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El sabio es un erudito contagioso;
el necio, un rehén de sus obsesiones.
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___Leo ahora La ruta del Quijote, me detengo "En el Toboso" y me veo enmedio de un cautivante camino ruinoso y polvoriento buscando la casa de Doña Dulcinea; capturado inevitablemente en la prosa hipnotizante de Azorín.
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___Me veo, pues, obligado a posponer la reseña de un fin de semana aventurero que me ha devuelto quemado, adolorido y feliz a la ciudad, a someterme mansamente al yugo inevitable del calendario y sus agendas.
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2 comentarios:
Espera hasta que se junten suficientes periodistas, como en las Marshall
Saludos asoleados
Si, hombre, ahora hasta acusan de narcos y caníbales a los náufragos...
saludos.
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