UNA GOTA FURTIVA

.

___Sonreían. Ordenaron fondué holandés y ensalada de col de bruselas con soya a medio cocer sobre una cama de arroz blanco. Mauro se adelantó con la botella de cabernet Chevalier del 64 envuelto en una servilleta aperlada. Introdujo el sacacorchos con destreza, dio varias vueltas al birbiquí y luego, con un movimiento elegante, dejó el cuello de cristal desnudo y abierto. Enseguida colocó las copas tocándose entre sí y comenzó a servir el reposado extracto de uvas. Primero una, luego la otra sin detener el flujo del líquido. Contuvo la botella en la mano derecha, suspendida y frágil, y con la izquierda acercó a los comensales las copas.

.

__En ese instante se percató de que, pese al giro volátil y expermientado de su muñeca, una breve gota de vino se escapaba por el contorno externo del cristal pasando por encima de la etiqueta amarillenta que lucía el cuello bajo de la botella. No lo pensó, era impermisible dejar pasar una oportunidad como ésa. Acercó a su boca la botella y, cerrando los ojos, besó el cristal verdoso, lamiendo con veloz sensualidad la furtiva gota.

.

___Ante los ojos de ella, Jaques es un buen tipo, pero... Lo envió a su habitación con algún pretexto cerca de las de las doce. Esa noche durmió con Mauro.

.