martes, marzo 07, 2006

SI TE VIENEN A NARRAR, DILES QUE YO NO FUI

___Hay algo de magia en la escritura. Una idea es siempre más compleja que lo que dirá de ella la escritura, por eso cuando uno se sienta a escribir no se sabe a ciencia cierta qué forma tomará tal idea. El escritor es como el jugador de póker que sabe de antemano que una buena mano difícilmente llegará a la primera; en ocasiones tendrá que desechar una o dos cartas, quizá más, en ocasiones descartará todas.

___Pero la magia no termina ahí porque, como decía Sábato, la obsesión del narrador es algo extravagante que no termina por identificarse. Esa es la razón por la que el texto narrativo (sobre poesía prefiero no opinar por el momento) produce sentidos y significados que escapan a la voluntad del autor. (“Sí, Humphrey, tú, por ejemplo, ni idea tienes de a dónde va a llevarnos este discurso”. –A donde nos lleve, será algo distinto de lo que el lector supondrá-. “Supuso, Humphrey, porque, a estas alturas, el lector ya pasó por aquí”).
...___Siempre estás de humor para narrar. En el último de los casos, generalmente el más frecuente, narras en soliloquio, sin darte cuenta; lo que ocurre es que narrar es primariamente un proceso mental-oral. Cuando intentas llevar dicho proceso a la escritura comienzan una serie de tropiezos, acalambramientos, digresiones e incongruencias. Escribir no es más que un parto: no conocerás al producto hasta que lo veas desprovisto de la placenta. Tienes una idealización del bebé, pero lo descubres cuando exige alimento y se surra. Así es la cosa, luego luego te das cuenta cuando el texto se ha surrado.

___FANTASÍA E IMAGINACIÓN

___En uno de sus ensayos tempranos, Octavio Paz hacía una distinción que parecería puntual a quienes se hayan involucrado en este coctel de desvíos: la diferencia entre fantasía e imaginación. La fantasía, sueño desinteresado, viaje secular sin destino premeditado, creación de personajes, materialización de ideas guardadas en sabe dónde, éxtasis de la ocurrencia, suele presentarse como una inmensa mina de materia prima que en sobradas ocasiones no son sino pedrería de fantasía (¿ven donde viene a aparecer el sentido de algunos términos?), bisutería mental; la imaginación, por su parte, es un ejército de ingenieros y psicólogas; es construcción, metástasis de fenómenos explicables, traducción de enigmas verbales, acomodación y maduración de hipótesis repentinas que exigen cuadratura y síntesis. Amorosa subordinación de la experiencia al reino del rigor (“Hey, Humphrey, Paz no dijo nada del rigor”. –No importa, nosotros lo incluimos-). Porque la experiencia es palaciega, prostituta, doctor honoris causa, (camaleón pelao tu quieres, camaleón pelao te doy), serpiente de table dance, astronauta, carpintero de novela de Rafael Delgado, premio Alfaguara, cocinera o asesino serial, pero, sin rigor, cualquier profesión te convierte en un fraude.

___Quienes ignoran el rigor terminan cortándose una oreja o un pedazo de alma, descienden al reino de Hades por voluntad propia o, de plano, entran a trabajar al gobierno. Eso lo tiene documentado hasta el INEGI.

___¿Qué hora es?

1 comentario:

Rolando Escaró dijo...

escribir te da la seguridad de tener una espada en las manos, el problema es que a veces se vuelve en contra tuya