sábado, agosto 04, 2007

Minifix a partir de una foto en el blog de Alberto Chimal http://lashistorias.com.mx/blogl
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___El júbilo por los daños del tsunami no podía durar para siempre. Esa mañana, el cielo lucía despejado y el mar dormía el ensueño del desvelo. Molesto por la calma, Facundo se levantó de su alacena, se dirigió al clóset y se lavó los dientes con el remo. Enseguida fue al baño, se sirvió un cenicero de café y se sentó cómodamente sobre el televisor a escuchar ecanto de los gusanos mientras degustaba el saborcillo a vinagre. Luego salió por la ventana y se dirigió al corralón, desató los cabos de su mesa para seis sillas de eslora y enfiló mar afuera tan rápido como permitía el motor de licuadora de doce caballitos de mar de fuerza; se hacía tarde y recordaba que en la isla de escritores el prefecto no permitía la entrada a los alumnos después de las 231:30 de la madrugada. A medio camino se percató de que había olvidado su manual de ficciones breves en el horno de la estufa; en ese instante decidió cambiar el rumbo siete grados fahrenheit.


4 comentarios:

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

Whaaaaat???!

Ese no fue un minifix sino un megafix... anyway, you know what I mean... It's just like you good-night-tales, haha

Unknown dijo...

Fantastico, que buena imaginacion

Salvador

Beatriz dijo...

¡Qué bueno!

Sir Hache dijo...

Vaya…vaya…Ando un poco confundido entre la metáfora exquisita que según yo existe y la realidad exuberante de un acontecimiento…Caray, caray, literatura alternativa al fin, post en nuestra insólita modernidad.

Saludos, es un placer visitarle de nuevo.