sábado, abril 09, 2005

SOFISMAS HEIDEGGERIANOS
HACIA UNA TEORÍA GENÉTICA DEL DESAFUERO

___ No existe un trauma mayor para tí como individuo que nacer. Al nacer dejas de ser parte de "otro" para ser un ente autónomo, una persona. Luego del parto, como ser individual entras en un campo de entrenamiento en el que te ves obligado a ser tú mismo, es decir, otro uno mismo. Sin embargo, creces con la esperanza edípica de ser otro, quieres ser otro, especialmente quires ser como tu progenitor. Si visitas tierras desconocidas, imperceptiblemente intentas parecerte a los nativos, quieres hablar como ellos, ser como ellos. Ves a película o una obra de teatro y sin darte cuenta te enfundas en la identidad de alguno de sus personajes. Lees una novela y te identificas con el o la protagonistao, y cuando escuchas a un (a) cantante de éxito, deseas imitarlo. Son reminiscencias de la placenta. Quieres permanecer en otro, feliz, libre de la agonía de ser tú mismo. Es el síndrome del ombligo cercenado. Ahora se le maquilla con algún pierce, pero su escencia permanece ahí, enrarecida como una cicatriz inevitable y necesaria. No es para menos, se trata de una ventana clausurada por donde alguna vez transcurrió lo que tu ser íntimo identifica como la mejor época de tu vida: tu vida en otro, antes de que fueras desaforado por una decisión unánime y ajena.
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("Humphrey, ¿de cuál fumaste?" -B & H mentolados, de los que esterilizan-).
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4 comentarios:

Manuel dijo...

Probablemente no fue lo que fumaste, parece que es algo mas remoto... lo primero que respiraste al nacer.
A lo mejor naciste en una librería, o en un puesto de periódicos.
Pura broma
Un abrazo

Jorge S. Badillo dijo...

Hola, hice una recopilación de cosas sobre el desafuero e incluí el tuyo, si quieres chécalo en http://www.aweblog.org

fenririel dijo...

Caray, el diagnóstico es: nada de existencialismo, ni siquiera Kierkegaard.

¡Un saludo!

nacho dijo...

Bien por los comentarios.

Jorge S. Badillo, posteé más sobre el desafuero el 4 de abril. Chécalo.