viernes, mayo 06, 2005

CONCIERTO

Sonata de piano y de violín
interminable.

¿Dónde se ocultan
pudorosos
los goznes lubricados de silencio?


¿Dónde se acunan
fatigados
los sonidos,
rosadas las mejillas?

Tensión del arco que desliza
su herencia felina de maullidos
calla ahora
en la penumbra quieta.

Cuerda que tiembla a la deriva
en un lago de sopores encendido
trémolo de compases disidentes.

Tecla que abriga inquieta
la comparsa sagrada de unos dedos
sedientos de memoria y armonía.

Allá,
donde el gemido descansa
y hay treguas arrebatadas de perfume.

Aquí,
donde se mece
un verdugo adolescente
sediento de heroísmo.

En ningún sitio,
donde un instante coincide
en su ventura recurrente

y luego huye cauteloso.

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