatro a la poesía. Hijas ambas de la oralidad, tomaron su propio derrotero cuando emergió la escritura, se complejizaron y crearon universos ajenos y sofisticados. La poesía agotó su potencial narrativo y optó por la imagen abstracta y la ausencia de historia narrada. Sin embargo, algunos estudiosos apuntan al hecho de que no existe un poema que no guarde rasgos narrativos, así sean herméticos o simplemente nebulosos.
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___Algunas de las vanguardias hurgaron en mecanismos de composición poética echando mano de los extremos del absurdo, donde el significado se oscurecía de tal manera que resultaba ininteligible. Una parte de esa producción se dio en llamar simplemente anti-poesía. Y eso es: antipoesía.
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___Por su parte, la narrativa no logró apartarse de su propósito original, el de contar una historia, y encontró jugosas vetas de experimentación que se mantienen hasta la fecha. Existen, desde luego, los experimentos extremosos, aquellos que pretenden negar el principio fundamental de la narrativa, sin embargo, tales experimentos no tienen cabida ni el las librerías de viejo.
1 comentario:
¡A narrar se ha dicho!
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