sábado, marzo 17, 2007

EL GOL O LA REPRESENTACIÓN DE LA CONSCIENCIA
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___Nadie sabe a ciencia cierta qué extraña transformación tiene lugar en el estado de ánimo del espectador cuando su equipo favorito de futbol anota un gol. Es algo que indudablemente tiene que ver con los efectos de la endorfina en la actividad diastólica, con la interacción de mecanismos en los sistemas neuro-parasimpáticos y con la manifestación del vértigo psicológico (aunque esto último se recrudece en individuos con IQ por debajo del promedio).
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___Pero lo que ocurre lo podemos juzgar por las manifestaciones de los fanáticos en los estadios que suelen ir desde el grito compulsivo, generalizado e inofensivo de "¡Goool!", hasta los impulsos esquizoides de quienes escupen y golpean a quienes consideran adversarios, o queman butacas y lanzan objetos peligrosos contundentes en todas direcciones.
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___La anotación en la meta contraria produce en el prototípico fan una modalidad especial de éxtasis que lo libera poderosamente. En el momento culminante, el espectador experimenta una catarsis que lo aparta de todo signo de realidad. Su Ser se transfigura convirtiéndolo en "otro"; es un poseído, es el anotador en persona; su alma se funde momentáneamente en una deidad y recoge el momento como si fuese un pedazo de tiempo que quedará en su memoria como una estatua; alcanza el bien supremo por un instante, uno que nadie podrá arrebatarle.
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___En ese sentido, la euforia se justifica porque el momento climático del gol será quizá uno de los que permanecerán con mayor persistencia en su memoria, porque los goles producen en su "remolino de recuerdos" una emoción desprovista de responsabilidad y de compromiso y solo se atienen al festejo y a la supremacía inmediata. Se trata de un simple gol, una manifestación donde la competencia con el adversario adquiere un valor simbólico e histórico pues involucra registro: tiempo y espacio, crónica y cómic. Se le ha anotado al rival, se le han abierto sus nudos defensivos, es vencible, es vulnerable.
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___Radica allí, quizá, el atractivo del juego y sus ambivalentes transfondos psicológicos. Lo humano es demostradamente interesante para la mayoría de las culturas; competir no es un slogan olímpico sino una manifestación desgarrada de la esencia humana. Lo humano es competencia y deporte, victoria y derrota, infierno y salvación, si lo ponemos en términos maniqueamente occidentales.
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___Lo curioso es que el futbol es un juego colectivo, otra paradoja. El individuo brilla por sus acciones personales, pero es el equipo el que permite la realización individual. Intercambio equitativo de estímulos, trueque de alcances en la alfombra verde, apareo entre las estadísticas.
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___El futbol es muchas cosas, obviamente, pero representa, sobre todo, un escaparate de ambivalencias, de promesas potenciales, de veredictos y pronósticos. Un callejón de encuentros personales. Es impredecible, tanto como la propia condición humana. No te menosprecies cuando, intempestivamente, sin preludios ni prejuicios, grites a todo pulmón: "¡goooool!" Es la benigna señal de que tu equipo ha anotado y que estás vivo.
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