DEEP BLUE
.
No hubo milagro, hubo mil lágrimas. Cruz Azul, desmotivado y sin conocer la victoria en 8 fechas, cayó enredado en sus propias fallas defensivas frente a un equipo América que pudo al final de la temporada demostrar que sus contrataciones millonarias saben jugar futbol. Meritoria la labor del novato Ochoa en la portería americanista, su seguridad fue clave para mantener la disciplina táctica que ha venido aceitando Mario Carrillo a sus figuras. No será sorpresa si vencen a Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, el otro finalista.
.
Chelito Delgado, Zepeda y el Conejo Pérez, fueron una sombra de su propia fama. El marcador global de 6-2 reflejó la oxidación que sufre la Máquina Azul. No estaría por demás pensar en contratar a un par de brasileños gambeteros para cuajar bien el cemento cruzazulino. El argentino Rubén Omar Romano sigue siendo víctima del embrujo lavolpiano de no poder ganar finales en el futbol mexicano. Mi más sentido pésame a Carlos Antonio de la Sierra y a todos los hinchas del Blue di tinto di blue, lloro con ellos.
.
Por su parte, Ricardo Ferreti debe haber terminado con el hígado hecho pedazos por sus corajes luego de que sus Monarcas morelianos se quedaran atorados en semifinales, incapaces de superar a los Tecolotes. Otra vez será... aprendamos a vivir con nuestras contradicciones: no siempre va a la final el equipo que más puntos hace en el torneo.
.
Viene una buena semana futbolera: además de la final del fut nacional, el miércoles arranca la final de la Champions League en Estambul: coincido con Raul (Tiburón 3), mi favorito es el Milán, sin embargo, el Liverpool es un equipo de temer por su velocidad, verticalidad y desborde por las bandas.
.
Hagan sus apuestas.