Un poema de mi tocayo Ignacio Bússani.
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PARA VENCER EL INSOMNIO
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EL TAO
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(XVI)
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Te di de beber anoche con mis manos temblorosas
Pedazos de luz carcomidos por mis miedos
Al levantar el vuelo las alas de tus ojos
Fuiste al espejo al encuentro de ti misma
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Al volver me miraste con ojos vacíos de ternura
En el semblante las huellas marcadas del olvido
En tus pasos el cansancio final de estar conmigo
Y en tu pelo restos de luz y de mis miedos
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Ya no eras tú
Eras el remoto remedo del espejo
Quise hablarte de la vida inmortal
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Cansadas se posaron las alas de tus ojos
Y la otra
___que eras tú
se durmió de nuevo.
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